Cap 14

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Los días pasaron y noviembre termino con una oleada de gripe en la ciudad, muchos se ausentaron debido a la enfermedad y a punto se estuvieron de suspender las clases debido a que apenas había profesores para dar clases.

Mark: hoy es 18 de diciembre, mañana 19 y empiezan las vacaciones de navidades.

Fran: espero no cojas gripe.

Mark: claro; -llama por teléfono- Hola mamá, como estas?

Alya: hola hijo, bastante bien, tu padre acaba de pasar la gripe y tus hermanos apenas han tenido síntomas de ella, como te va a ti por la zona?

Mark: mal, ayer tuve que dar clase a solamente cinco fursonas, fue deprimente, por cierto, sabes cuándo hay luna llena? Fran rompió el calendario y la tiró a la basura esta mañana pensando que era enero.

Alya: es hoy.

Mark: HOY!? –Nervioso- N-no puede ser, segura de eso?

Alya: muy segura, se que ese día tienes problemas en casa con, ya sabes, pero jamás te mentiría en eso.

Mark: bien, a ver cómo me las apaño esta vez, gracias mama.

Alya: de nada hijo, adiós.

Fran: y cuando es?

Mark: hoy, saca las otras cadenas del comodín de mi habitación.

El gran lobo hizo lo pedido y sacó una cadena de dos metros de largo, un candado y una llave. La tarde pasó rápido para desgracia de Mark, esperaba que se le hiciera muy lento pero pensándolo bien, mejor que llegue antes y así pasará antes.

Mark: bien, ya es la hora, a la habitación.

Fran: enserio es necesario encadenarme?

Mar: claro, como no eres tú quien tiene que estar cuidando de un lobo descontrolado y salvaje.

El lobo encadeno a su marido en una silla con una de las cadenas más resistentes pese a saber que tarde o temprano acabaría por romperla.

Mark: bien, ahora vuelvo con la cena.

Se entretuvo limpiando, barriendo, dejando todo bien ordenado mientras preparaba la cena, lo que estaba haciendo tardaba en cocinarse y en vez de perder tiempo se puso a hacer esas labores que tenía pendiente.

Mark: Fran! –Subiendo las escaleras- ya está la cena!

Fran: -ladra-

Mark: parece que señor lobo salvaje está de vuelta, abre la boca.

El grandullón gruño enseñando los dientes igual de blancos que su pelaje, Mark se quedó parado un rato, no debía dejarse intimidar por él, pero es un lobo de dos metros con una fuerza sobrenatural! Eso no ayudaba en nada.

La noche transcurrió tranquila, Mark siguió con sus deberes pendientes hasta que pudo escuchar un ligero "clack", las cadenas habían cedido ante la furia y fuerza del encadenado, el joven lobo sabía lo que estaba por llegar y en menos de lo previsto empezó la persecución entre los dos.

Nunca antes Fran pudo atrapar a Mark y este último estaba seguro de que ese día tampoco iba a ser diferente. Su buena suerte terminó cuando lo vio en la sala casi atrapándolo, durante cerca de una hora siguieron "jugando" al gato y al ratón hasta que terminaron donde empezaron, en el dormitorio.

Fran: -gruñe-

Mark: -retrocede hasta dar con la cabecera de la cama- y todavía quedan cuatro horas?!

El gran lobo se le acercó hasta el cuello, de un momento a otro Mark esperaba que le arrancara la yugular o el hombro, con suerte. Pero de pronto sintió una corriente de aire en su cuello, Fran estaba olfateándolo y eso le causó cosquillas, parece que el lobo lo había reconocido y poco después dejo de olerlo para empezar a besarlo en los labios.

Mark: -con miedo- s-sabía que no m-me harías daño.

El chico pudo relajarse un rato mas Fran no iba a darle ninguna tregua, siguió besando a su amado e intentó quitarle la ropa torpemente, Mark lo alejó para que no se la desgarrara lo que hizo que el gran lobo blanco se pusiera triste al ver como estaba siendo rechazado.

Mark: tranquilo, no te estoy rechazando; ven, te ayudo con la tuya.

En muy poco tiempo la ropa en sus cuerpos era ya historia, ambos desnudos y con cierto lobo con una erección.

Mark: ya sé dónde acaba esto, no es así?

Fran: -aúlla de felicidad-

Mark: no des la lata, y sigue que yo te tengo ganas a ti.

Por dos horas estuvieron así en la cama y en más de una posición pero casi siempre en la favorita de Mark, frente a frente para poder verse, cara a cara.

En la mañana

Fran: -se levanta de la cama- argh! Tengo lagunas acerca de anoche, Mark?

El lobo se alteró luego de no ver a su pareja en la cama, bajó rápidamente hasta encontrarlo en la cocina.

Mark: buenos días, achu!

Fran: no te deje dormir conmigo?

Mark: achu! Terminamos por hacerlo, no te a-achu! Acuerdas?

Fran: la verdad que esta vez tengo lagunas, recuerdo estar encadenado, la persecución, que te empecé a oler el cuello y besándote.

Mark: y no te a-achu! Acuerdas de lo de después?

Fran: lo siento, no.

Mark: bueno, desayuna que me tengo que ir a trabajar.

Fran: con ese constipado?! Ni en broma, hoy te quedas en casa.

Mark: y quien achu! Ira a darles clases?

Fran: yo mismo.

Mark: achu! No me hagas reír, apenas sabes lo que enseño.

Fran: usas las gafas estas y me vas diciendo las explicaciones, no puede ser tan difícil.

Mark: está bien, pero solo por esta vez achu! Y porque es el último día antes de vacaciones de navidades.

Fran se vistió con camisa listo para dar clases y se marchó a la universidad, Mark rezaba para que nada saliera mal, había tenido mucha mala suerte por una larga temporada.

El grandullón tuvo dificultades para encontrar el centro debido a que nunca antes había estado en el lugar, era cierto que Mark le ha hablado acerca de la universidad pero de oídas apenas podía guiarse a través de las calles. Finalmente tuvo que preguntar a los peatones si conocían el lugar.

Fran: disculpe señor, me puede decir donde queda la universidad Cradkor?

¿?: claro, mire usted siga todo recto y gire en aquel semáforo que hay al fondo y después en la rotonda salga por la segunda salida, a partir de ahí siga las indicaciones de las señales y llegará.

Fran: muchas gracias señor.

Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora