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Una sola mordida a la fruta prohibida fue suficiente para que el paraíso llegara a su fin; sin embargo, para Mina, cruzar la línea de lo prohibido le permitió abrir las grandes puertas del cielo... y es que, besar a Nayeon, era eso justamente, un cielo disfrazado de pecado.
Ambas convirtieron un simple partido de baloncesto en sutiles miradas, sonrisas y caricias. Nadie podía intuir que Nayeon y Mina guardaban un secreto capaz de destruir sus propias vidas, y solo bastaba ser observador para notar el cariño que se expresaban sin hablar.
— Revancha. — Pidió Minho, el mejor amigo de Jinyoung, cuando el balón ingresó al aro dándole la victoria al equipo de Mina.
La japonesa celebró el excelente lanzamiento de Chaeyoung antes de voltearse con el entrecejo fruncido hacia el grupo de su hermano. — ¿Eh? — Su condición física ya no era la misma, y podía intuir la razón de su falta de aliento. — ¿Ahora? —Dijo apenas reponiéndose.
— ¿Sería posible? — Preguntó Jinyoung.
— Yo quiero ir a la piscina. — Dijo Chaeyoung. —Sin embargo, si ellos aceptan jugaré una vez más. Eso sí, esta vez apostaremos algo de dinero. ¿Qué les parece?
— ¿Estás bromeando? — La sola mención de una gran cantidad de dinero hizo que los ojos de la mayoría brillaran. Mina, por el contrario, sólo quería tomar una larga ducha y dormir hasta volver a sentir sus piernas. — Lo siento. Yo estoy fuera.
Esa era una gran oportunidad que Nayeon no dejó pasar, rápidamente se colocó a un lado de Mina y se cruzó de brazos. — Te apoyo. Estoy exhausta.
— Quedaría un cuatro contra cuatro.
— Somi y yo podemos jugar reemplazándolas. — Esta vez fue Yeri quien intervino.
Jinyoung se acercó a su prometida y colocó ambas manos en los codos de ella. — ¿Segura que no quieres jugar? — Preguntó haciendo algo parecido a un mohín que hizo a Mina girar los ojos irritada. — Esta vez ganaremos.
— Quisiera descansar un poco, ayer me quedé en la oficina horas extra. — Sin querer verse muy cariñosa con él, dio un paso hacia atrás alejándose del contacto con Jinyoung. — ¿Crees que pueda dormir en tu habitación? Bajaré para el almuerzo con todos.
El muchacho asintió con media sonrisa antes de inclinarse a besarla. — Lo que tú quieras mi amor. Esto no nos tomará ni una hora.
— Bien, iré a bañarme. — Mina se dio media vuelta, sin embargo, una mano tomando su brazo la detuvo.
— Voy contigo. — Dijo Nayeon. —... cuñada.— Esto último fue como un reflejo para calmar las miradas curiosas de algunos ante su inesperada cercanía.
— Como sea. — Mina se encogió de hombros y tuvo que ocultar una sonrisa.
Ambas avanzaron hacia el interior de la casa mientras escuchaban al resto organizarse y así jugar un partido extra de baloncesto. Ninguna habló hasta que, al estar adentro, Nayeon vio a Mina dirigirse a su habitación.
— ¿Qué haces? — Preguntó mientras le seguía el paso a través de las escaleras.
— Debo bañarme... — Mina se detuvo en el último escalón y giró su cuerpo para ver a la mayor que iba tras ella— ¿Me acompañas? — Cuestionó mientras se cruzaba de brazos.
— ¿Bañarme contigo? ¿A eso te refieres? N-No es una buena idea, Jinyoung está abajo y yo me demoro mucho...
La risa de Mina hizo que detuviera su rápido discurso. — Relájate, sólo bromeo. — Inclinándose alcanzó los labios de Nayeon y, tras un corto beso, se dio media vuelta para ir hasta su habitación. — No demoraré, puedes esperarme en la sala o donde estés más cómoda.
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↳ Dopamina┇ MinaYeon
FanfictionUn matrimonio "feliz" compuesto por tres personas. La verdadera felicidad que Mina necesitaba no era la que cada semana se inyectaba. (+) advertencia: » Esta historia contiene lenguaje vulgar, escenas violentas y una relación más que tóxica. Si er...