C A P Í T U l O 32

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Maraton 1/5

Hyunjin se movió sobre su asiento en la limosina por décima vez en el último minuto mientras esperaba a Jeongin. El esmoquin que llevaba puesto se le veía bien, pero era incómodo. No era el material o el tamaño, todo eso era perfecto, era lo que representaba: el baile.

Tampoco era cualquier baile. Era uno de los más importantes de toda la temporada. Cualquier persona importante estaría allí.

Durante su entrenamiento, Hyunjin había aprendido un montón acerca del protocolo de los íncubos con Changbin, pero se había dado cuenta de que ella solo había arañado la superficie de las reglas para una sociedad amable. Había pasado la última semana en un curso intensivo de etiqueta.

Tanto Jeongin como Changbin pasaban la noche con el enseñándole sobre bailes populares, reglas e incluso habían trabajado en su conversación.

Había reglas para todo: cuando y como llegar a un evento (todo era un espectáculo), como comer (no era algo que le importara a Hyunjin), que temas eran considerados prohibidos (en este evento era considerado de mal gusto hablar acerca de la guerra), con quien era correcto tener sexo (cazadores de turno y humanos reclamados estaban prohibidos), donde ir para tener dicho sexo (Hyunjin tenía permitido llevar a una pareja dispuesta), la lista era eterna.

Encontró interesante que había reglas sobre quien lideraba cuando dos hombres o dos mujeres bailaban juntos, era quien tenía una posición más alta en la sociedad. Parejas del sexo opuesto eran usualmente lideradas por el hombre a menos que una mujer de mejor rango insistiera en tomar el papel. Era raro, pero pasaba.

Hyunjin tenía que darles eso a los íncubos, a ellos no les importaba con que género follaran con tal de que existiera atracción.

El sistema de rangos y clases de los íncubos fascinaba a Hyunjin. En realidad, había pocos títulos únicos, la mayoría de las personas que estarían allí serian lores o ladies, pero todos tenían algún orden de rangos. No era realmente oficial o siquiera discutido, pero era esperado que cada incubo supiera quién era de mayor o menor rango que ellos y estar al día con cualquier cambio, como cuando un incubo ganaba más poder, dinero o influencia.

Adquirir, por ejemplo, una compañía Fortune 500 podría llevar a un incubo justo a la cima de la escalera social, donde tendría que ser responsable del mantenimiento de los equipos de cazadores y contratar a otros íncubos. Hyunjin estaba impactado al saber cuánto dinero controlaba la especie, y cuantas compañías eran suyas. La mitad del condenado planeta les pertenecía. Y los humanos no tenían una maldita idea.

Los rangos también podían cambiar basados en una situación o evento. Un rey o reina estaban encima de Jeongin la mayoría del tiempo, a menos que estuviera en un campo de batalla. En esas situaciones Jeongin, como el Gran Lord General, tenía autoridad absoluta. Si él les ordenaba que pelearan, ellos lo harían, incluso si no eran guerreros.

No había que arrodillarse en fiestas a menos que el Gran Rey se presentara y entonces todos se arrodillaban ante él.

Hyunjin estaba aliviado de saber que el Gran Rey no era esperado esa noche. Él no salía de Nueva York y esta fiesta era en Virginia, dada por la Reina HyunA, que era la nieta del Gran Rey, y su consorte Lord Dawn, quien no era un rey, pero poseía alto rango y era respetado de cualquier manera. La Reina HyunA reinaba la mayoría de la Costa Este.

Hyunjin se sentía bajo mucha presión de hacer las cosas perfectamente en la fiesta. Era literalmente de vida o muerte para él. Convencería a los íncubos de agradarle y tendría una oportunidad de vivir.

Jaló el corbatín, soltándolo por accidente. Genial, ahora tendría que volver a hacerlo. Gruñó en frustración, se lo sacó y lo lanzó al otro lado de la limosina. Aterrizó a los pies de un cazador.

Captive (Beautiful Monster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora