💫○La puerta a otras realidades○💫

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Las semanas despues de la pequeña reunion en el departamento de Gon habían pasado algo lentas, para la sorpresa del joven adulto, sus amigos siempre se hacían tiempo para regresar a su hogar y pasar tiempo con él, para descansar de sus ajetreadas ...

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Las semanas despues de la pequeña reunion en el departamento de Gon habían pasado algo lentas, para la sorpresa del joven adulto, sus amigos siempre se hacían tiempo para regresar a su hogar y pasar tiempo con él, para descansar de sus ajetreadas vidas, para comer algo delicioso y luego marcharse o simplemente para pasar más tiempo entre ellos. El pequeño departamento se había transformado en una especie de refugio, uno que siempre aceptaba las visitas sin importar la hora.

A base de costumbre y un poco de obligación, las asperezas habían logrado ser limadas entre los 6 integrantes del grupo de amigos. Para la suerte de Killua y Kurapika, sus seres amados habían logrado llevarse mejor entre ellos, aprendiendo uno del otro e invitándose mutuamente a encontrarse en el departamento de Gon para diferentes actividades. Al muchacho no le molestaba eso, pero le hacía gracia que simplemente se invitaran como si él no fuese el dueño.

Si bien la vida del rubio habia comenzado a ir mejor debido al nuevo estímulo de felicidad que con el tiempo se le habia extraviado, sus problemas personales seguían ocupándolo gran parte del día, tenía horas extras en el trabajo, el doble de personal que dirigir e incluso la obligación de viajar constantemente hacia la mansión principal por órdenes de su único superior, que ya no podía confiar siquiera en la tecnología.

 "Esto es un problema Kurapika, mis anteriores hombres fueron ineficaces a la hora de proteger la información de nuestra familia, necesito que te encargues de estos hechos lo antes posible"— Light Nostrade, el jefe de la familia Nostrade se veía cada día más nervioso, lo llamaba fuera de horario y pedía su completa atención todo el tiempo.

— "Dalzollene está incapacitado para seguir con este trabajo, necesito que estés con mi hija en cada momento Kurapika, necesito que la protejas en cada situación"— Light estuvo aproximadamente 2 semanas enteras insistiendo con esos detalles, su trabajo hace mucho que habia dejado de ser exclusivamente "Proteger a la primogénita Nostrade".

Comprendía el dolor en la mirada del hombre, su vida podía venirse abajo en segundos si se descuidaba, temía confiar en nuevos reclutas ya que varios de ellos lo habían traicionado. A pesar de todo Kurapika intentaba razonar con el hombre, la situación era crítica pero él también tenía una vida, un objetivo.

— "¡Estoy seguro de que esos malditos están detrás de ese robo!, incluso dejaron parapléjico a mi anterior guardaespaldas"— No podía culparle de tener una paranoia enorme, — "¿Y si... están detrás de mi pequeña Neon?, ellos... estoy seguro de que esto es para quitarme a mi preciada niña"— El amo Nostrade tiembla del horror, de solo imaginar lo que esos monstruos le harían a su preciada hija, lo aterraba.

Eso terminó por convencer a Kurapika, habia ido una vez más a la mansión principal para poder hablar con el hombre que tantos años antes lo habia contratado, el lugar no cambiaba, a pesar de los detalles y los bellos muebles, estar entre esas paredes le daría un escalofrío que le congelaría la nuca.

Un gato en el vagónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora