Tres chicos de la realeza sin dudar los mas guapos y suspirados por todas las chicas: Erick Blake, Ethan Blake y Adam Blake primos de toda la vida viviendo en una misma casa. Paris una chica guapa, pero con bajos recursos siendo la hija de la emplea...
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CAPÍTULO 44
ERICK BLAKE
La casa de mis padres estaba patas arribas, los vidrios estaban en miles de pedazos tirados en el suelo, la distinta ropa se encontraba en la mesa y en los muebles sucios. Una gran mancha roja se reflejaba en la entrada de la cocina.
_¿Qué carajo pasó aquí? — exclamó Luca poniéndose unos guantes quirúrgicos.
Teníamos que investigar quién había entrado y forcejado la puerta. Samanta se dirigió a las habitaciones principales y yo a la de mis padres.
_¡Blake! — me llamó Thuller con voz chillona. — Necesito que vengas de inmediato.
Me dirijo con pasos largos a la habitación. Me quedo estático en la esquina de la cama al ver una gran nota escrita con lápiz labial en la pared: "Sigan las pistas correspondientes y no solo hallarán a la niña, sino también a su querida familia, tienen cinco días" "Que el juego comience hermanito"
Mis ojos no dejaban de mirar dicho escrito, la letra me resultaba difícil de descifrar.
_¿Hermanito? ¿Esta es la casa de tus padres? — cuestiona Thuller con el ceño fruncido.
Me dirijo al cajón más cercano aún sin responder su pregunta, el lápiz labial estaba abierto y roto. Pequeñas fotografías se veían dentro de un recipiente de cristal.
_Blake contesta — siento su presencia a mi lado —. ¿Esta es la casa de tus padres?
_Si — digo sin voltear a verla —. Pero yo no tengo un estúpido hermano, seguro es un engaño para hacernos perder este juego.
_¿Qué pasa porque esos gritos? — interviene Luca con un papel en manos.
_No pasa nada — digo sin tomarle mucho interés, pero por dentro estaba planeando que estrategia usar.
Él asiente, no muy convencido.
La persona que haya escrito esto tiene todo planeado desde las amenazas hasta el secuestro de la niña. No entiendo que necesidad tienen para hacer todo esto, enemigos no tengo, mala fama tampoco. ¿Entonces que demonios quieren de mí? Porque en realidad me quieren a mí.
_Busquen pistas — habla Thuller — entren a los cuartos y encuentren algo que nos guíe a su rastro. Es lo mínimo que podemos hacer en estos momentos.
_¿Y si han puesto cámaras? — nos hace dudar Luca. — No es por asustar, pero en la mesa encontré este mapa con un círculo rojo en la ciudad de Sídnei.
_¿Australia?
_Si — afirma Luca extendiendo el papel en la cama— ¿No creen que es mucha coincidencia que el tiroteo fuera en el campus y sea dirigido por alguien que provenga de este País?
