12.Rival

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📌

»Actualidad, dos meses después.

Nayeon frotaba las palmas de sus manos sobre sus muslos, estaba notablemente nerviosa y cualquier que la viera podría darse cuenta. Para su suerte, su ahora esposo se encontraba acomodado en el asiento de a lado, con las manos entrelazadas sobre su abdomen y con los ojos cerrados, dormir le ayudaba bastante a olvidar que se encontraba en un avión. Los dos regresaban de su "soñada" luna de miel. Y Nayeon no podía mentir, esos dos meses la había pasado bien junto al mayor. Aunque las primeras semanas no había podido evitar imaginarse a Mina cada vez que Jinyoung la tocaba o besaba, finalmente terminó convenciéndose de que ya era hora de dejar ir a ese amor imposible.

Esa mañana antes de abordar el avión había recibido un mensaje por parte de su madre, tanto la familia de ella como la de Jinyoung les darían una cálida bienvenida en el aeropuerto antes de celebrar su llegada. Por supuesto, también hizo un comentario nada discreto sobre querer convertirse en abuela pronto y aunque la idea no era descabellada, Nayeon prefería evitar ser madre por el momento. Siempre había soñado con formar una familia, darles a sus hijos un buen ejemplo y criarlos con todo el amor que solo una madre y un padre pueden brindar, pero obviamente, ese sería el peor momento para intentarlo.

Primero necesitaba curar sus heridas, volver a enamorarse del hombre maravilloso que tenía a su lado y olvidar a Mina, su cuñada.

Su corazón estaba ansioso por ver de nuevo a la japonesa, pero su razón le gritaba que parara de torturarse así, no debía hacerse ninguna ilusión, ni siquiera debería estarse sintiendo nerviosa por volverla a ver. Desde ya se mentalizaba para ignorarla o, en el peor de los casos, hablarle lo necesario para no generar sospechas entre sus familias.

El avión arribó a su destino: Seúl, Corea del Sur, todos los pasajeros fueron bajando con ayuda y amabilidad de las azafatas deseando que hayan tenido un agradable viaje, sobretodo a los de primera clase que es donde los recién casados habían estado. Jinyoung le sonrió a su esposa antes de entrelazar sus dedos y salir para poder reunirse con sus familias.

—¿Estás bien? ¿El viaje te afectó? — Preguntó suavemente.

—Estoy feliz, he extrañado a todos. Quiero contarles todo lo que hemos hecho.

—¿Todo? — Preguntó el muchacho alzando ambas cejas logrando que su esposa se ruborizara.

—Es decir, no todo... Pero ¡qué estás pensando! — Jinyoung rió y se inclinó para besarla antes de continuar con su recorrido.

Después de recoger sus maletas se dirigieron al gran grupo de gente que sobresalía entre todos. Nayeon sintió su corazón acelerarse en cuanto miró a Mina que, claramente, no tenía la menor intención de estar allí por su propia voluntad. Y aunque la japonesa ahora lucía diferente a como la recordaba, eso no era lo que llamó su atención, tomando la mano de Mina se encontraba otra muchacha con el cabello naranja.

Si había algo que reconocía de Mina era su gran capacidad para alejar a las personas si es que estas no eran de su agrado. Había sido testigo del gran número de chicas que gustaban de la japonesa y esta, sin ningún tipo de gentileza, los rechazaba. No pudo evitar sentirse dolida al verla de la mano con otra persona. Apretó sus dientes y se recordó a sí misma que ahora todo era diferente, era una mujer casada dispuesta a hacer funcionar su relación por el bien de todos, incluido el de ella.

—¡Mis amores! — Tiffany se refirió a ambos antes de lanzarse a los brazos de la pareja de esposos.

Mina bajó la mirada en cuanto sintió más fuerte el agarre que mantenía con Sana. Sabiendo que ella estaba preocupada por sus sentimientos, se esforzó bastante en dedicarle una sonrisa para tranquilizarla. La pelinaranja se había ofrecido a acompañarla y no había mejor persona que ella para hacerlo, después de todo, la japonesa también estaba esforzándose por olvidar todo lo sucedido con su cuñada.

Cada uno de los familiares fueron abrazando a los recién llegados, tarde o temprano ella también tendría que hacerlo. Prefirió no crear una atmósfera incómoda y cuando su mirada se cruzó con la de su hermano, ensanchó su sonrisa. Fingir. Era lo único que le quedaba. Abrazó al mayor murmurando un suave "bienvenidos" y tras unos segundos queriendo alargar ese abrazo, tuvo que separarse. Mina sintió como una punzada fue directamente a su corazón en cuanto envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Nayeon. Ninguna habló y aunque para ellas fue un roce eterno, para los demás pareció una interacción muy rápida.

— Me alegro que ya estén aquí. — Dijo Mina.

— Y veo que viniste muy bien acompañada, hermanita. — Comentó Jinyoung con una sonrisa mientras codeaba a la menor.

— Oh... claro. — Mina se hizo a un lado para que la pareja de esposos pudiesen ver a la pelinaranja. — Ella es Minatozaki Sana, es... ahm, bueno...

— Una amiga. — Completó la japonesa mayor antes de hacer una reverencia. — Al menos por el momento. — Añadió ganándose una mirada celosa por parte de Tiffany que, obviamente, seguía siendo una madre sobreprotectora con su bebé. Sin embargo, hubo alguien más que no tomó a bien su insinuación, para suerte de Nayeon, nadie lo notó.

Ese comentario hizo sonreír inconscientemente a Mina. — Deberíamos irnos ya. — Mina notó esa incomodidad en la expresión de Nayeon. Su intención no era herirla llevando a la persona con la que salía, simplemente deseaba convencerla y convencerse a sí misma de que todo había terminado. — Una larga cena aburrida nos espera.

Y sin intenciones de estar frente a esa pareja un segundo más, su mano encontró a la de Sana para así adelantarse.

— Podemos no ir. — Sugirió la pelinaranja en voz baja mientras se avanzaban hasta las puertas del aeropuerto.

— No quiero huir más. — Mina relajó su expresión y sonrió hacia ella. — Además, te tengo a ti. Si estás aquí todo estará en orden.

Sana no pudo aguantarlo y se detuvo a mitad de camino para besar a la japonesa sin importarle que casi toda su familia se encontrara a sus espaldas. No fue un intento suyo para "marcar su territorio" frente a Nayeon, simplemente deseaba hacerlo, y al parecer no fue mala idea ya que Mina -ligeramente sorprendida por su acción- le guiñó antes de volver a avanzar.

↳ Dopamina┇ MinaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora