C A P Í T U L O 30

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Hyunjin se abrió camino a través de los jardines que servían como parte del campo de batalla, matando a un puñado de vampiros que se interpusieron en su camino y esquivando a un par de cazadores que intentaron atacarlo.

Golpe. Golpe. Golpe.

Había más de un incubus emitiendo esos ruidos sordos. Los vampiros alrededor de Hyunjin se pausaron cuando la sensación también los invadió. Muchos de ellos cayeron ya que tanto cazadores como incubus tomaron ventaja de la situación.

Hyunjin continuó hasta que vio a Jeongin.

Estaba en el balcón del segundo piso, observando la batalla. A su alrededor había comandantes y otros incubus de importante apariencia. Dentro de la casa, Hyunjin pudo ver lo que parecía un centro de control móvil, completo con despachantes delegando información.

Jeongin, totalmente en su forma incubus, usando la iridiscente armadura con pinches, se veía intimidante y magnífico. Sus alas estaban extendidas detrás de él y Hyunjin observó cómo empalaba a un vampiro a través de su abdomen con su masiva espada y pateaba al cuerpo fuera del balcón.

Tres incubus pequeños estaban a su lado. Todos ellos tenían los ojos cerrados.

Golpe. Golpe. Golpe.

Un lord vampiro chocó contra una de las incubus, aplastándola. Luego desgarró el rostro de un segundo incubus.

Hyunjin cruzó la distancia remanente y saltó hacia el lord. Aterrizó a sus espaldas y arrancó una de sus alas. El lord lanzó un alarido, agarró a Hyunjin por los brazos y lo lanzó tan lejos a través del campo de batalla que quedó cerca de la casa vecina.

Hyunjin rebotó hacia un grupo de cazadores que se teletransportaron antes de chocar contra él. Se precipitó a través de las vides antes de chocar finalmente contra un pequeño muro de contención.

Para el momento en que Hyunjin regresó, el lord estaba entrelazado en una lucha con Jeongin. Jeongin golpeó la empuñadura de su espada a lo largo del rostro del vampiro y luego extendió el brazo para una estocada.

El lord cayó bajo el control de Jeongin durante un momento. Chan se teletransportó y le clavó una estaca en el corazón.

—¿Tú no tienes que despejar algunas casas? —le preguntó Jeongin cuando Hyunjin saltó hacia arriba.

Jeongin no esperó que Hyunjin respondiera. Se volvió y ladró órdenes al grupo de cazadores que estaba en el techo, cubriendo el lado norte de la casa.

Jeongin podía haber estado ocupado comandando una batalla, pero Hyunjin no lo había visto en cuatro meses.

El caos se sucedía a su alrededor: varios despachantes gritaban la información todos al mismo tiempo, un cazador apareció de la nada para dar un reporte, sanadores se apresuraron para ayudar al incubus que había sido herido por el lord y la batalla rugía debajo de ellos, pero Jeongin, el Gran Lord General, no estaba amilanado por nada de la locura.

Hyunjin observó mientras Jeongin procesaba cada parte de la información que le daban y, de una forma casi desapasionada, derivaba nuevas órdenes. En calma. Sereno.

Jeongin dio un paso al costado cuando una flecha desviada pasó volando por su cabeza y luego atravesó una misiva que un despachante le había entregado. Él de ninguna manera reconoció ni pareció notar que recién se hubo apenas alejado del camino de la muerte.

¿Cómo era que este hombro podía llenar a Hyunjin con tanto miedo y deseo al mismo tiempo?

Hyunjin reluctantemente se separó y se alejó para despejar la otra casa. No le llevó mucho tiempo; los dueños de la casa estaban muertos y sólo había un par de vampiros aún vivos dentro. Para su sorpresa, un grupo de cadetes de Ashwood con los que él había entrenado un par de veces, había quitado a los vampiros. Estaban todos exhaustos, también era su primera batalla, pero se manejaron bien, a pesar de que tuvo la sensación que no deberían estar allí.

Captive (Beautiful Monster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora