METEOROS EFÍMEROS © #1 [TRILOGÍA SIEMPRE POR LAS ESTRELLAS]

Capítulo 55

Ya es verano AAAAAAAAAAAA

Pasadlo muy bien y descansad que os lo merecéis ☀️🏖️🌅🌄

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☆☆ 55 ☆☆

La gran puerta del campus se abre ante los ojos de todos los presentes.

La gente tiene diferentes expresiones, los alumnos se muestran todos eufóricos, los adultos no tanto.

Les permiten la entrada a las instalaciones, guiándolos a un palacio antiguo —al cuál nunca han tenido acceso—. No es la facultad en la que han estado el pasado mes de septiembre, sin embargo, es bonita.

Es algo remoto —demasiado—, se nota por el estilo arquitectónico.

Tanto por dentro como por fuera, a Nirali le recuerda al palacio de invierno, ese se encuentra en la ciudad de San Peterbeg. Es conocido como uno de los palacios más bonitos del país de Rucrya.

Recuerda algo dado en clase de historia, cuando iba a bachillerato.

Y es que, si echamos la vista atrás, a lo largo de los años, el Palacio de invierno ha sido protagonista de algunos de los acontecimientos que marcarían el rumbo del país de Rucrya. En 1905 el palacio fue escenario de la masacre producida en el asalto durante el que pasaría a conocerse como Domingo Sangriento. Después de la Revolución de febrero de 1917 el palacio se convirtió en la sede del gobierno y poco después sería atacado por el Ejército Rojo.

Ese palacio —al igual que el edificio en el que se adentran—, es de estilo barroco. La diferencia es que el primero refleja el poder y la grandeza de le Rucrya Imperial. Para hacernos una idea de la magnitud de las instalaciones, aquel palacio presenta una fachada de 150 metros de longitud y cuenta con más de 1700 puertas, cerca de 2000 ventanas, 1500 habitaciones y más de 100 escaleras.

Recuerda entonces, cuando fue con su familia de crucero y uno de los destinos era Rucrya. En ese viaje pudieron visitar ese palacio. Por ello le es muy parecido al que están ahora. Sin embargo, el de Ofelia no se puede comparar con la grandeza del de Rucrya.

Una vez en su interior se encuentran con diferentes estancias de majestuosas dimensiones decoradas con todo lujo de detalles.

Dos señores vestidos con smoking son los encargados de dirigirlos.

Los pasillos son amplios y están totalmente limpios. La decoración está muy bien diseñada. Telarañas de mentira por cada esquina. Son de esas que parecen que en cualquier momento vayan a atacarte. Calabazas colgando de las lámparas, huesos del cuerpo humano tirados por el suelo, e incluso pintura recién esparcida, simulando ser sangre... todo aquello le dan la ambientación perfecta.