-"Reedición de una historia propia"-
-Nacido por el bosque y el mar, se encontrará ahora otra alma que como la suya, parece "Maldecida" por la vida. Extraños con experiencias completamente contrarias que lograran crear un lazo irrompible en el lugar...
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—Alluka duerme— La tenebrosa voz de Nanika hizo suspirar a ambos mayores, ya habían pasado varias horas desde la última vez que el rostro brillante de la niña habia desaparecido en la penumbra de su contraparte, que inundaba el ambiente de un aire tenso, este suceso es cada vez más frecuente, Alluka está mucho más cansada, tarda mucho menos en desgastarse, aún no saben el motivo, pero lo asocian al estrés y al cambio general que la niña no habia parecido sufrir en lo absoluto hasta ahora.
—¿Qué te gustaría merendar Nanika?— Pregunta Gon mientras busca sus toallones para poder bañarse, Killua, a su lado, mira a su "hermana", a él no le produce ningún tipo de extrañeza la presencia de Nanika, todo lo contrario, le produce tranquilidad, no hay lugar más seguro para Alluka que la mente de su contraparte.
—Galletas— Exclama con una sonrisa tétrica que ambos jóvenes adultos interpretan como una de felicidad, las muecas del ente no les producen incomodidad, solo es su presencia, pues es inevitable que algo tan frío y pesado no levante los cabellos de tus brazos, más aún cuando se esparce por todo el ambiente, es violencia mezclada con dulzura, es el lobo disfrazado de la tierna abuelita.
La tarde pasó rápidamente, la pequeña familia podía darse cuenta de que ahora actuaban más específicamente como un miembro de un núcleo tradicional de parentela, turnándose para limpiar los platos, lavar la ropa y atender los extraños pedidos del ser que se mueve como un muerto por la casa, incluso en ocasiones, si no la tomaban de la mano, ella no se movía, simplemente se quedaba congelada en donde estaba. Alluka no daba indicios de querer despertar, pero la entendían perfectamente.
Gon guarda en su mochila una muda de ropa, algunos sacos de café y pequeños paquetes con snacks para saciar su hambre durante su turno de trabajo, ya que ese sería su primer día completo, Hanzo le habia pedido personalmente que se quedara toda la noche y él no pudo negarse, más aún sabiendo que la paga sería del doble por hora. No sabía si sentirse emocionado o aterrado, seguramente era una mezcla que se filtraba perfectamente por su gran curiosidad, algo le decía que a esas horas no muchos rondarían, así que no sabía que tanto podría hacer por su jefe.
—"Es un horario ridículo, ten tu teléfono cerca todo el tiempo, en cuanto ocurra algo extraño me marcas de inmediato"— Le habia dicho Killua al verlo guardar cosas en la mochila.
Al principio lo llamó exagerado, pero ya era una costumbre hacerlo, pensando más detenidamente era ciertamente preocupante, él no dejaría a Killua trabajar a esas horas, aunque confiaba en que cualquier persona estaría exponiéndose más a él que a su amigo al hacer cosas premeditadas.
—"Estaré bien, por favor no te quedes despierto y evita que Nanika lo haga, mañana tienen que ir a anotarle al secundario y si Alluka no ha vuelto tendrás que ir tú solo"— Killua habia dejado todo anotado, los horarios de inscripción y el lugar exacto donde habían guardado todos los papeles y documentación necesaria, ya era hora de volver a la realidad, a una vida normal.
