Capítulo 40

1.5K 225 99
                                    

<<Count on me (Bruno Mars)>>

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

<<Count on me (Bruno Mars)>>

☆☆ 40 ☆☆

Nirali baja de nuevo a la planta baja, para recibir a quién quiera que vaya a hacerles una visita.

Su madre no puede ser, pues está trabajando y no vuelve hasta la noche.

En cuanto gira las llaves, da un pequeño golpe a la puerta, no existe otra manera de abrirla, el ruido que emite es el mismo que el de un calabozo.

Se queda sin habla cuando ve a una persona enfrente de ella. Sus ojos no se creen a quién tienen delante.

—Hola, Nirali. —Una chica de cabello marrón oscuro con mechas californianas la saluda al otro lado—. ¿Te he hecho esperar?

—Val —grita emocionada, saltando a sus brazos—. Tú siempre llegando tarde.

Pisadas se escuchan provenientes las escaleras.

Sus amigas la han debido de oír y han bajado a toda prisa. Junto con June.

Valeria se encuentra en buena forma. O al menos no ven que tenga nada vendado, puesto que su camisa de algodón es de manga larga.

—Me alegra esta bienvenida. —Muestra su dentadura al sonreír—. Cabe recalcar que no vengo sola, tenemos a alguien más.

Desvía su mirada en dirección a las escaleras que hay enfrente del ascensor.

Una chica de cabello azabache y ojos azules se levanta de uno de los escalones.

—No puede ser —susurran Caye y Aria.

—¡Layla! —gritan simultáneamente las cuatro.

Su ausencia las ha tenido en Babia todo el días.

Lo habían pasado fatal por la mañana cuando se la había llevado gravemente herida.

—A todo esto, ¿cómo estáis? —cuestiona Aria—. ¿No habéis salido muy pronto?

—En lo que a mí respecta, me han tenido que quitar cristales que tenía clavados por los brazos y por las piernas —levanta su ropa y les muestra vendajes en esas zonas—. Aún me duele, sin embargo, me ha dejado irme, siempre y cuando no haga muchos esfuerzos.

—Bueno, pues ya sabes, a cuidarse —asiente Caye—. ¿Y tú Layla?

—Yo estoy bien —responde—. He estado más horas que Valeria en el hospital. Me han dicho que me han tenido que sedar para poder succionar todo el veneno, y que sigo viva de puro milagro. —Desvía la mirada al suelo—. Al igual que Val, necesito descansar. Es bueno que haga reposo hasta entonces.

Eso a Nirali le resulta extraño.

Es prácticamente imposible que los médicos hayan succionado el veneno en tan solo un día. La Virogénesis se conoce como la habilidad de esparcir una sustancia venenosa por el aire, dejando a las personas de alrededor inconscientes, o incluso muertas. Cyrus tiene que ser muy habilidoso para haber evitado propagarla por el aire y haberlo hecho mediante contacto.

METEOROS EFÍMEROS © #1 [TRILOGÍA SIEMPRE POR LAS ESTRELLAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora