🥀~Falling in love with the queen of the mafia~🥀 (Lumity Omegaverse)

Nido y hormonas

Capítulo 24- Nido y hormonas

Una arcada más, y Amity sentía que su cuerpo estaba a punto de colapsar.

-Luz, creo que me voy a desmayar. –Logro articular, pero no paso otro segundo antes de que otra arcada la obligue a expulsar el resto de su cena-

-Está bien eh... Y-Ya casi, solo aguanta un poco más.

Sabía que Luz era fuerte, pero en estos momentos estaba actuando un poco cobarde a su situación.

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Hoy, donde se cumplen 3 meses del embarazo de Amity, esta misma junto con su alfa estaba armando su nido en su habitación; estaba siendo armado por varias sabanas, almohadas, y claro, ropa de su alfa, en especial ropa interior para el pequeño descaro de Amity.

Ya todo estaba en la cama, ahora, la omega estaba luchando por encontrar el lugar perfecto para todas las cosas, pero refunfuñaba y arrugaba la nariz al no hallar el lugar perfecto para todo. Ella siempre fue estricta con sus nidos, y más ahora que estaba en cinta.

-Lu, ¿Dónde crees que debería ir esto?

La alfa miro a la chica que le mostraba un camisón azul perteneciente de ella. Lo medito un rato mientras miraba el nido. Luego, tomo la prenda, y la coloco en un lugar específico del nido.

-A mí me parece bien aquí.

-Mm. –Murmuro la de tez pálida, antes de tomar de nuevo la prenda y colocarla al otro lado, -No, se ve mejor aquí.

-¿Por qué pides mi opinión si la vas a rechazar de esta manera? –Rio Noceda, divertida, se llegó a preguntar si esto era parte del embarazo o simplemente era cuestión de ella-

-Porque me gusta tu opinión aunque no la acepte, me da ideas. –Admitió Amity, enarcando una descara sonrisa, pero tierna a los ojos de su alfa. Luego, tomo el resto de pocas prendas alrededor, y cuando por fin termino de armar el nido, se lanzó a él como un saco de papas-

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Lo único que se escuchaba en la habitación eran gemidos y algunos gruñidos leves, nada más pasa en sus mentes salvo el deseo de sentirse, saborearse, y no parar de tener sexo.

-L-Luz... -Gime Amity, sosteniéndose del cuello de la alfa que la mira con ojos dilatados y desbordando nada más que placer y amor hacía ella, una muy buena mezcla exista para esta situación. –M-Más rápido.

-Pero... ¿y él bebe? –Pregunto ella, preocupada de su hijo, también asustada de lastimarlo si acelera sus empujones-

-S-Solo muévete, mierda, el doctor dijo que nada le pasara. –Gruñe la omega, claramente desesperaba por como paro con todo-

Luz acato, volviendo a moverse dentro de ella, esta vez un poco más rápido para complacer a su pareja. Si, ella sabe que tener sexo no le haría daño a su hijo, el doctor lo dejo en claro, pero no deja de estar preocupada aunque este igual de desesperada.

Ninguna sabe hasta este punto como llegaron a esta situación, menos que las llevo a esto. Probablemente sean las hormonas de Amity lo que activaron un celo mayor a los comunes, y de ahí inicio todo. No se quejan en lo absoluto, porque tener relaciones así era mucho mejor y más rico.

Un rato después, el clímax las alcanzo, Luz salió antes de llegar en ella para tomar un pequeño descanso, antes de caer de espaldas al otro lado de la cama, ambas respiración con dificultad y regulando su temperatura, porque la verdad ninguna sabe cuántas veces lo hicieron esta tarde.

-¿Quieres otra ronda?

La alfa volteó bruscamente la cabeza en dirección a su omega, la cual no estaba bromeando con sus palabras, se veía que quería más.