Capítulo 2

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HyukJae corre junto a sus alfas dentro del bosque, que luce pintoresco por los árboles de hojas naranjas y amarillas, junto al follaje marrón en el suelo, debido al otoño. El cielo está opaco con nubarrones grises que amenazan con precipitarse. Los cinco sobrepasan el Segundo Cordón de Seguridad alrededor del pueblo y llegan al río que les señaló SiWon, un lobo de pelaje y ojos grises.

El lobo negro olfatea la tierra bajo sus patas y levanta el hocico para inhalar las corrientes de aire, detectando un aroma dulzón que le pica la nariz y hace hervir la sangre, gimoteando. Es un olor a flores de cerezo, inexistente por parte del bosque en esa época del año, pero que lo seduce e impulsa a correr más rápido que sus alfas en cuanto detecta una pizca más intensa hacia el oriente del territorio.

El aroma pertenece a su Soulmate.

LeeTeuk, un lobo de pelaje caramelo, más oscuro en las patas que en el lomo, y ojos esmeralda, lo alcanza por su costado, consciente de su descubrimiento, así como los demás alfas, debido a la conexión telepática que poseen entre ellos. Sin embargo, su corazón late desbocado y la desesperación trepa por su lomo, cuando gotas pesadas de lluvia caen sobre ellos, ya que el agua borrará cualquier rastro del aroma en el aire y suelo al limpiarlos.

Todos sienten como propia la ansiedad y angustia de su Alfa Líder y olfatean con ahínco la tierra que se humedece y el aire que se carga de vapor, agudizan sus oídos y se concentran en las vibraciones bajo sus patas.

¡Por aquí! —habla telepáticamente YeSung, que percibe movimiento unos metros más adelante. Es un lobo pardo de ojos marrón claro.

Los alfas siguen corriendo, mientras la lluvia se hace pesada y constante. Sobrepasan el Tercer y último Cordón de Seguridad alrededor de la manada, y cerca del acantilado de piedra sobre el bosque y cuesta abajo del río en donde hallaron el primer indicio, observan como un pequeño lobo blanco es perseguido por otro del mismo color de pelaje, pero de mayor tamaño, con seguridad, un alfa.

El lobo grande se lanza sobre el pequeño, lo tumba, muerde las patas y lomo, mientras el Omega trata de quitárselo de encima, haciéndolo gemir de dolor. Ese aullido lastimero activa el instinto de HyukJae que pierde toda racionalidad. El animal ha tomado todo el control. Corre como nunca antes, se abalanza contra el lobo alfa y se lo quita de encima a su pareja destinada.

El alfa de pelaje blaco fue tomado por sorpresa, pues la lluvia camufló la presencia de HyukJae, que, cuando reacciona, tiene sometido al lobo bajo su cuerpo con su hocico alrededor del cuello y los colmillos hundidos en la yugular; la sangre sale a borbotones, escurriéndose y manchado su pelaje negro.

HyukJae se distancia del cuerpo sin vida, agacha y abre el hocico para que una cantidad considerable de sangre escurra de este hacia la tierra. Se sacude y quita la sangre de su pelaje e inhala hondo para controlar al animal, pero se crispa el pelaje de su lomo en cuanto escucha gimotear a su Soulmate, quien está arrinconado contra el borde del acantilado e intenta ponerse de pie para huir de KyuHyun, que se le aproximó y olfatea, pero tiene una pata trasera lesionada y le es imposible incorporarse.

¡Mío! —Gruñe el Líder, uno completamente animal, gutural y estridente que alerta a KyuHyun, un lobo de pelaje marrón rojizo, con un color más oscuro en la cara y cola, de ojos caoba, que se aleja del pequeño lobo con la cabeza agachada, chillando en sumisión.

HyukJae se acerca a su pareja y detesta la sangre mezclada con barro en su pelaje.

¡Oh, por Madre Etro! —exclama a su diosa, la madre de todos los lobos, cuando se tranquiliza y asimila que ha encontrado a su alma gemela.

La ha hallado en un lobo de las montañas, perteneciente a la manada Bhakku. Enemigo milenario con quien se disputa el Bosque de los Cerezos en el Valle Plateado.

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