África

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No tan animada como cuando me despertaba sabiendo que ese mismo día iba a ver a Martín, pero sí contentilla sabiendo que al menos Lucas y yo comeríamos juntos. Así me levanté de la cama tras apagar la alarma de mi móvil. Encendí mi reproductor de música, me puse una de Shakira y me vestí. Avisé a mi madre de que ese día comería algo en el colegio y me fui. Al entrar en clase, y como siempre, allí estaba ya sentado y ojeando algo en su móvil, Lucas. Al acercarme a mi mesa, se dio cuenta de que había llegado, apartó la vista de su IPhone y me miró. Me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Fue en ese instante en el que me di cuenta de que no me había saludado de la misma manera que en años anteriores.

-Buenos días, África-me dijo en voz baja.

-Hola, ¿qué tal?

-Bien, ¿tú?

-Un poco dormida aún, pero bien…

-Eso es porque te acuestas tarde, deberías evitar algún que otro programa emitido tarde por la radio y no te pasaría…-me dijo.

Aunque tenía más conversación con él, aún le notaba tímido. Le sonreí, y antes de que pudiera contestarle…

-Hola, ¡fea!-me saludó Ester.

Se sentaba delante de mí. Me giré hacia ella y dejé de hablar con Lucas. El susto que me llevé fue tremendo, aunque era consciente de que por hablar con él, no pasaba nada.

-Hola Ester, ¿has dormido hoy?

-Qué va… Hoy tengo la recuperación de mates…

-Jo, suerte…

-La voy a necesitar…

Llegó también Raquel, tan guapa y animada por la mañana como siempre. Ojalá pudiera estar de tan buen humor como ella por las mañanas.

-Hola chicas-dijo, sentándose en su silla.

Ella se sentaba al lado de Lucas, algo que me había fastidiado mucho desde que había empezado el curso.

Las clases se me pasaron lentas, no sé si porque me costaba volver a la rutina o porque estaba impaciente porque llegara la hora de la comida. Me pasé la última hora de filosofía pensando en Martín, en si le habrían dado ya el aprobado en sus pruebas o no, en si pensaba en mí tanto como yo en él… Luego pensaba en Lucas, en por qué estaba tan mono conmigo, habiendo estado apenas unos días atrás con Ester, ¿qué pretendía? Me empecé a preguntar si también sería una más para otro más.

El timbre sonó y la gente empezó a salir del aula corriendo, deseosos por salir de allí y comer.

-Hasta mañana, África-me dijo Ester, saliendo de la clase-. ¡Chao Raquel!

-¿No vienes conmigo hoy?-me preguntó Raquel.

-No, tengo que hablar con la tutora.

-Me huele a que hoy comes con Martín y me lo estás ocultando, pillina…

Muy oportuna mi amiga. Lucas aún seguía allí, tratando de disimular metiendo libros en la mochila.

-Nos vemos mañana, Raquel…-me limité a contestarle.

Mi amiga me guiñó el ojo y salió contenta de clase. Ahora solo quedábamos Lucas y yo.

-Pensaba que comías conmigo-me dijo, soltando una risa.

Sonrojé.

-¿Martín y tú…?-me preguntó.

-¿Eh?