Cap 33

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Dos vehículos de asalto especiales llegaban cerca de una colina, nueve sujetos armados y bien equipados bajaban de estos guiados por ayuda externa.

Alvin: Debe haber cámaras de seguridad fuera del edificio para preveer algo como esto, hay que neutralizarlas antes.

Mark: entendido, Lucia, Camila y Samuel, subid a esa colina donde tendréis una mejor vista y acabad con todas las cámaras de seguridad. Oliver, cuando ocurra eso usa el sistema anulador de sondas para que no puedan comunicarse.

Fran: nosotros nos acercaremos lentamente, vamos.

Cada uno se posicionó en su lugar para las tareas que les habían encargado, primero anularon las cámaras de vigilancia, así los que estaban dentro no podrían saber qué pasaba afuera ni podrían prepararse para lo que estaba por venir. Después de eso, Oliver disparó un pequeño dispositivo al tejado del edificio que tras unos segundos para poder montarse, anuló toda señal del edificio, dejando incomunicado a los que estaban dentro.

Tras todo esto, planearon el asalto de la siguiente manera, Mark, Fran y Carlos entrarían por la puerta principal y se harían con el control de la planta baja, Oliver, Oscar y Max entrarían por las ventanas de la primera planta y se harían con el control mientras que Samuel, Lucía y Camila entrarían a la segunda planta y se harían con el control de esta.

Dicho y hecho, Mark entró sigilosamente al igual que sus compañeros en sus respectivos pisos para hacerse con el control de estos. Nada más entrar se tuvieron que enfrentar al comité de bienvenida que apenas eran cinco agentes que quedaron sedados en cuestión de minutos.

Carlos: muy fácil, no son rival para nosotros.

Mark: no te confíes, quizás hayamos cometido un error encargándoles a los demás sus tareas, subamos y ayudémosles.

Subieron por las escaleras a la primera planta para sorprender a una tropa de diez agentes que peleaban contra el grupo de la primera planta.

Carlos: tenías razón, abajo era muy fácil, ahora se complica.

Fran: pues espera entonces a la tercera, debe ser un infierno.

Unos cuantos golpes y unos pocos sedantes bastaron para dejar en el suelo a los agentes que poco pudieron hacer ante los golpes y los sedantes.

Max: gracias, eran demasiados y no pudimos con ellos.

Fran: mejor subamos a la segunda planta antes que tengamos que rescatarles a ellos.

Tras subir se encontraron otra barricada de agentes que no paraban de salir a pesar de ser sedados y derrotados uno detrás de otro. A los quince minutos y tras cuarenta agentes derrotados pudieron dar por "capturado" el segundo piso. Subieron dos pisos más hasta llegar a una puerta custodiada por dos toros musculosos de dos metros.

Fran: no falles.

Mark: puedo hacer esto con los ojos vendados.

Disparó dos sedantes, uno para cada toro y ambos comenzaron a caer no sin antes llegar y sujetarlos para evitar que hicieran ruido y alertara a los que estaban tras esa puerta.

Max: por poco no lo logramos, je.

Fran: podría haberlo hecho solo pero aún así son muy voluminosos como para poder con ellos.

Los acomodaron en el suelo, donde no estorbaran, se acercaron a la puerta sigilosamente, agarraron el pomo de la puerta y contaron hasta tres, tras esto la abrieron de golpe sorprendiendo a todos los que se encontraban, Manu y dos pastores alemanes se sorprendieron ante la llegada de los asaltantes que no tuvieron tiempo de reaccionar sacando ellos su arma cuando cada uno les apuntó con una pistola.

Mark: -apunta a Manu- Disfruta de tu jubilación, abuelo.

Carlos: Disfruta de tu jubilación? Es en serio?

El joven lobo volteó a ver a su amigo luego de dejar de apuntar al anciano.

Carlos: esa va a ser tu mayor frase en el mejor momento?

La simulación finalizó tras esta frase y la sala volvió a ser una gran sala con un cristal en el suelo y varias cámaras en la esquina para poder proyectar objetos en 3D.

Carlos: estamos planeando esta operación como si fuera el guion de una película y a ti, en el momento decisivo solo se te ocurre decir "disfruta de tu jubilación"?

Mark: pues a ver, listo, qué se te ocurre a ti?

Carlos: no sé, un.... Huir no te hace escapar de tu destino o ahora terminaré el trabajo que mi abuelo debió hacer.

Mark: sí claro, como si eso sonase súper épico también, por favor. Voy por mi reloj que encargue hace tiempo y que no fui a recoger, en un rato vuelvo, sigan entrenando.

Carlos: deberías entrenar tú la frase en vez de seguir diciéndonos que entrenemos, podemos hacer la operación casi con los ojos cerrados.

Mark: y por eso es que debemos seguir, si tanto pueden hacerla así traten de recrearla en el simulador.

Los demás integrantes continuaron la simulación mientras la pareja de lobos se subió en su coche y condujeron hasta otra ciudad. Tras aparcar en un aparcamiento cercano a una zona industrial, se dirigieron a una de esas fábricas que aparentaba ser vieja pero no abandonada.

Mark se presentó frente a la puerta de hierro oxidada y sin pintura con un orificio horizontal en la mitad de esta. Hizo un giro con su dedo índice derecho a modo de hacerle entender que se diera la vuelta, para que de espaldas no le pudieran reconocer. Acto seguido se puso la capucha de su chaqueta y tocó la puerta cinco veces, esa era la señal para que puedan ser recibidos.

Apenas unos segundos después la rendija se abrió dejando ver únicamente dos ojos blancos y las pupilas dilatadas de aquel leopardo con pelaje muy oscuro, bajó su mirada y se encontró con el lobo de baja estatura a lo que hizo una pequeña carcajada por lo bajo para que este no pudiera escucharle, algo que sí hizo.

Leopardo: que quereis?

Mark: -tratando de no ser reconocido- vengo a ver a Hypper.

Leopardo: Hypper no quiere recibir a desconocidos, de hecho no quiere ni recibir a nadie.

Mark: vengo por un "paquete" que él me debe.

Leopardo: Hypper no tiene deudas, marchaos.

La rendija se cerró y pudieron escuchar como el de seguridad se alejaba del lugar.

Fran: qué hacemos?

Mark: bien, lo hemos intentado por las buenas, ahora será por las malas –chasquea los dedos dos veces-

Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora