-"Reedición de una historia propia"-
-Nacido por el bosque y el mar, se encontrará ahora otra alma que como la suya, parece "Maldecida" por la vida. Extraños con experiencias completamente contrarias que lograran crear un lazo irrompible en el lugar...
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El sonido de las teclas apretándose constantemente ante unos dedos temblorosos, la mínima iluminación del cuarto subterráneo venía de la pantalla del monitor, que a su vez alumbraba el rostro perplejo pero sonriente de un hombre de demacrada apariencia; no era un anciano, era más bien un joven que le habia dado la espalda a la vida; al caerse los lentes por el puente de su nariz se los levanta inmediatamente con el dedo.
La pantalla principal mostraba un ensayo largo y tendido en una letra diminuta, en las pantallas a los costados se veían diferentes cosas; en la izquierda, un video con algunos problemas de reproducción en las esquinas, que mostraba lo que parecía ser una cámara de vigilancia, allí, una mujer pelirroja, aparentemente embarazada, pasea una y otra vez por el mismo pasillo infestado de sangre y vísceras; es un bucle infinito. En la derecha, varias pestañas superpuestas con noticias alarmantes en ellas, desde recortes de diarios, hasta imágenes que solían estar en vivo de un laboratorio incendiado hasta los cimientos.
"MÓRBIDO ASESINATO EN UN LABORATORIO DE INVESTIGACIÓN PRIVADA"
Era el título que debajo de sí mostraba una imagen demasiado explícita de uno de los cadáveres en una posición retorcida, casi completamente descompuesto, la carne habia abandonado los huesos y la expresión de dolor parecía perseguir a la víctima incluso tras la muerte.
—Ya falta poco, solo un poco más y estaré con ellos... — Sonreía el hombre desnutrido a la pantalla, sus lentes no permitían verle los ojos manchados de negras ojeras, — Estúpidos, no pueden hacer nada contra ella, el FBI y la CIA deben estar trabajando en el caso... pero no llegaran a hacer nada— Con orgullo acaricia la pantalla, donde su texto terminaba con un punto final.
—Mi reina, pronto estaremos juntos... la humanidad no merece tus hermosos dotes— Expresa con un sutil sonrojo en el rostro, la pantalla del video sigue reproduciendo la espalda de la mujer mientras avanza, su cabello rojizo está manchado de gotas carmesí que gotean sin para.
—Que asco—
El silencio del aire se vio interrumpido por el casi desgarrador ruido de la carne siendo cortada de forma prolifera, la cabeza del hombre rodó rápidamente por el suelo al ser arrancada del cuello, no hubo necesidad de usar armas. Las garras del albino estaban levemente manchadas.
Sin problemas se las limpio con la bata de su víctima.
—¿Qué mierda mirabas tanto?— Killua se colocó frente al monitor, allí donde las imágenes en bucle se mostraban, con desagrado desconectó de inmediato el aparato, lo veía claramente, era una mujer embarazada en posible estado de desaparición, no le preocupaba en lo absoluto el bienestar de la mujer y su hijo, en su porte y manchas de sangre notaba la realidad.
No debía sentir pena por un asesino.
—Espero que no te moleste que me lleve todo esto...— El albino le habla en tono burlón al cuerpo que posteriormente empuja al suelo junto a la cabeza, saca el pendrive de su bolsillo y pone a descargar los archivos guardados, incluso los encriptados y con impaciencia se pone a registrar todo el lugar, estaba aburrido y sentía que tenía cosas mejores que hacer, —Tal vez pueda hacer espacio para ti... y para ustedes— Sonríe al ver unas golosinas muy particulares, guardadas en unos empaques dorados con forma de robot.
