Tres chicos de la realeza sin dudar los mas guapos y suspirados por todas las chicas: Erick Blake, Ethan Blake y Adam Blake primos de toda la vida viviendo en una misma casa. Paris una chica guapa, pero con bajos recursos siendo la hija de la emplea...
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CAPÍTULO 55
ERICK BLAKE
El escándalo y gritos de la policía inundaron el lugar. Serenazgos, patrullas y bomberos estaban apagando el pequeño incendio que alguien de la mafia había provocado.
_¿Alguien ha visto a París? — mire a mi alrededor.
Nos encontrábamos en el garaje. Samanta y Luca eran los únicos que llegaron minutos después de nosotros.
_La última vez que la vi fue en una de las habitaciones — responde Dakota amarrándose el cabello en una cola alta.
_Tengo que ir por ella — recargo el arma que me dio Mario y la coloco en mi bolsillo —. No dejaré que nada malo le pase.
_Es peligroso entrar nuevamente a la casa — advierte Massimo curándose la herida de su abdomen.
_Tomaré el riesgo, pero no me quedaré con los brazos cruzados.
Luca me detiene y me gira a la dirección contraria.
_No es necesario ahí viene junto con Cristopher — una sonrisa aliviada sale de mi rostro y corro hacia su dirección.
_¿Dónde estabas? ¿Te encuentras bien? — junte mi frente con la suya —. Pensé que te había pasado algo ahí adentro.
_Ya ves que no — se aleja de mí y camina hacia los muchachos —. ¿Qué hacemos ahora? — dice con tono autoritario.
Su semblante mostraba tristeza, furia. Quería desahogarse y su forma de demostrarlo era de esta manera.
_Tenemos que atraparlos. Tenemos que destruirlos de la misma manera que ellos querían hacer con nosotros — Carlos frunce el ceño y Luca lo apoya.
_Tiene razón, unos de sus hombres querían matarme y no pienso dejar que se salgan con la suya.
Un fuerte golpe retumbó y más de cinco paramédicos salieron de la casa con heridos en sus brazos. Ninguno de ellos se nos hacía conocido, posiblemente sean de la misma gente que mi abuelo invitó para la celebración.
_No debemos involucrarnos con la policía — inquirió Massimo —. Si lo hacen se enterarán del negocio de la MSP y tanto Dakota como yo nos vamos a la cárcel.
_Buena logia, además los policías tampoco estarán de acuerdo con nuestro plan — dije con ironía —. Así que no te preocupes.
París seguía sin dirigirme la mirada. Sabía que había cometido un error, debí contárselo el mismo día que lo supe. Mi ignorancia y falta de lealtad me traicionaron y no me perdonaré por eso.
_¿Nuestro plan sigue siendo el mismo? — preguntó Carlos —. Porque ya quiero golpear traseros y estrenar estos bebes —. Enseña dos ametralladoras.
