METEOROS EFÍMEROS © #1 [TRILOGÍA SIEMPRE POR LAS ESTRELLAS]

Capítulo 14

Este capítulo debería subirlo el Lunes, pero voy a andar algo ocupada. Así  que lo subo hoy, de ese modo no os hago esperar (Podéis leerlo el Lunes, si así lo preferís)

Feliz Navidad a todos (otra vez sí) 🤍🎄

<<Red Dragonfly - Instrumental (Hiroko Nakamura, Hiroyuki Ikeda)>>

☆☆ 14 ☆☆

Layla le dedica una mirada más calmada, sin embargo, no es eso lo que le preocupa.

—Me tengo que ir a preparar las cosas —Victoria se despide de ellos—. A la noche os veo.

—A ti lo que te preocupa no es la pelea que se pueda armar en cada habitación —Oliver le recuerda lo que ha dicho—, sino lo que tengamos planeado hacer los chicos de clase, ¿me equivoco?

—Justo en la diana —afirma ella—. No me fío de ese tal Justin, después del comentario que hizo en el patio.

—Te tocará esperar a que llegue la hora de dormir —responde, saliendo de clase—. Nadie sabe qué puede pasar.

—Y lo dice como nada.

Entre que Nirali y compañía se encuentran en sus respectivas actividades, los profesores preparan todo lo necesario para por noche.

Jordan y Susan se encargan del comedor en el que se va a cenar, junto con la ayuda de algunos alumnos que no tienen actividades. Nathan y Victoria preparan las habitaciones, en donde van a pasar la noche.

—Drew, ven aquí —le llama Nathan—. Necesitamos que utilices tu habilidad.

Tal y como pide Nathan, Drew, un chico de cabello castaño y ojos marrón miel, se acerca a él. Carga con un montón de lienzos sin usar junto con algunos pinceles y una paleta de colores. ¿Será de los primeros en saber utilizar su don sin problemas?

—Profesor, no es momento de dibujar —una joven rubia de ojos grisáceos se queja.

—Amber —un chico pelirrojo de ojos verdes se acerca a ella—. Si no sabes para que lo necesita, cállate —le llama la atención. Luego mira a Oliver y a Layla—. Disculpad a nuestra compañera, a veces no sabe cuándo quedarse callada.

—Xavier —lo menciona Nathan—, debes de ser alumno de Jordan , ¿verdad?

—Sí, señor.

—No hace falta alterarse por nada —sonríe—. Solo os pido que guardéis algo de silencio, Drew necesita concentrarse, de lo contrario me temo que dormiréis todos en el suelo y vestidos de la manera en la que os encontráis en estos momentos.

—Vale, lo sentimos.

—Y al resto lo mismo os digo —su tono cambia de nuevo.

—Nathan, no te pases —le riñe Victoria—, que solo son niños.