La situación en la mansión Zoldyck era un desastre debido a los problemas que el futuro cabeza de la familia creaba, éste, a sabiendas de que debía seguir trabajando y obedeciendo, comenzaba a huir de su "hogar" junto a su pequeña hermana, cada día más constante, sin ningún tipo de duda aquello dañaba la mentalidad de la matriarca Zoldyck. Sus hermanos mayores no comprenden su accionar, aquello que habia logrado sacar la parte más brava del joven albino.
Su abuelo y padre lograban ver como poco a poco la maldición del albino comenzaba a tomar más fuerza, eran conscientes de la energía maliciosa que eso podría llevar, los cambios, era hermoso ver una gema tan reluciente sacar todo su potencial a la luz, pero a la vez era peligroso.
Un relámpago, una tormenta abrasadora que se llevaba todo con él.El joven adulto jamás estuvo orgulloso del trabajo que ejerce, al inicio de su vida no comprendía porque eso le generaba un malestar que luego se transformó en aburrimiento gracias a la costumbre, era bueno en ello y nunca lo hubiese visto como algo malo si no fuese por el nacimiento de la pequeña Alluka, momento donde se dio cuenta de que algo malo estaba sucediendo.
Su mente infantil no podía competir con la que ahora posee, así que le avergüenza admitir que asesinar es una de las cosas que mejor hace, es limpio y rápido, no se especializa en torturas, pero su hermano Illumi le habia enseñado, con mucho empeño, a dejar en un sufrimiento constante a sus víctimas. Recuerda cuando era niño y aun le tenia fanatismo a su padre, lo veía como alguien increíble e inalcanzable.
Los años lo habían alejado de esa ilusión infantil, pues la realidad lo habia golpeado demasiado fuerte, ¿De que le serviría escapar si cuando llegue a las afueras y choque con el "otro mundo" nunca podría sentirse parte de él?.
No habia nada que lograra hacerlo sentir a salvo, siempre debía proteger, ser el fuerte, Alluka lo necesitaba así.—"Killua, tú serás la próxima cabeza de la familia, el que nos guíe y le dé un nuevo reconocimiento a nuestro apellido..."—
Su padre se lo repetía, cuando era niño intentaba que esté feliz con ese futuro, pero ya no le funcionaba,
—"Tus manos le labrarán un nuevo camino a tus hermanos, les darás todo y ellos a ti"—
Como respuesta siempre habia silencio, un asentimiento y por último la resignación.Era peor que hablar con una pared, la época de adolescencia habia sido difícil para el joven, parecía una vasija de sí mismo, más apagado, falto de motivación, fue durante esos años que le prohibieron ver a Alluka y a la vez, fue durante esa época cuando su maldición comenzó a tomar riendas en su cuerpo.
—"Si hago esto es para que permitan que Alluka sea parte de la familia, ella se lo merece más que nadie"—
Sus palabras eran casi mudas, pues era el deseo de un joven sin la fuerza para pelear,
—"No quiero que ella esté en esa habitación otra vez"—
En esos años aún no había logrado levantar la cabeza hacia su padre con el odio que a veces le profesaba.Fue un trato silencioso, Alluka podría ser parte de un circo de marionetas donde la familia haría de marionetistas, ella solo bailaría feliz entre un escenario frío, con su hermano como único espectador. Con los años esto fue cambiando un poco al menos, las actuaciones dejaron de parecerlo, incluso hubo momentos donde realmente se tragó ese espectáculo.
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Un gato en el vagón
Fanfic-"Reedición de una historia propia"- -Nacido por el bosque y el mar, se encontrará ahora otra alma que como la suya, parece "Maldecida" por la vida. Extraños con experiencias completamente contrarias que lograran crear un lazo irrompible en el lugar...