Capítulo 12

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DongHae limpia sus mejillas, observando como HyukJae riega besos por las caritas de los niños, sin borrar esa hermosa sonrisa de encías rosadas.

Un peso cayó de sus hombros al sobrepasar este obstáculo.

Se quedan un poco más debajo del árbol y regresan al campamento entrada la noche. La relación entre HyukJae y los niños en los siguientes días no cambia, aunque oficialmente sea su padre. La única diferencia es que SuHo se ha vuelto un poco más consentido con el Alfa, ya que no le da pena pedirle que lo alce en brazos cuando quiere y le encanta que le de besos en las mejillas, cuando quiere ser mimado.

Esa mañana, un poco más fría que las anteriores, los niños se organizan para jugar un partido de fútbol, mientras los adultos preparan el almuerzo. DongHae los observa con fascinación, feliz, porque sus cachorros se divierten como los niños que son, olvidando los días en que fueron perseguidos, y teme, una vez salgan de Tercer Cordón de Seguridad, volver a la misma situación, donde la angustia de ser asediado es insoportable.

BaekHyun lo saca de sus pensamientos al llorar, porque se cae y se raspa una rodilla. Está por correr hacia él, cuando observa a HyukJae llegar con el niño que alza, consuela y lleva hacia una silla plegable para sentarlo y limpiar la herida con agua. Camina hacia ellos.

— ¿Ves? No es grave. La sangre ya se detuvo. —Le indica el Alfa al pequeño que se mira la rodilla con lágrimas corriendo por las mejillas y la boquita arrugada. HyukJae sopla sobre el raspón—. Ya estás sanando, no hay nada que temer. —BaekHyun se mira la herida y al notar que no sangra deja de llorar, pero continúa arrugando el entrecejo y los labios. HyukJae lo levanta en brazos, limpia su carita y besa las mejillas—. Eres un niño valiente. Es normal caerse de vez en cuando, mientras juegas. Vuelve al partido, los demás te están esperando.

Le señala como los niños lo observan, entre tanto lo lleva con ellos. MinHo y Krystal lo llaman por su nombre, animándolo a que regrese y los otros pequeños los imitan. Los ojos de BaekHyun se iluminan, toma confianza y regresa al juego, una vez el alto lo baja en el suelo.

DongHae exhala aliviado y sonríe, pues le alegra que, en esta ocasión, BaekHyun no se deja opacar por la timidez e inseguridad, y no duda que la presencia de HyukJae ha influenciado de forma positiva en los cachorros.

Se le aproxima y él lo abraza desde la espalda. Algo que sí cambió desde que los pequeños aceptaron al alto, es que pueden ser cariñosos entre ellos en público.

-Deseo que nos enlacemos mañana -comenta, recostándose contra el pecho ajeno-. Ya no puedo esperar más -expresa su frustración.

El Alfa lo gira y picotea sus labios. DongHae aprovecha para rodear su cuello y atraerlo hacia sí con el fin de profundizar un beso que los deja sin aliento, mientras se eleva en las puntas de los pies.

— ¿Por qué esperar a mañana? Hagámoslo hoy.

— ¿Hoy?

No le resulta una mala idea, debido a que pasado mañana deben abandonar los territorios de Akela. Así que con ayuda de RyeoWook y HeeChul, después del almuerzo, ambos se encierran en la autocaravana, mientras su hermano y el vampiro entretienen a los cachorros, que han comenzado a relajarse dentro del grupo, sin necesidad que sus padres estén todo el tiempo a su alrededor.

Se dan un baño por separado, porque el cuarto es demasiado pequeño para hacerlo juntos. Se asean, pues desean quitar de sus pieles cualquier olor diferente al que exudan por naturaleza. Espera al Alfa, nervioso, sentado como un indio en la cama, después de colocarse, únicamente, una camiseta del mayor que le llega hasta la mitad de los muslos.

Se muerde el labio, cuando HyukJae sale del baño con una toalla alrededor de su cintura y lo mira con los ojos color miel un tanto más oscuros; el lobo negro está sobre la superficie.

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