METEOROS EFÍMEROS © #1 [TRILOGÍA SIEMPRE POR LAS ESTRELLAS]

Capítulo 42

¡Holaaaaa! Subo hoy los capítulos porque mañana no me va a dar tiempo.

Espero que tengáis un buen fin de semana (adelantado).

<<Who yu are (Kurt Hugo Schneider, Anna Clendening)>>

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—Valeria, ¿quieres qué te acerque a casa? —Mark se ofrece a llevarla.

—No te preocupes, Mark —responde poniéndose un mechón de su pelo tras la oreja—. Es que no voy a casa, he quedado con un amigo que tenemos en común Nirali y yo.

—¿Un amigo en común? —indagan Nirali y Oliver.

—Sí, el mejor amigo de Snio —la respuesta va para su hermana—. El chico pelirrojo de ojos azules, que tiene pecas y una sonrisa de infarto.

—Ah, vale, estás hablando de Luka Bright.

—Ese mismo. —Chasquea los dedos—. Le dije a una conocida mía que podría ser su profesor de economía, como sabrás yo no tengo ni idea de economía. Por eso Luka me va a ayudar. Iremos a la biblioteca.

—En la biblioteca no se puede hablar —sisea Nirali.

—Bueno, pues ya veré que hago.

—Sabes que yo también sé de economía, ¿no? —añade Nirali

—Y sabes que no es lo mismo dar la asignatura en bachiller que estudiar la carrera, ¿verdad?

—Jaque mate, tú ganas.

—Si se trata de Economía, yo te puedo ayudar. —Es la primera vez que Oliver dice algo sin hacer ningún gesto feo—. Estoy finalizando mis estudios, y esa es la carrera que hago. Puedo ser un alumno problemático, más, mis notas son excelentes —añade arrogante—. No necesitas la ayuda de ese niño pijo.

—Ese niño pijo, como tú le llamas, es un encanto a diferencia de ti —Val saca la artillería pesada—. Y lo último que quiero, es pasar más tiempo con alguien como tú.

—Que yo sepa quién necesita clase de economía es tu prima, no tú, ¿o me equivoco?

—Gilipollas —es lo primero que suelta.

—Haz lo que te dé la gana, —suspira— por una vez que intento ser amable.

Se ha creado una atmósfera horrible. Mark siente que el salón va a tener que ser purificado, más tarde. Val recoge sus cosas y decide despedirse.

—Mañana os veo —sonríe de nuevo y mira a Nirali con una mueca pervertida—. Y tú, Nirali, mucha suerte y pásalo muy bien mañana.

—Gracias, supongo.

«¿Quién demonios le ha dicho que tengo una cita?» Desvía la mirada hacia Mark y él la aparta.

—¿Suerte? —susurra June.