07. Opuestos.

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Mina abrió la puerta de su casa para darle la bienvenida a Chaeyoung, la coreana ingresó con una sonrisa y en su mano llevaba una pelota de básquetbol. Ambas aprovecharían la ausencia de los señores Park para organizar una partida con su grupo de amigos.

Sin embargo, Mina no contó con la presencia de su entrometido hermano que decidió quedarse en casa y llamar a su novia.

— ¿Te molesta si él se une? — Preguntó en un susurro Mina a su mejor amiga mientras señalaba a Jinyoung que ya se encontraba con su ropa deportiva e intentaba hacer girar otro balón en su índice y Nayeon le celebraba emocionada.

— Sabes que no, pero Mina... ya somos un número par. — Su mirada se deslizó hasta Nayeon que al darse cuenta de su presencia codeó a su novio para acercarse a la recién llegada. — Pero si ella acepta jugar estaríamos completos. Dile a tu cuñada que se nos una.

Mina se lo pensó antes de aceptar, no quería dejar fuera a su hermano, aunque no lo demostraba también quería recuperar esa fuerte relación de hermandad que alguna vez llegó a tener con Jinyoung. — Es un trato.

— Y ellos van en tu equipo. — Finalizó Chaeyoung antes de lanzarle el balón y avanzar hasta la feliz pareja. — ¡Hola! — Saludó alegremente. — Mina me dijo que ustedes jugarán.

— Oh no, no, no. Yo no.

— Claro que sí. — Interrumpió Mina pasando de largo para llegar hasta Nayeon. — Sin ti nos faltaría uno para estar completos. Además, jugarás en mi equipo... ven, te prestaré algo de ropa. — Mina le devolvió el balón a su amiga y sin esperar a la mayor, tomó su muñeca para llevársela consigo.

— ¡Genial! — Celebró Jinyoung. — ¡Será el equipo súper familia!

Mina se detuvo a mitad del pasillo, por lo tanto Nayeon también lo hizo. — Por favor, no lo repitas. — Pidió antes de volver a su labor de llevarse a su cuñada con ella.

A Nayeon le resultó increíble que por primera vez Mina tuviera ese detalle de incluir a ambos en sus planes. Miró el perfil de la más alta y sonrió dejándose llevar. — No soy buena con lo deportes, ¿sabes? ¿Y si me golpean?

— Nadie en su sano juicio te hará daño o se las verá conmigo.

— Aw, Mina. Muchas gracias.

— Escucha, sé que nuestra relación todavía es tensa, pero ya eres parte de la familia, ¿no? Tiffany me enseñó que ante todo debemos de cuidarnos unos a otros. — No sabía con exactitud el porqué le estaba contando todo eso a la mayor, tal vez a ella ni le importaba, pero sentía muy sinceros los intentos de Nayeon por acercársele, por lo que esa era una perfecta oportunidad para hacer algo juntas. Llegando a la habitación de Mina, Nayeon por fin fue libre. — En la primera puerta del armario encontrarás ropa adecuada, escoge lo que veas conveniente, ¿si?

Nayeon le sonrió en agradecimiento y prometió no echar a perder la partida.

La puerta de su habitación se cerró y Mina se recargó en la pared en espera de su cuñada. Tras unos minutos escuchó el bullicio en el primer piso y supo que todos habían llegado. Se imaginó a su hermano intimidado por las imponentes presencias de sus amigos, ellos no combinaban en nada con Jinyoung. Sonrió ante la tímida imagen del mayor y decidió bajar para ayudarlo.

La puerta abriéndose de nuevo la detuvo al borde de las escalera. Al girarse, su mirada se encontró con Nayeon ya preparada para el juego. La menor alzó sus cejas intentando no intimidarse por esa amplia sonrisa que le dedicaba Nayeon.— ¿Lista? — Cuestionó. — Bien. — Aclaró su garganta y después  le hizo una señal con su cabeza para que la siguiera.

↳ Dopamina┇ MinaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora