C A P Í T U l O 36

99 14 10
                                    

5/5

Jeongin despidió al cazador con una sacudida de su mano.

—Gracias, Comandante.

Minho hizo una reverencia y desapareció del balcón en un flash de luz blanca.

¿Cuánto tiempo había estado Jeongin detrás de él? Demasiadas veces esa noche había dejado que sus sentidos vagaran. Mantuvo sus ojos lejos de Jeongin mientras se levantaba de la cerca e hincaba la rodilla. Hyunjin no necesitaba mirar a Jeongin para saber que estaba enojado.

—Ustedes dos casi se matan esta noche —dijo Jeongin.

Hyunjin no tenía una respuesta. Jeongin tenía razón, ambos habían estado a punto de matarse entre ellos. Ahora que estaba tranquilo, podía admitir para sí que la hoja de Sunno había estado más que cerca de cortar su cabeza, más de lo que quería admitir.

—¿Por qué te acostaste con Lady Minju? —preguntó Jeongin. Hyunjin podía sentir los ojos de Jeongin sobre él.

—Amo, yo... ella captó mi atención desde el otro lado de la habitación. Desde el momento que la vi, la desee.

—¿Y qué ella estuviera con Sunno no tuvo nada que ver?

—No, Amo —suspiró Hyunjin—. Es obvio que Sunno y yo no nos agradamos.

Él... me enfurece. Pero no tendría sexo con alguien solo para enojarlo.

Jeongin estuvo en silencio por un momento hasta que finalmente le dijo—: Te creo.

El alivio inundó a Hyunjin.

—Pero si tú y Sunno pelean de nuevo, vas a ser castigado. ¿Necesitas detalles sobre lo que te voy a hacer?

Por ahora, Hyunjin tenía una buena idea sobre los castigos que Jeongin podría darle. —No, Amo. No peleare con él.

Pero más le valía a Sunno no traicionarlo de nuevo.

—Eres extremadamente suertudo de que le agrades a la Reina HyunA. Toda esta noche podría haber resultado diferente sin su apoyo. Levántate.

Hyunjin se levantó y enfrentó a Jeongin, que se veía serio.

—Esta ha sido una noche muy cara para mí.

—Lo siento, Amo. —Se sentía terrible acerca de eso.

—Me lo vas a compensar pronto.

Hyunjin no tenía idea de lo que deparaba su futuro, pero todavía planeaba rescatar a la hija de Jeongin de la casa de los vampiros. No había sido capaz de hacer nada mientras estaba entrenando y todavía necesitaba información antes de que pudiera formular un plan y salvarla.

—¿Por qué no escogiste pelear cuando la Reina HyunA quería que la impresionaras? —preguntó Jeongin.

Hyunjin sonrió y su dedo pasó por una rotura en su manga.

—No quería arruinar el esmoquin.

Un lado de los labios de Jeongin se curvó en una media sonrisa.

—Y tenia de la sensación de que la pelea no la iba a impresionar —añadió Hyunjin.

—Tus instintos fueron correctos, ya no la impresionan muchas cosas. ¿Cuánto tiempo has sido capaz de sentir gárgolas de esa manera?

—No estoy seguro, Amo. Cada noche paso un poco de tiempo extendiendo mis sentidos más lejos. Uh, tal vez hace unas semanas comencé a sentir las que están arriba de tu fortaleza.

—Espero que me reportes cualquier habilidad nueva que tengas.

—Sí, Amo. No quería esconderla de ti. Solo que se sentía como algo que siempre he podido hacer. Es difícil de explicar, pero ni siquiera lo pensé. —Era verdad. Sentir las gárgolas del techo sobre él se había sentido normal y no había vuelto a pensar en ello desde aquel momento.

Captive (Beautiful Monster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora