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Si antes de la inesperada "confesión", Mina y Nayeon apenas se veían, ahora era sumamente difícil que cruzaran palabra. Cada vez que la coreana se encontraba en el hogar de los Park no preguntaba por su cuñada y, por su parte, Mina se mantenía en su habitación encerrada con la primera excusa que se le ocurría, todavía se sentía avergonzada e inocentemente pensaba que con el pasar de los días todo volvería a ser igual a cuando apenas se conocían.
Ese fue su primer error, creer que sería fácil dejar de pensar y sentir.
Sí, quizá no llevaban años conociéndose, pero Nayeon había resultado una persona difícil de olvidar. Sus comentarios, su risa, su preocupación. Mina no se sentía bien sabiendo que ni siquiera contaría con la amistad de la coreana.
— Ni siquiera dije que me gustaba. — Mina habló para el aire, sus dedos se movían con agilidad y su mirada no se apartaba de la pantalla del computador. — Ella lo malinterpretó todo. — Apuntó y disparó a uno de los cinco enemigos. "Disparo a la cabeza." Una sonrisa de autosuficiencia apareció en su rostro. — Solo dije que es asombrosa. — Soltó un suspiro y en menos de dos segundos la pantalla se volvió gris. Su personaje había muerto. Molesta por haber perdido se quitó los audífonos lanzandolos cerca del teclado y se impulsó para deslizar su silla hacia atrás. — Deja de pensar en ella. — Cubrió su rostro con ambas manos y reclinó su silla.
— Mina, bebé, ya es hora de irnos.— Su padre tocó tres veces su puerta. — ¿Ya estás lista? Tu madre y hermano nos esperan allá.
La joven se levanto perezosamente y abrió, su ceño estaba fruncido gracias a la luz del pasillo, había perdido la cuenta de las horas que llevaba encerrada en su oscura habitación. — ¿Irnos? ¿A dónde?
Siwon, su padre, pasó de tener una alegre expresión a otra muy confundida. — Dios, lo olvidé. Tu madre me va a matar... — El hombre caminó de un lado a otro, llevando ambas manos a su cintura. — Hoy Jinyoung pedirá formalmente la mano de Nayeon.
Su estómago se revolvió. — Formalmente. —Repitió con cierta gracia. — Perdón, pero, ¿no has visto el anillo que Nayeon siempre lleva consigo? Yo creo que eso es muy formal. ¿Necesita volver a pedirle que se case con él? Ya le dijo que sí una vez, que no sea molesto... — Ni siquiera se dio cuenta cuando empezó a hablar más rápido de lo normal, ganándose una mirada curiosa por parte de su padre. — E-es decir, no me gustan las formalidades, ya sabes, se me hacen aburridas.
— Pero hacerlo frente a la familia Im es diferente, hija.— Siwon explicó con la dulzura que lo caracterizaba. — Llamaré a tu madre, le pediré unos minutos más. Será mejor que te apresures, báñate y cámbiate, te esperaré abajo.
Mina no supo con exactitud cuántas maldiciones repitió en su cabeza una y otra vez mientras cerraba con fuerza su puerta. Si no podía soportar los "lindos" momentos que la pareja exhibía frente a todos, no sabía cómo soportaría algo tan cursi como una pedida de mano.
— Ya te dijo que sí, maldito egoísta, deja de restregarmelo en la cara.
Se quedó parada, mirando la oscura pared, sintiendo un nudo en la garganta.
— Tal vez... sí me gusta después de todo.
Aceptarlo era lo más difícil que le había tocado hacer esos últimos meses. Era fácil de suponerlo, después de todo la tenía presente en su mente la mayor parte del tiempo, cuando estaba con ella se sentía torpe, tonta y feliz, y apenas podía ver los intercambios de afecto con su hermano. Era un remolino de emociones que la absorbía hasta dejarla en el suelo, débil y sin esperanza.
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↳ Dopamina┇ MinaYeon
FanfictionUn matrimonio "feliz" compuesto por tres personas. La verdadera felicidad que Mina necesitaba no era la que cada semana se inyectaba. (+) advertencia: » Esta historia contiene lenguaje vulgar, escenas violentas y una relación más que tóxica. Si er...