Capítulo 17

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POV: Christian Grey

Estados Unidos Seattle, 4:50 AM, Domingo

El dolor que en este momento alberga mi corazón está apunto de partirlo en dos. Lo único que se puede escuchar en la pequeña habitación de hospital son los fuertes sollozos y lamentos. Ella no merecía terminar de esta manera.

Frente a nosotros yace su cuerpo sin vida, mas frío que un tempano de hielo y más pálido que nunca. Ese color rosado que resaltaba su piel se fue desvaneciendo con el pasar de los tiempos. Ya no tenía a nadie, estaba completamente solo.

Mis pequeños serian mi única compañía. Lucia se aferra con fuerza a mis piernas, Teddy me ve con cara de no entender lo que está pasando. Mi alma arde el no pudo disfrutarla ni yo tampoco.

_Lo lamentamos mucho, pero ya no podíamos hacer nada, ella se dejó morir - cierro los ojos con fuerza deseando que esto sea una horrible pesadilla.

La habitación comienza a dar vueltas, un horrible chillido se instala en mis oídos. Al abrirlos me encontraba frente a nuestras familia y conocidos todos vestidos de negro. Mi mano está apoyada en un ataúd se caoba.

Fuertes sollozos acompañados por horribles sonidos salieron se lo más profundo de mi garganta. Esto no es cierto, ella no puede estar en esa horrible caja de madera. Las lágrimas recorrieron su habitual camino.

No podía mirar, no tenía la fuerza suficiente para ver por última vez el rostro angelical de mi diosa. Todos me miraban con tristeza y pena, desde pequeño odiaba con todas mis fuerzas que me mirarán asi, pero ahora en este momento no me importaba.

Se supone que tengo que decir unas palabras, mi garganta se sentía comprimida por un dolor agudo. Recorrí por quinta vez con mi mirada cada unos de los rostros presente. Ya es hora de la despedida.

_Anastasia fue, es y será la mujer más hermosa y valiente que conocí en mi vida, ella llegó a mi de la manera más magnífica solo como mi nena puede hacerlo. No hay palabras que describir lo que en este momento estoy sintiendo, me estoy muriendo por dentro, pero se que encontraré mi paz y eso será viendo los ojos de nuestro pequeño. Vuela alto mi ángel.

El ataúd comenzó a descender y yo no pude resistir más, caí de rodillas frente a la fosa. Fuertes gritos de lamento y rabia se hicieron presentes. Intente aguantar mi dolor y guardarlo para mí, pero fue imposible.

Ella se había ido.

Veía el cielo azul y estrellado, la fuerte y fría brisa erizaba mi piel poniéndola sensible. Las lágrimas descendían con lentitud por mis mejillas. Las decisiones correctas son capaces de destruirte poco a poco. El dolor y la pérdida que siente mi cuerpo me hace estremecer. Ya no hay marcha atrás, ya todo está perdido.

La amargura se estaba apoderando de mi cuerpo, viejos recuerdos inundan mi mente, pero esto es más doloroso. Patricia fue mi primer amor, pero Ana el amor de mi vida la única mujer que se que necesito a mi lado. Pero esa ya no es posible pues la perdí de la peor manera.

La arrancaron de mis brazos de la peor manera dejándome completamente a la deriva, sin saber dónde ir o que hacer. Tengo la esperanza de escuchar su voz susurrada contra el viento. Que llegue en mis sueños y me diga lo mucho que me ama antes de desaparecer. Lo único que pido es poder tenerla otra vez entre mis brazos. Lugar del cual nunca debió salir.

Ahora ella se encuentra sola y fría mientras que yo me muero por dentro por estar guardando mis sentimientos. ¿Como le digo a mi pequeña que hoy será el último día de su madre?, ¿Como le digo a nuestras familia que la tenemos que desconectar para que descanse en paz?, ¿Como hago para dejar de sentirme tan miserable?. Las pesadillas Canda vez son más frecuentes, una peor que la otra. En todas y cada unas de ellas la pierdo.

Regresan a mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora