Cap 29

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Mark estaba petrificado ante la información que le estaba dando el compañero de ciencias de su abuelo. Más aun cuando relataba como estaba al corriente del otro experimento que nada tenía que ver con él. Max, el tigre que es novio del hijo de su amigo, también estaba en el punto de mira, Fran era fácil de controlar o mejor dicho, Mark podía asegurarse que nada le pasara pero con Max la cosa cambiaba drásticamente al ser incapaz de saber dónde está y cosas similares.

Mark: no sé de qué me hablas.

Manu: deja de hacerte el loco, lo conoces muy bien, lo creaste tú no?

Mark: siendo sincero, a Fran sí, Max es una especie de contratiempo que no pensaba hacer, ni he hecho.

El zorro se sorprendió, pensaba que él era su creador y al conocer esta información se quedó a cuadros.

Manu: bueno, debo decirte esto, voy a eliminar ese proyecto de la faz de la tierra. Junto con ambas criaturas, no quedarán rastro de ninguna de ellas.

Mark: buen intento, mejor, suerte intentándolo, yo te pararé los pies y apenas des un paso te detendré.

El lobo se fue atravesando la puerta mientras que el zorro se acercaba a un comunicador que conectaba con los agentes de la entrada para decirle un simple y llano "eliminadlo".

La pelea en la entrada no duró mucho pues Mark se vio venir eso y pudo sedarlos antes de poder, siquiera, ser amenazado verbalmente. Condujo a toda velocidad hasta llegar al cuartel donde descargó toda la información rescatada en el ordenador central.

Emily: el inversor modular, acelerador de partículas, generador hidroquímico... son muchos inventos peligrosos. Por lo menos tenemos los mismos conocimientos que él.

Mark: no del todo, por el momento nosotros tenemos esa información mientras que él puede haber desarrollado todo esto.

Fran: y puede usarlo en nuestra contra, que quiere exactamente?

Mark: mataros, a ti y Max, os quiere muertos al igual que quiere que toda la información acerca del "proyecto R" sea eliminada. Para siempre.

Emily: reunimos al "equipo A"?

Mark: tendremos que.

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Perro y tigre estaban tumbados en el sofá, la casa estaba vacía luego de que su padre se hubiera ido a trabajar y que su madre estuviera con sus amigas en un spa. Y ellos ahí, en casa, aburridos, viendo la televisión o mejor dicho, ignorándola porque estaban más a sus cosas que a lo que se mostraba en la tele.

Max: te parece si nos vamos de fiesta?

Oscar: sí, claro, la hacemos en casa que mis padres están deseando de echarme la bronca tanto tiempo que no me la echan, por favor.

Max: bien!

Oscar: claro que no! Donde demonios quieres hacer una fiesta o que haya alguna eh?

En ese momento un helicóptero pasó cerca del lugar y se quedó en el piso, pasados unos segundos se abrió la puerta y el tirador que estaba dentro disparó dos veces al tigre que estaba tumbado en el sofá. La primera bala solo rompió el cristal mientras que la segunda le perforó el pulmón derecho a la altura del pecho y tras esto se marchó de igual manera que apareció.

Oscar: MAX!!!

El perro hizo lo posible para curarle la herida pero no sabía nada acerca de medicina ni por el estilo, hasta que se le ocurrió llamar a Mark.

Mark: si?

Oscar: te necesito urgentemente, acaban de disparar a Max.

Mark: voy para allá!

No tardó ni diez minutos cuando apareció en el piso con un maletín, al parecer había aprendido primeros auxilios y llevaba un maletín con algunas herramientas para curar levemente, sin usar el suero H, las heridas.

Mark: donde está herido?

Oscar: en el pecho, cada vez se siente más cansado y no creo que pueda vivir si no lo llevamos a un hospital.

El lobo introdujo un imán por el orificio de la bala y consiguió sacarla pero para mala fortuna el tigre sintió un horrible dolor en el pecho y comenzó a desangrarse todavía más.

Mark: algo extraño, su curación no ha sido efectivo, debería de haberse curado hace rato, de hecho no debería ni de estar desangrándose.

Al instante inyectó el suero al ver que no había reacción por parte de su regeneración que había visto que en él era posible.

Mark: ten, son dos cajas de pastillas, cada que le hieran o sufra un daño irreparable, en el sentido de otra vez ser disparado y así, que se tome una, no lo hagas cada segundo o perderá efecto.

Oscar: no se supone que deba aceptar así de fácil, digo son medicinas que no te ha recetado el médico.

Mark: es solo apariencia, el suero está en las pastillas, mejor dicho son las pastillas.

Oscar: vale, entonces las acepto y sigo como si nada y cada que suceda le doy una.

Mark: si, pero mejor hoy vente conmigo al cuartel, así conoces al equipo A y puedes pedirles ayuda con lo que sea.

Los tres viajaron en el coche del profesor hasta llegar sin ser seguidos por nadie al cuartel de la C.I.E. Entraron por la puerta sellada con seguridad y con reconocimiento facial. Una vez en el interior Mark presentó al equipo que para sorpresa del joven estaba su padre.

Mark: nuestro equipo está compuesto por cinco miembros, Fran, Alvin el genio informático.

Alvin: un gusto.

Mark: Oliver, mi contraparte no tan buena como yo.

Oliver: siendo verdad, voy a tomarlo pero me ofende muchísimo!

Mark: Carlos, uno del montón que ha vivido ya estas experiencias y puede ayudarnos

Carlos: hola hijo.

Mark: y yo.

Oscar: P-PAPA!!!

Carlos: que te trae por aquí?

Oscar: t-tú eres del equipo A de la C.I.E.? Me sorprende que no me dijeras nada.

Carlos: vamos, a estas alturas todavía sigues pensando que mis historias solo fueron cuentos para niños? Es un poco decepcionante que no hayas conectado cables.

Mark: bien, se nos presenta un problema, vienen a la carga después de 20 años. Lo que nos deja con el mismo problema pero nuevo enemigo.

Fran: ciertamente el enemigo es mejor que el anterior dado que es un cerebrito que trabajó con su abuelo y que ha mejorado ideas y proyectos que le robó una vez se separaron.

Carlos: este reloj es muy bueno, de donde lo has sacado?

Mark: ese es mi reloj, tiene el R.D.A.R. en miniatura para poder saber dónde está tu objetivo.

Carlos: y tú?

Mark: he encargado un reloj de un material especial y diamantes a un compañero que iré a recoger en unas horas, espero que lo tenga listo ya que no quiero tener que mancharme las manos, otra vez.

Max: qué bien! Hay sala de entrenamiento!

Mark: Oscar necesito un favor, quiero que tus amigos y tú forméis un escuadrón B por si el primero no cumple con su objetivo, que no sería la primera vez que pasa!

Carlos: te recuerdo que desconocíamos del virus ese que controla y vuelve agresivo a todo aquel al que le es inyectado?

Mark: no pero estuvimos a punto de no conseguir nuestro propósito que, ciertamente, no lo conseguimos. Lo hice a los nueve meses de eso y fue pillado por sorpresa lo que me ayudo bastante.

Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora