Cap 21

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El mismo día visto por Fran

El lobo blanco caminaba por los pasillos con una vestimenta poco propia de un profesor que da clases, y no es para menos puesto que es el profesor de gimnasia y, que profesor de esa asignatura se vestía como si fuera a una boda o similar?

Fran: buenos días.

Juan: hombre! El macho de mi mejor profesor ha llegado al fin, listo para tu primer día?

Fran: por favor juan, no digas eso de "el macho de mi mejor profesor" a Mark no le gusta que salga de nuestra intimidad eso y yo no me siento cómodo tampoco.

Juan: lo siento, solo quiero que estés lo mejor posible.

Helena: Mark no viene contigo?

Fran: se ha ido a su clase, me ha dicho que tiene algo importante que hacer aunque siempre tiene cosas importantes que hacer.

Helena: seguro, ya sabrás tratar a esa panda de gorrones y vagos?

Fran: eso espero, que tan mal trataban al anterior profesor?

Juan: pues el pobre no era tan... formado como tú y era algo regordete, para ser exacto era un oso pardo un poco rechoncho y muy tímido, pobre de él, se aprovechaban de él hasta la máquina del café.

Helena: era muy buena persona, Mark le ayudo mucho para seguir siendo profesor pero parece que esta vez ya no aguanta más a esos cabezas de chorlito y ha dimitido.

Fran: y ahora estoy yo sustituyéndole. Bueno, me voy a la primera clase que si continuo charlando llegare tarde.

En el polideportivo

Fran: -toca el silbato- Buenos días chicos, pónganse en fila por favor.

En el lugar todo el mundo pasó de lo que dijo y continuaron con sus cosas, Fran volvió a hacer el mismo movimiento pero no ocurrió nada.

Fran: -furioso- PONEROS EN FILA COÑO!!!!

Los jóvenes se pusieron firmes presa del pánico que les provocó el lobo blanco, y es que dos metros de altura de puro musculo acojona a cualquiera, bueno, a Mark no puesto que ya sabe lo que se enfrenta y Fran no le haría daño.

Fran: mucho mejor, panda de vagos y gilipollas, por vuestra culpa el anterior profesor ha dimitido. Conmigo no será igual, os voy a poner firmes, va a ser peor que si hicierais la mili.

Todo el grupo abrió los ojos como platos.

Delegado: disculpe pero solo es profesor de educación física y no un instructor de infantería.

Fran: tiene gracia, pero por las buenas no han hecho nada y además de eso le han insultado, ahora lo harán por las malas y aprenderán una mejor conducta además de, tal vez, un mejor cuerpo.

Delegado: pero...

Fran: todos veinte flexiones, ya!

Cebra: pero profe...

Fran: alguien ha da cinco más? Que así sea, ahora son veinticinco.

Gata: no me jodas tío.

Fran: treinta! Cada que hablen sin mi permiso harán cinco flexiones más, así aprenderán un poco de respeto, si no a comportarse.

Los jóvenes apenas pudieron levantarse después de hacer todas las flexiones, muchos de ellos apenas habían hecho un cuarto de las pedidas y tras eso se fueron al baño a vomitar puesto que se habían mareado.

Fran: muy bien, ahora daréis tres vueltas al campo.

Delegado: vamos a correr kilometro y doscientos metros?

Fran: sí, si tienen algún problema con eso diganmelo y veremos qué pasa.

Temblando del miedo porque les aumentara la cifra empezaron a correr, para sorpresa del lobo blanco esta vez cumplieron el cupo sin rechistar.

Fran: ven como están de cansados? Eso es por la vagueza y dejadez que tenéis, descansad diez minutos.

Para ser la primera clase los alumnos se sorprendieron cuando les dio tiempo libre para descansar, el antiguo profesor de educación física no les daba ese tiempo y es entendible el por qué.

Clase tras clase Fran repitió los mismos ejercicios y como era de esperar, en todas las clases hubo quejas. En el descanso Fran esperaba ver a su marido en la sala de profesores pero no lo vio por ningún lado.

Fran: alguno sabe dónde está Mark?

Juan: se ha quedado en su clase, me ha dicho que le lleve el café, tiene mucho trabajo y no quiere llevárselo para casa.

Fran: estos idiotas me van a poner negro –se sienta en una silla- no llevo ni tres horas y ya estoy agotado. El anterior estaba así?

Helena: no, de hecho apenas se cansaba en su trabajo, si ni siquiera conseguía atención de los alumnos.

Miguel (Profesor de inglés): por cierto, ha venido una pareja quejándose del profesor de educación física. Están que trinan y me han dado dolor de cabeza, alguno tiene una aspirina?

Juan: ten, vaya Fran, primer día y ya con quejas.

Fran: ya, sabes quien ha sido?

Miguel: si, es un tal Ángel. Porque?

Fran: tienes su expediente? Me ha dado problemas y quiero ir con ventaja.

Juan: aquí tienes, se nota que eres marido de Mark, sois igualitos. No en el sentido de aspecto sino en el de cómo actuar.

El lobo blanco fue a la sala de reuniones con el expediente y nada más entrar en ella los dos padres se quedaron mudos, no esperaban a alguien como él de profesor.

Fran: buenos días, llamaban y han venido porque su hijo se ha quenado de mí, cierto?

Padre: -nervioso- e-esto... sí, estamos muy descontentos con usted...

Madre: que no puede tratar a mi hijo como le dé la gana hombre!

Fran: ya, pero él sí puede insultar a los profesores no? Verán, su hijo ya tiene expedientes y fama por insultar a sus profesores, cachondearse de ellos...

Conforme el lobo redactaba todas y cada una de las acciones del joven los padres abrían, si cabía más, los ojos de la sorpresa.

Madre: imposible, si mi hijo no dice palabrotas.

Fran: que culpa tengo yo de que su hijo sea un bocazas, les pongo de esa manera porque ha dado resultados con otros alumnos más problemáticos. Les sugiero que reflexionen y no vengan a quejarse sin saber que su hijo es un niño malcriado de mala conducta. Mi trabajo no solo consiste en enseñarles educación física sino también intentar corregir esa mala actitud y hare lo necesario para ello. Si no cambia es por él no por mí, buenos días.

Abandonó la sala para retomar las clases que no fueron muy diferentes a las de la mañana. Lo que quedaba de día no pareció haber más incidentes idénticos y regresó a casa luego de recoger sus cosas.

Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora