Capítulo 11

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DongHae sonríe grande, mientras prepara el desayuno; que HyukJae sea tierno con los cachorros le derrite el corazón, pues era algo que no experimentó con YunHo.

El Alfa Líder de Bhakku no era alguien cariñoso, pero intentó serlo con él recién regreso del Clan Ragnar. No obstante, unirse a YunHo siempre lo sintió como una obligación y, aunque aceptaba al hombre como su pareja, el lobo blanco no lo hacía; constantemente había una lucha en su interior. De forma particular, no lograba ser tierno con el Alfa, era reticente a sus caricias y que sus encuentros sexuales fueran desastrosos, abrió una brecha entre ellos.

Pudo haberse negado a darle cachorros como prometió, puesto que nunca lo obligaría si se sentía inseguro. Sin embargo, lo hizo, porque se había hecho ilusión, y para su fortuna el nacimiento de SuHo ayudó a que el lobo blanco aceptara la situación al centrarse en los cuidados del niño y le permitió comprender que necesitaba al Alfa si deseaba proteger a su cachorro.

Decidió tener un segundo embarazo para tener cachorros que se llevaran pocos años entre ellos y así SuHo tendría un hermanito. Solo que no imaginó, que concebiría trillizos, ya que los embarazos múltiples en omegas no son comunes.

Teniendo una vida marital algo complicada, YunHo se enfocó en ser el líder de la manada, quien regresaba a la casa tarde en la noche y salía muy temprano en la mañana. Interactuaba poco con los pequeños y con SuHo comenzó a hacerlo, cuando el niño logró hablar con claridad a los tres años. Así que DongHae se encargó de educar y enseñar a los cachorros desde bebés; él era quien les leía cuentos, les cantaba y jugaba con ellos.

Por eso supone que los cachorros le tomaron confianza a HyukJae con rapidez, porque el mayor realizaba actividades que solo él como su Ananak hacía con ellos.

Observar al Alfa desde la cocina, mientras él carga contra su pecho a BaekHyun, fascinado por cómo duerme contra su piel, le acelera el corazón. ¿Cómo no amarlo? Porque se está enamorando, su parte humana, la racional, está siendo cautivada por el contrario, opuesto al lobo blanco que por instinto lo ama desde que lo conoció en el acantilado.

—Es precioso, porque se parece a ti —dice el mayor, después de besarle la regordeta mejilla al niño.

Sonríe ante su piropo que le hace revolotear el estómago y cede a su impulso, ese que nunca tuvo antes; se le aproxima y, con cuidado del cachorro, lo besa con calma, pues quiere expresar en sus acciones lo mucho que le importa.

— ¿Ananak? —habla SuHo con voz pastosa.

DongHae rompe el beso con el corazón martillando contra las costillas y nota al cachorro sentado sobre la cama, frotando sus ojos, en medio de un bostezo. En cuanto lo enfoca, estira los brazos hacia él. Lo levanta, el niño apoya la cabeza contra su hombro, y se mira nervioso con HyukJae, pero como SuHo no dice nada, suponen que se levantó algo adormilado y no se fijó en el beso.

Algo que sí nota es el brillo de ilusión en los ojos de SuHo al mirar como el Alfa acuna a su hermanito, pues también quiere que lo haga con él. Sin embargo, él no es egoísta, por eso se mantiene en silencio mirando a HyukJae. Está por llamar la atención del mayor para que se percate del anhelo del cachorro, cuando él se da cuenta al cruzar su mirada con la del niño. Deja a BaekHyun con cuidado en la cama junto a TaeMin a quienes arropa y se les acerca para tomar a SuHo, quien no duda en irse con él.

Termina de preparar el desayuno, mientras HyukJae mima a SuHo, que no se vuelve a dormir, pero se niega a bajar de sus brazos, encantado de que lo pasee por el pasillo y acaricie la espalda.

DongHae vuelve a sonreír; es probable que el pequeño acepte a HyukJae como su figura paterna sin mayor contratiempo y, en verdad, cruza los dedos para que así sea.

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