04. Cuídate.

766 130 24
                                    


📌

Mina tomó una copa de la bandeja que transportaba uno de los tantos camareros y se alejó todo lo que pudo de la mesa de sus padres, al menos hasta que su hermano y esposa se fueran.

Tal vez estar sola lejos de la pista de baile llamó la atención de ciertas personas que no dudaron en acercársele. El pequeño grupo de mejores amigas de NaYeon fue directo a ella. Si Mina era sincera, todas esas chicas eran agradables pero, por el momento, no deseaba iniciar una conversación.

— ¿Planeas robarte a la novia? — Preguntó Jihyo que la miraba con los ojos entrecerrados.

— Dale un respiro. — Pidió Momo que se acercó a la japonesa y se apegó a su torso siendo lo suficientemente dramática como para fingir que se desmayaba para que Mina la sostuviera. — ¿No ves que sufre por amor?

Mina giró los ojos empujando suavemente a la mayor. Para ellas no era ningún secreto la relación que tenía con NaYeon, de hecho, fue así como el pequeño grupo se dividió en dos bandos, uno apoyaba a Jinyoung y el otro a Mina. Por supuesto, todas guardaron el secreto, pero cada vez que tenían la oportunidad intentaban hacer entrar en razón a NaYeon o a Mina.

— ¿No deberían estar bailando con los amigos del novio? — Preguntó llevándose la copa a sus labios, riendo ante las expresiones fastidiadas de las muchachas.

— Se encuentran por allá. — Señaló Momo.

Los chicos reían por lo que sea que estuvieran viendo en sus teléfonos. Uno de ellos, al alzar su cabeza se encontró con la mirada de Mina, este rápidamente alzó su mano y la saludó con entusiasmo. Mina hizo lo mismo y luego regresó su atención a las chicas.

— La verdad es que yo esperaba que tú me invites a la pista de baile. — Jennie habló y se llevó unas exageradas reacciones por parte de sus amigas.

Mina rió y antes de que pudiera contestarle, su teléfono vibró en su bolsillo. Rápidamente lo sacó y leyó el mensaje de Chaeyoung, distrayéndose por completo de todo lo que le rodeaba.

— Tal vez después. — Dijo extendiendo su copa hacia Jeongyeon quien alzó sus cejas sin comprender. — Debo irme.

— No puedes irte. — Jihyo la detuvo a tiempo antes de que la japonesa corriera a la salida. — Recuerda donde estás.

— Porque lo sé es que quiero irme.

— Al menos despídete de ellos.

Mina odiaba que tuvieran razón y generalmente hacía caso a las palabras de Jihyo, ella era -en definitiva- la más cuerda de todo el grupo, muchas veces había intercedido para que no terminara haciendo una locura que afectara a todos.

— Mina, levántate. — Jihyo llegó a su lado y cuando quiso ayudarla a pararse la japonesa la evadió.

— Vete, por favor. — Pidió en un murmullo para luego volver a hundir su rostro entre sus rodillas, no deseaba ser vista así.

Jihyo no sabía si era el llanto o la marihuana la razón de esos ojos rojos y cansados, pero una cosa sí era evidente, gracias al olor que envolvía a Mina pudo intuir que se había estado drogando durante un buen tiempo. La coreana mordió su labio inferior, a pesar de que conocía poco tiempo a la menor, le había tomado mucho cariño, el suficiente como para preocuparle sus malas costumbres.

↳ Dopamina┇ MinaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora