19. Extraña confianza.

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— Solo dime, hija, ¿qué te molesta? — Tiffany preguntó por segunda vez.

Cerca de las dos de la madrugada Mina había regresado a casa, recién bañada y ropa que le pertenecía a Chaeyoung, todo para disimular el olor impregnado de marihuana.

Por supuesto, sus padres y hermano la esperaban, todos reunidos en el largo sofá y con tazas de café en la mesita de centro.

Mina tomó lugar en uno de los sillones y solo se limitó a desviar la mirada ante los tres pares de ojos instigadores . — ¿Podemos continuar después? — Su voz estaba un tanto ronca, se sentía cansada, con un insoportable dolor de cabeza y sinceramente no deseaba estar en el mismo lugar que su hermano. — Por favor.

Siwon lucía enfadado, algo nuevo, ya que para él, Mina era la princesa y luz de sus ojos, pero empezaba a disgustarle esa faceta tan desinteresada por todos y por todo. — Ten la educación de explicarnos por qué te fuiste así. ¿Hubo alguna emergencia? Fue grosero de tu parte ni siquiera dar una excusa.

— Todo está bien, papá. De verdad... quiero dormir y-

— ¡Al menos míranos! — El grito exasperado del hombre hizo que los otros tres se sobresaltaran, muy pocas veces Siwon mostraba un carácter fuerte y atemorizante. — ¿Qué te sucede, Mina? ¿Es que he creado a una persona desagradecida y maleducada? ¡Los Im pronto también será tu familia! ¡Ten algo de consideración!

—¡No me interesa! —Mina se levantó de su asiento. —¡Ni siquiera quería ir a esa estúpida cena! ¿Cuál era el punto? ¿Presumir su perfecta relación con Nayeon? ¿Comprobar que ambas familias al fin se unirían y habrá más dinero? —Los ojos furiosos de la menor viajaron por los rostros sorprendidos, tampoco pasó desapercibida la expresión dolida de Jinyoung.

—Mi matrimonio con Nayeon no es ningún arreglo, está fuera de los negocios de papá, si a eso te refieres. —El hijo mayor se defendió, aunque no había sido necesario, Mina sabía a la perfección que sus padres jamás se atreverían en mezclar asuntos personales con negocios. A comparación de la voz cargada de ira de Mina, él todavía mantenía la tranquilidad. —Ella y yo nos amamos, y tú lo sabes.

La menor dejó caer sus hombros, su mano derecha cubrió sus ojos, la tensión era palpable en la sala. —Dejemos el tema... Por favor. ¿Quieren una disculpa? Bien. Perdón. No volverá a pasar. ¿Sí? Okay. — Solo deseaba acabar con esa innecesaria conversación, y al momento de pasar a lado de su hermano este la detuvo, sosteniendo con fuerza su antebrazo.

Tanto Siwon como Tiffany actuaron de inmediato y movieron su cabeza en negación.

— Ve a tu habitación... Hablaremos cuando te des cuenta que no es necesario estar a la defensiva con nosotros.

No hubo necesidad de más palabras, se quitó la mano de Jinyoung de encima con brusquedad y caminó -por no decir que corrió- a su habitación deseando poder dormir y despertar en cualquier otro lugar que no fuese esa casa.

El castigo de un mes que Mina y Chaeyoung se imaginaron mientras compartían una pipa, nunca llegó, pero tampoco fue necesario ya que Mina no tenía las ganas suficientes para hacer algo.

Su habitación era su refugio donde no tenía que ver los rostros de su familia ni escuchar los planes de boda.

Esa tarde del sábado se encontraba sola en casa y había decidido sentirse bien. Estaba perfectamente acomodada en su cama; con anterioridad había cogido una camiseta vieja y cubierto por completo el pequeño espacio que había desde el suelo hasta el final de su puerta, las ventanas estaban abiertas de par en par, el álbum "Back to black." se reproducía en Spotify, sus ojos estaban cerrados y su mano derecha cargaba con una pipa roja, regalo de Chaeyoung.

↳ Dopamina┇ MinaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora