C A P Í T U l O 40

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Hyunjin se relajó en la ducha de agua caliente mientras lavaba la sangre, la ceniza y los pequeños pedazos de entrañas de su cuerpo. Ya había escoltado a los íncubos al carro que había adquirido más temprano. Asper había surcado el cielo en el momento en que el grupo recogió a Yeji. El fuego en la casa principal seguía propagándose, pero cuando salieron por las puertas, la magia lo enmascaró y no podía ser visto o sentido por extraños.

Hyunjin estaba aliviado de que Giselle supiera como manejar, pues el grupo no podía volar —sus alas habían sido recortadas. Cuando él empezó a preocuparse de que nunca podrían volar de nuevo, ella le aseguró que con el tiempo sanarían.

Se separaron —Hyunjin planeando regresar. Con cinco íncubos, en el carro no había espacio de todas maneras. Él le dio la espada en caso de que se encontrarán con algún problema pero ya no sentía ningún vampiro cerca.

Giselle le sugirió a Hyunjin que esperara un poco antes de volver. Quería hablar con su padre primero para aplacarlo un poco. Hyunjin estaba cien por ciento de acuerdo con tratar cualquier cosa que pudiese disminuir la furia de Jeongin. El plan era esperar por una hora y media antes de regresar.

Utilizó ese tiempo para ducharse en la estructura que había albergado a los íncubos. Además de retener a los prisioneros, había cuartos para sirvientes, guardias, y vampiros menores. Ahora estaba completamente vacía. Hyunjin fue a través de algunas habitaciones hasta que encontró una con prendas que podrían quedarle, y estuvo encantado de ver que el agua funcionaba.

Después de la ducha, se lavó las suelas de sus botas y se puso una camiseta negra que le quedaba algo apretada, y un par de pantalones lo suficientemente decentes. Se sentó en la cama y disfrutó de unos pocos momentos de paz. No tenía ni idea de lo que Jeongin iba a hacerle. Había desobedecido. Sabía cuáles eran las órdenes del Gran Rey y lo hizo de todas maneras.

—Príncipe —eso es lo que Namjoon había dicho... ¿qué había querido decir con eso? ¿Era su señor un rey? Él ni siquiera quería saber si los vampiros tenían reyes.

Todavía a horas del amanecer, Hyunjin se puso de pie y se estiró. Fue a la cocina y rompió la línea de gas fuera de la pared. Él no iba a dejar el sitio en pie.

Cogiendo fósforos, fue a la puerta del frente y esperó a que la casa se llenara con el gas. Entonces, la encendió.

Con tiempo para matar, observó cómo ardía hasta que fue la hora de partir.

Se lo tomo con un poco más de calma esta vez. Le tomaría alrededor de veinte minutos regresar. No tuvo problemas hasta que estaba a unos tres minutos de la torre.

Pasaba por un lugar llamado Inniswold cuando apareció frente a él un destello verde en una calle vacía. Tuvo que frenar duro y virar a la derecha para evitar golpear al cazador. Él tropezó y patinó por el asfalto aterrizando en su espalda.

Los Argonautas —el equipo incluyendo a Hueningkai e Minho— aparecieron. Chan estaba con ellos también. Antes de que Hyunjin pudiera decirles que no quería pelear, Chan disparó una flecha de plata a su estómago perforando una bolsa de sangre y una oleada de cadenas plateadas se envolvieron a su alrededor.

Acababa de bañarse y ahora se veía como la mierda de nuevo, con una herida de carretera y un abdomen sangriento. Sin mencionar las cadenas hirvientes.

—Paren —Hyunjin gritó. Otra flecha se introdujo en él. El dolor empezó a expandirse en él mientras su cuerpo tenía problemas aguantando toda la plata ardiente—. Por favor, no puedo resistirlo.

No podría así quisiera. Lo tenían sujetado con cadenas que no podía romper y que estaban agotando, rápidamente, las pequeñas reservas que tenía en ese momento.

Captive (Beautiful Monster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora