Capítulo 22

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POV: Anastasia Steele

Estados Unidos Seattle, 8:30 AM, Martes

Christian sale de la habitación dejando a sola con el doctor Jhon charlatán Flynn. El toma asiento en unas de las esquinas de la cama, ni tan cerca ni tan lejos de mi.

_Podras mentirle a todo el mundo, pero sabes que a mí no - el me mira con esa intensidad que siempre me a resultado intimidante.

_No te he estado mintiendo solo ocultando información - el enarca una ceja por mis palabras.

_Soy todo oído Steele - cruzas sus piernas para luego poner ambas manos en su rodilla.

_¿Es posible que las repercusiones del coma lleguen a borran todos mis recuerdos menos los que recupere? - juego nerviosamente con mis dedos.

_¿Haz olvidado algo? - me pregunta con interés.

_Es de mala educación responder una pregunta con otra - el suelta un bufido antes de echarme esa mirada de, habla y ya - si he olvidado algunas cosas.

_Si, eso puede ser unas de las consecuencias - ¡Unas!.

_¿Y cuáles serían las otras? - muerdo con fuerza mi labio inferior, no me va a gustar para nada lo que vaya a salir de la boca de Flynn.

_Aparte de la pérdida de recuerdos, sin hacer ningún examen se puede notar el desgaste mental que todo esto a producido, puede llegar a un momento que olvides como hablar, agarrar las cosas, comer hasta incluso respirar.

De todas forma voy a morir, si Miguel no llega a mi, mis problemas mentales si. Acarició rítmicamente el pecho desnudo de Christian, mi dedo de vez en cuando se topa con unas de sus cicatrices. Arriesgo su vida por salvar la mía, pero igual sin que nadie sepa la estoy perdiendo, se está escurriendo entre mis dedos igual que el agua, la cual se evapora al caer en el suelo hirviente. El doctor Miller ayer después de la revisión dijo que físicamente estoy bien.

Pero lo que le preocupa es los exámenes que Flynn tiene pensado hacerme. El también esta sospechando algo, no guarden mucho el café pronto de vendrá mi funeral, almeno podrán decir que morí de forma natural por mi enfermedad. Mi cabeza reposa suavemente en su pecho, el subir y bajar de este logra apaciguar un poco mi angustia. Me aferre a su cuerpo inconsciente, no puedo, no soportaría olvidarlo. No podía seguir viviendo con solo 5 años de mis recuerdos.

Cierro los ojos para ver si puedo seguir durmiendo aunque sea unos 15 minutos más, para cuando despierte tener la mente despejada. Se me hace raro que Lucia no esté despierta por la hora que es, o tal vez Gail la tenga para que nosotros podamos descansar. Negué un poco, duerme Anastasia sólo duerme un poco y ya. Abro los ojos como platos al recordar nuevamente el USB, tengo que buscarlo antes que se me olvide. Me levanté con cuidado para no despertarlo.

Acarició con las yemas de mis dedos su mejilla, está tan cálida que logra calentar hasta el último de mis huesos. Christian tiene ese poder ser verse más joven cuando duerme. Me acerco y le doy un casto beso en la frente siguiendo por la punta de su nariz y tardandome un poco en sus labios. Antes de olvidar a mi familia y hundirme en un mundo oscuro primero tengo que salvarlos y apartar las sombras que quieran oscurecer sus días.

_No cumpliré mi promesa de estar siempre a tu lado - le regaló una pequeña sonrisa - pero si voy apartar lo malo para que ustedes vivan en paz.

Abro la puerta del gran armario, todo está impecable y ordenado como siempre. Por un momento pensé que mi ropa tendría alguna pequeña capa de polvo pero no es así, Gail se encargó de mantener en orden las cosas en mi hogar. Veo entre la larga fila de carteras intentando localizar la que llevaba ese día. En mi cabeza todo está tan borroso y distorsionado. Me adentro para ver más de cerca, siento que todas las carteras se ven iguales.
Cierro los ojos por un momento, vamos Ana cálmate.

Regresan a mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora