Moon // Billie Eilish & you

E I G H T (T2)

Aun no le había contado lo que me sucedió con Maggie a Billie, tuve que fingir en una cena familiar y aguantar una sonrisa cada vez que venía a mi casa de visita. No veía a Maggie muy arrepentida de lo que me hizo aquel día, me mandaba pullitas en todo momento y estaba bastante cansada.

Justo acabamos de tener una comida con ella y se había ido ya, Billie estaba en su estudio creando una nueva canción y yo estaba intentando aprenderme mi nuevo guión para una película, pero no podía porque estaba demasiado ocupada pensando en todo el problema que tenía ahora con mi suegra, necesitaba hablar con Billie para ponerle fin a esto.

Me levanté de la cama y me dirigí al estudio de Billie tocando la puerta, ella me dio permiso para entrar y eso hice.

- Hola amor.- Sé levantó de la silla y se acercó a mi para darme un beso corto en mis labios.- ¿pasa algo?

- Hacía tiempo que quería comentarte algo que me pasó.- Le comencé a contar mirando a los lados con nerviosismo.

- No me asustes.- Me pidió Billie acariciándose el cuello con su mano, antes de que dijera nada me cogió de la mano y me dirigió a la silla para sentarme encima de Billie una vez ella se había sentado.

- Tu madre y yo nos peleamos el día de tu último concierto, ella me dijo que era una mala madre, me echó las culpas de la enfermedad de Charlie, necesito que hables con ella porque me siento incómoda con tu madre y no puedo seguir así.- Le conté mirándola a los ojos con tristeza.

Billie suspiró, seguramente, tratando de asimilar tanta información, echó un poco para atrás su cabeza y jugó con su pelo por un momento, ahí comencé a besar su cuello.

- Por favor, hazlo por mi.- Dije entre besos. Ella me separó de su cuello y me miró con una sonrisa calmada.

- Lo haré, por supuesto que lo haré, no voy a permitir que diga cosas así a mi esposa.- Me dijo apretando mis mofletes con su mano. 

- Gracias cariño.- Le contesté dándole un cálido abrazo ella correspondió mientras me acariciaba la espalda, eso me hizo cerrar los ojos y sentirme en casa por fin.

- Ahora sigue estudiando tu guión y yo seguiré haciendo la canción.- Me ordenó separándose de mi abrazo y mirándome con una sonrisa.

- Está bien, pero antes quiero...- Me lancé a sus labios y los besé con lujuria, mordí con pasión uno de ellos, mi mano tocaba su cuello con delicadeza pero a la vez con intensidad, noté como las manos de Billie se deslizaban hasta mi trasero el cual manoseó y tocó como nunca lo había hecho, nuestras lenguas jugaban entre nuestras bocas y disfrutábamos de ello.

Metí una de mis manos por debajo de su camiseta y masajeé sus pechos con lascivia. Pero en ese momento ella se separó de mis besos y quitó mi mano de su cuello y pecho.

- ¿Qué pasa?- La miré confusa, nunca había pasado esto.

- No puedo, lo siento.- Me declaró negando con la cabeza mientras su mirada estaba baja.

- Entiendo.- Asentí con la cabeza desanimada y me levanté para salir de ahí, cerré la puerta.

Prometo que intenté estudiarme mis líneas pero no pude, estaba desconcertada, sentía que todo estaba mal en mi vida, era incapaz de ver lo positivo ahora mismo. Ni Billie, ni Charlie, ni si quiera mi suegra estaba bien.

Por muchas ganas que me dieran de fumar por la ansiedad que sentía, fui fuerte y no encendí ningún cigarro. Decidí salir a dar un paseo para intentar despejarme.

Durante el paseo, me topé con un gatito callejero, tenía rayas con unos colores bastante comunes aunque estaba algo sucio, era normal. 

Pero tuve una especie de conexión con el, le acerqué mi mano y la olió por unos segundos, luego se restregó en ella, parecerá una tontería pero fue lo único que me hizo sonreír de verdad hoy. Pensé en llevármelo a casa y eso fue lo que hice, sería gato perdido y estaría dispuesta a llevarlo al veterinario, en caso de que no fuese de nadie, me lo quedaría yo. Me vendría bien su compañía.

No fue difícil cogerlo, pues era una gato obediente, seguramente porque estaba a falta de amor, al igual que yo.

Con un taxi, fui hacia un veterinario y me atendieron rápido, intentaron buscarle un chip pero no lo tenía, también supe que tenía 5 meses de vida. Tampoco tenía puesta ninguna vacuna y eso era raro si el gato tenía dueño, les puso las vacunas necesarias, pagué y volví a casa no sin antes comprar pienso, un arenero y una camita para el nuevo integrante de la familia.

Cuando llegué pude notar que Billie seguía en su estudio, decidí no molestarla y fui directa al baño para darle un baño al gato. La experiencia fue no recomendada, que cierto es lo de que a los gatos no le gusta el agua, se salió como 3 veces de la bañera y arañó mi mano, pero después de secarlo con una toalla se calmó mucho más.

El gatito se veía hermoso y era demasiado lindo:

Pensé que ya era el momento de contarle a Billie todo, no tenía ni idea de como se lo tomaría, pues Shark seguía con nosotras y quizás no le gustaba la idea de tener un gato en casa, pero, Shark es completamente de Billie y yo jamás  había tenido una mascota, ni siquiera cuando era niña porque mis padres eran alérgicos al pelo de perro, gato y millones de animales más. Necesitaba el cariño de ese gato.

Volví al estudio con el gato en la mano y la cara de Billie estaba llena de preguntas.

- Me lo encontré en la calle y fui al veterinario, es muy probable que no tenga dueño, podríamos quedárnoslo.- Le dije con una reluciente sonrisa.

- Se te ve feliz, así que por supuesto.- Se acercó a mi y acarició al gato.- ¿Ya le pusiste nombre?

Esa pregunta aun no me lo había hecho y era bastante importante, no sé porqué pero, de repente se me vino el nombre de Moon, creo demasiado en el destino así que si lo pensé así de simple sería por algo.

- Le puse Moon, a Charlie le encantará.- Le conté sonriendo, Billie besó mi frente.

Tras las siguientes 3 semanas  estuvimos poniendo carteles por la ciudad y nadie llamó así que lo adoptamos, Moon nos pertenecía ahora y Shark y el no se llevaban tan mal...