POV: Anastasia Steele
Estados Unidos Seattle, 6:00 AM, Lunes
La cara de Perla no puede estar más roja. Estruja con fuerza sus dedos ya es hora de que de el discurso. Veo como sube hasta el pequeño escenario. Vero, Max y yo ya tenemos experiencia de hablar en público pero nuestra hermanita no.
Ya Dulce Miel está en sus manos pero aún así cuando se trata de una reunión la que habla soy yo. Así que esta es la mejor forma de que ella pierda el miedo de hablarle a las personas y se puede soltar. Desde aquí puedo ver el temblor de sus manos. Nos regala una pequeña he incómoda sonrisa.
_No soy buena para los discursos - su voz resuena por toda la estancia - aquí donde me ven estoy aterrada - todos los presentes suelta una pequeña risa - pero nuestro padre nos enseñó a enfrentar nuestros miedos con uñas y dientes así que cuidado - más risas. ¡Joder! Es una genia. Sus hombros se relajan por completo - hoy estamos aquí para celebrar la apertura de las sucursales de las empresas Steele. Hoy cumplimos unos de los sueños de nuestros padres y se que donde quieran que estén están orgullosos de nosotros.
Mi vista se vuelve un poco borrosa. Christian apreta suavemente mi mano.
_Todavia nos queda mucho camino por recorrer pero se que mis hermanos y yo llevaremos nuestras empresas al siguiente nivel. Nuestros padres tomaron la mejor decisión y no lo vamos a defraudar. No sabré nada de números y extrategia así como Max y Ana o cuáles son los mejores hilos como Verónica - seca sutilmente las lágrimas que ruedan por sus mejillas - se que mamá le hubiera gustado enseñarme ella la responsabilidad que conlleva tener a Dulce Miel en mis manos pero ella me dejó a los mejores tutores no solo en los negocios si no también en la vida.
Max se levanta de su silla con una copa en la mano. Sus ojos está brilloso y algo húmedos.
_¡Por Raymond y Clara Steele!.
La velada de ayer estuvo espléndida pero lo que más me gustó de la noche fue como terminó. La forma como Christian poseyó mi cuerpo hace que todos los vellos de mi piel se erice. Abro lentamente la puerta de la cocina para encontrarme con Gail manos a la abro con el desayuno. Lucia y Perla tienen que estar saliendo antes de las siete una para el maternal y la otra para la universidad mientras que Christian el cual deje durmiendo y yo normalmente salimos a las ocho.
_Veo que ya tienes casi todo listo - mi voz hizo que Gail se sobresaltara.
_El de las niñas ya casi está listo - me dice con una sonrisa cálida - Brenda ya llegó Teddy aún no sé a despertado - asiento lentamente.
_Lucia ya está despierta las escuché arreglándose en la habitación de Perla - de un tiempo para acá todo se volvió tan monótono en la mañana.
_¿Quiere algo especial para el desayuno? - me encogí de hombro. Cualquier cosas que me ponga esta mujer en el plato me lo como sin pensarlo.
_Tortilla - moví la mano quitándole importancia.
_¿De que? - suelto una risita mientras niego con la cabeza.
_No se Gail sorprenderme - di media vuelta para encaminar a la puerta - y hazle lo mismo a Christian.
Mis pasos fueron firmes y me dirigieron directamente a la biblioteca alias mi despacho o como me gusta llamarlo mi pequeño paraíso. Después de una semana intentando trabajar desde casa. Y digo intentando ya que Christian no me dijo hacer casi nada. Hoy estaré muy ocupada. Dios se apiade de mis empleados. Tomo asiento en mi silla de CEO la montaña de documentos obstaculiza mi visión. Hago una mueca de desagrado y tomo el primero. Mi asistente y yo tendremos mucho trabajo antes de empezar con el nuevo.
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Regresan a mi
FanfictionNuevamente voy cayendo en ese agujero negro cuando sus manos rozaron mi cuerpo me volví a sentir como esa niña de vestido amarillo. ¿Pero es posible que la misma persona te haga sentir como esa niña de cinco años y al mismo tiempo esa niña de diez a...