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P.D.V Taehyung

Sus ojos mirándome de esa manera significaban más que un interés común.

La sonrisa que deja visibles sus dientes delanteros no son burla después de todo.

A Jungkook le gusto.

Me duele el alma.

Me quedo en silencio, observando el lugar por el que se fue hace algo más de diez minutos. Mis manos apretadas a los costados para luchar contra la necesidad inmensa de ir tras él, de tomarlo del brazo y girar su cuerpo de modo que pueda mirarme de nuevo. Que me mire y repita lo que ha dicho, porque no puedo entender en qué momento sucedió. Sin embargo, no puedo hacer nada. No puedo hacer más que enviar un mensaje de texto a Sohee para terminar nuestra relación.

¿Soy así de imbécil?

—¿Taehyung?

Jimin está a unos pasos, sosteniendo una maleta enorme, y es solo por eso que recuerdo el viaje al qué debe ir. Él pasea sus ojos por todo mi cuerpo, puede que haya notado el nivel de ansiedad que tengo y su ceño se frunce en consecuencia. Por lo que, hago lo mismo y al observarme mejor me encuentro con mis manos temblando. Parpadeo confundido, asustado.

—Le gusto —pronuncio lentamente. No sé si Jimin llegue a entender de lo que estoy hablando. No es que sea necesario en este instante—. Le gusto.

Siento que podría colapsar, no sé si sea algo físico o exclusivamente cosa de mi mente cansada lo que me hace creer eso. Pero Jimin corre a sostenerme con fuerza. Pregunta algo, algo que no logro entender.

—... Es suficiente —dictamina al final de un discurso que no he logrado seguir. Me ayuda a sentarme en una de las bancas del parqueadero y apenas lo hace camina de lado a lado, las manos en su cintura como haría una madre. No se siente bien. Se detiene y me sujeta el rostro para que me enfoque en él—. No voy a irme si no me dices que sucede.

—El grupo de baile no estará contento.

—¡Dime qué pasa, Kim Taehyung!

¿Qué tanto puedo decirle para no ponerlo en peligro?

Nada.

—No sé de qué hablas, Jimin.

Ríe, no es bonito ni alegre como siempre es. No es habitual verlo tan exaltado, y me hace sentir un idiota.

—¡Qué diablos, Taehyung! —maldice, y pese a que suele hacerlo a menudo, jamás lo ha hecho con tanta seriedad—. ¿Te has visto a un espejo? Tienes ojeras, Tae. No has estado durmiendo, ¿desde cuándo no comes correctamente? Si al menos lloraras sabría que estas triste, pero ni eso, y... —Respira hondo antes de añadir—: ¡Le pediste a Sohee que sea tu novia, por amor a Dios!

—¿Desde cuándo crees en Dios?

—¡Carajo, Taehyung!

Se aleja llevando sus manos a los cabellos para desordenar su perfecto peinado. No debería, se ve genial con la frente descubierta. Mierda. Bajo la cabeza para ver la palma de mis manos, pero no puedo porque están apretadas en puños. Entonces los abro y encuentro sangre, mis uñas lo provocaron.

—¿Por qué está mal ser novio de Sohee? —Mi voz se escucha lejana para mí, casi un murmullo—. Pensé que te daría gusto, ya sabes. Insistías en que fuera valiente y se lo pidiera.

Jimin se pone de cuclillas frente a mí. En otra ocasión esto sería gracioso, en otra ocasión no me sentiría tan asustado de lo que pudiera ver en mis ojos.

—Le pediste que fuera tu novia en un bar —me recuerda, sus ojos agudos buscan alguna reacción—, ebrio.

Giro mi cabeza cuando la vergüenza me golpea. El recuerdo de ese día no es claro debido al alcohol, fue después de la pelea con Jungkook, ¿por qué eso es relevante? Tal vez debido a que está más clara aquella pelea que Sohee diciendo que sí. Ella me ha interesado durante tanto tiempo, debería sentirme feliz.

The Truth Untold. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora