•••La oscura habitación albergaba a dos personas semi inconscientes. Tal vez muy temprano para su gusto pero tras recibir una llamada de una Chaeyoung emocionada, Mina no dudó en visitarla para probar la nueva mercancía que su amiga tenía.
La japonesa estaba situada en el suelo, con la espalda apoyada en la cama de la coreana, piernas cruzadas, brazos extendidos sobre el borde del colchón y su cabeza gacha. Todos sus sentidos permanecían nublados, lo suficiente como para ignorar la presencia de Chaeyoung que permanecía acostada sobre la cama balbuceando cosas sin sentido.
Mina no era primeriza con la heroína, pero era tan difícil encontrar vendedores de confianza en Seúl que no estaba acostumbrada a consumirla. No se arrepentía. Había podido olvidar por unas cuantas horas el dolor que le generaba perder a la persona que amaba. Cobarde era el sinónimo perfecto para ella, pero no estaba dispuesta a estropear la perfección de Nayeon con sus malas costumbres. Así que la dejaría en manos del tarado de Jinyoung. Don perfecto sí la merecía.
Regresando a su situación actual y la única a la que debía prestar atención, su nariz logró percibir un desagradable olor muy cerca a ella. No lo soportaba y se vio con la obligación de alzar su rostro, limpiar el brazo donde minutos antes una aguja había estado y bajar la manga de su camiseta. No pasó mucho tiempo cuando una sonora carcajada escapó de sus labios al descubrir la fuente del hedor, recordando que hacía unos veinte minutos había vomitado y el desagradable charco permanecía a su lado.
— Iugh. — Arrugó su nariz e intentó levantarse, fallando en el intento por unas cinco veces. Tuvo que posar ambas manos sobre el colchón y con ayuda de este impulsarse hacia adelante para poder acostarse al lado de Chaeyoung. Fue una misión difícil trepar esa pequeña distancia pero lo logró. — Hazte a un lado...
La escuchó quejarse pero obedeciéndola de inmediato.
Se quedó boca arriba, con las manos sobre su abdomen y la mirada fija en el techo. Ya no había extrañas figuras moviéndose sobre las paredes, el efecto alucinógeno iba pasando lentamente siendo reemplazado por un incómodo malestar que se propagaba desde su estómago hasta su boca.
Oh-oh.
Rápidamente se levantó y vomitó nuevamente.
Debía empezar a controlarse o terminaría arruinando la habitación de su amiga por completo. Volvió a acostarse con la esperanza de mejorar. Envidiaba la tranquilidad con la que Chaeyoung dormía, ella deseaba hacer lo mismo. Un buen descanso después de un viaje no le venía nada mal.
Tal parece que sus plegarias fueron escuchadas ya que una vez dejó de sentirse mareada y con náuseas, sus párpados cedieron y Morfeo la llevó a un profundo sueño.
Solo unos molestos golpes sobre su rostro la hicieron despertar después de... muchas horas, tal vez días o semanas. No lo sabía y poco le importaba.
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↳ Dopamina┇ MinaYeon
FanfictionUn matrimonio "feliz" compuesto por tres personas. La verdadera felicidad que Mina necesitaba no era la que cada semana se inyectaba. (+) advertencia: » Esta historia contiene lenguaje vulgar, escenas violentas y una relación más que tóxica. Si er...