Hyunjin despertó en su habitación. En la mesilla de noche al lado de su cama había una pequeña caja con un lazó que la envolvía. La abrió y dentro había un par de guantes de cuero sin dedos con una nota que decía:
Disfrútalos.
—Chan
Hyunjin sonrió.
Se duchó y vistió, luego tomó El Libro de los Cinco Anillos para leer mientras esperaba a ser convocado. Diez minutos después, nadie había venido a buscarlo.
Algunas noches eso sucedía. A él no le importaba, significaba más tiempo para leer.
Tres horas después, olió la ecencia de Jeongin fuera de su habitación. Bajó el libro y se arrodilló mientras Jeongin entraba. Estaba nuevamente con su vestimenta habitual: un traje entallado. Hyunjin no pudo evitar notar lo bien que le quedaba.
Jeongin cerró la puerta detrás suyo y estudió a Hyunjin en silencio por un par de minutos.
Hyunjin sonrió levemente cuando se dio cuenta de lo que estaba esperando Jeongin.
—¿Puedo tomar sangre, Maestro? —Había pasado un tiempo desde que había pedido sangre de esta manera porque incomodaba a Changbin y ella era la que lo alimentaba la mayoría de las noches.
—Puedes —dijo, y extrajo su teléfono para pedir un poco.
—¿Maestro...?
Jeongin pausó la llamada. ¿Sí?
—No quiero matar a nadie en realidad. ¿Puedo tomar sangre embotellada o simplemente no matar al humano? —Hyunjin no estaba seguro si Jeongin le concedería la petición.
Mientras luchaba, disfrutó la emoción que las matanzas le causaban. Realmente se deleitaba en ella. Aun quería sangre fresca pero un humano que ni siquiera podía resistirse y luchar... había llegado a odiar la idea desde que había aprendido a detenerse cuando se alimentaba. Incluso el vampiro bajo su piel quería un reto.
Jeongin asintió y levantó el teléfono hacia su oído. —Un cuarto de sangre, a la habitación de Hyunjin. —Colgó. —Levántate.
Hyunjin así lo hizo.
Jeongin lo rodeó, estudiándolo. —Quítate la remera —le ordenó. Hyunjin se la quitó y Jeongin pasó un dedo sobre su hombro, donde el tigre lo había mordido. La piel aún se veía algo rosada, pero se había reparado. —. Has sanado bien.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde la batalla? —preguntó y lanzó la remera hacia la cama.
—Tú dímelo.
Esa siempre era una tarea difícil para Hyunjin. Sus bolsas de sangre, con todo el daño que habían sufrido, estaban completamente sanas. Le quedaban un par de cicatrices, y estaba lo suficientemente hambriento que quería más sangre, pero no tanto como debería estarlo considerando toda las curaciones que su cuerpo tuvo que realizar, lo que significaba que probablemente había sido alimentado por via intravenosa en algún momento. Podían ser dos días o dos semanas por todo lo que sabía.
—No estoy seguro —admitió—. No sé cuándo sanaron todas estas heridas.
Jeongin pasó sus dedos a lo largo del estómago de Hyunjin; el toque electrificó sus nervios y fue directamente a su miembro. —Tienes otra forma de medir el tiempo.
Ah, su soavik, sabía cuánta cantidad exacta su cuerpo usaba cada día. —Seis días.
—Correcto. —Jeongin parecía complacido.
—¿Por qué me mantuvieron inconsciente tanto tiempo? ¿Hubo un nuevo consejo acerca de lo que será de mi destino?
—Sí.
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Captive (Beautiful Monster)
FantasiaHwang Hyunjin ha pasado siete años luchando contra la insaciable hambre de sangre que lo consume. Incapaz de impedir que el vampiro dentro de él sea la presa de los seres humanos, se mantiene confinado a una existencia solitaria. Todo cambia la noch...