METEOROS EFÍMEROS © #1 [TRILOGÍA SIEMPRE POR LAS ESTRELLAS]

Capítulo 73

<<Ten things I hate about you (Leah Kate)>>

☆☆73☆☆

Snio aprieta sus labios con fuerza.

Nirali se fija en el pestillo de la puerta, solo tiene que deslizar la pequeña manivela para poder salir de ese cuarto de baño, ya que para ello debe empujar la entrada —en otros servicios la puerta se tiene que abrir hacia dentro— ha tenido mucha suerte esta vez.

Snio ennegrecido porque ella pasa de su orden, lo intenta otra vez. Usa el otro brazo para agarrarle cualquier otra parte del cuerpo, y ella tampoco se queda atrás, consiguiendo evitar que consiga su objetivo, agarrándolo de la muñeca.

Una bofetada.

El labio inferior de Nirali tiene un pequeño corte, y la silueta de la mano de Snio se queda marcada en su rostro, como la última vez.

—Yo no te quería pegar. —Verbaliza él—. Sin embargo, si no me haces caso, no me queda remedio que recurrir a la violencia.

—Das asco. —Ella reprime una sonrisa, procurando mantener la calma.

Otro bofetón.

—¿Vas a hacer lo que yo te diga de una vez? —Alza de nuevo la mano, con intenciones de darle otro golpe—. ¿O tengo que volverte a golpear?

«Terminemos con esto.»

Nirali le clava un fría mirada con ojos dorados en sus orbes marrón miel.

—No sé qué demonios te vi, para querer salir contigo. —Pronuncia.

Él no duda en arremeter otro guatazo, ella consigue esquivarlo, cerrar su puño y darle un gancho de derecha en toda la nariz. Se da un golpe contra la puerta. Nirali ve la oportunidad perfecta para quitar el pestillo y mover el pomo de la puerta, mientras Snio se lleva las manos a su nariz. Otra ocasión, esta vez, ella le da una patada en el estómago, provocando tirarlo al suelo, de la que la puerta se abre. Él se pone de pie, agarrándose a uno de los lavabos.

—¿Qué demonios te ha pasado en los ojos? —Nirali se detiene en la entrada ante aquella pregunta. Sí, ha tardado en darse cuenta—. Siempre han sido marrones oscuros, pero ahora... son dorados.

—Son bonitos, ¿a qué sí? —Se vuelve a acercar a él, más, dejando una distancia de dos metros—. Pues disfruta de ellos, porque esta será la última vez que los veas.

Él se pasa el brazo por la nariz, dejando manchas de sangre en su sudadera. Se acerca a ella, Nirali retrocede a la par.

—¿En serio crees que te vas a librar tan fácilmente de mí? —Muestra una sonrisa, a pesar del puñetazo que ha recibido—. Solo podrás deshacerte de mí, si me matas.

«Yo no digo nada, pero el muy imbécil nos acaba de dar la oportunidad de matarlo.» Ríe internamente por el comentario de Hawks.

«Por cierto, solo noto vuestra presencia dentro de la cafetería.» Añade Hawks.