Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)

Cap 50

Tras ver cómo la máquina se había apagado antes de tiempo, según recordaba Carlos y Fran además de Oscar y sus amigos, Fran comenzó a llorar, su última oportunidad se había esfumado delante de él. No solo la máquina E terminó por estropearse tal y como dejaba ver sus quemaduras y pequeños incendios que Camila, Samuel y Lucia fueron rápidamente a extinguir para evitar un incendio mayor, sino que el tiempo ya había pasado por un par de minutos.

Carlos drenó el tanque del líquido y se dispuso a limpiar el cadáver para entregárselo a la funeraria quien se hará cargo hasta el entierro, cuando de pronto escuchó un gemido.

Era un gemido de esos que uno hace cuando quieren despertarle pero él no quiere hacerlo, le puso la mano sobre el pecho como un rayo, asegurándose así si notaba los latidos del corazón en caso de estar vivo. Cuál fue su sorpresa cuando nada más hacerlo recibió un golpe, y otro, y otro, y otro más, el corazón de Mark estaba latiendo, latía con fuerza, como si nada de lo vivido una hora atrás nunca hubiera pasado.

Carlos: e-está vivo! Mark esta vivo!

Fran al escuchar esto se dirigió donde estaban Carlos y Mark para repetir la misma acción y sentir ese pequeño corazón latiendo con fuerza contra el pecho y por ende contra su mano. La felicidad era mayúscula, lo había logrado, pensando en todo lo que había perdido en un momento para darse cuenta de lo contrario, el "experimento" funcionó, a pesar de los problemas, funcionó.

Mark siguió haciendo un par de gemidos más, tras alrededor de cinco minutos finalmente abrió lentamente los ojos.

Mark: -abriendo los ojos- eh? D-donde estoy?

Fran: -llorando de felicidad- estas en casa, estas a salvo.

El gran lobo blanco le besó en los labios para posteriormente darle un abrazo, un largo y fuerte abrazo. El pequeño lobo por el contrario solo le correspondió al beso, cuando Fran le dio el abrazo su mirada se posó en sus compañeros y amigos. El lugar se le hacía familiar, giró la cabeza algo más de 90 grados hacia la izquierda para ver la razón. En cuanto vio a la máquina E entendió lo que había sucedido, él falleció y para evitar eso Fran decidió jugar el último As bajo la manga que le quedaba, la jugada le había salido bien pero a qué costo, la máquina E ya no realizaría sus funciones nunca más y él se había convertido en un revivido.

Mark: -mirando la máquina E- ahora lo entiendo todo, jeje –corresponde al abrazo de Fran- supongo que no estamos aquí de casualidad, verdad?

Fran: pudiendo hacerlo, quien se negaría? Quien en su sano juicio puede dejar pasar una oportunidad así?

Mark: pero... por lo que veo, es como si la máquina E se hubiera sacrificado para traerme de vuelta. Era vieja pero funcionaba, hasta ahora.

Oliver: tú creaste a esta máquina y la misma te devolvió el "favor" trayéndote de vuelta, lo haces ver como si estuviera viva.

Mark: siendo tú inventor me sorprende que no lo entiendas. Oh, cierto, Manu está...

Carlos: muerto? Sí, no encontramos el cadáver, había muchos escombros y resultó difícil encontrarte como para encontrar a otro.

Mark: yo.... Recuerdo que lo maté, aunque no estoy seguro si lo hice de verdad o solo se durmió y después explotó el V-2.

Max: da igual qué o cómo haya ocurrido, nos hemos librado de todos ellos, es lo que queríamos, no?

Oscar: sí, ya nadie puede venir por ti.

Alvin: chicos, chicos, me copian? Que ha pasado?

Sara: vaya, por fin reconectas la red.

Alvin: Emily y yo hemos detectado una gran energía muy cerca de donde estais ahora, ha ocurrido algo?

Sara: sí, cierto lobo ha regresado del otro lado, suficiente explicación?

Alvin: sí.... Mark se encuentra bien?

Sara: oh, sí, pareciera como si no hubiera muerto ni recibido daño alguno, todo normal.

Alvin: menos mal, entonces misión cumplida?

Sara: sí, misión cumplida.

Mark: bueno pues... quizás deba regresar a casa.

Fran: bien, vamos.

Mark: no, a casa, nuestra casa –mira al techo- la casa de la que nunca debimos irnos, en la que te "crie", vivimos y tuvimos el problema de John.

Fran: entiendo, ahora que no hay nadie quien nos pueda hacer daño, volveremos a casa, nuestra casa de verdad.

Los chicos se levantaron y se abrazaron entre sí para despedirse, la pareja de lobos llegó a su casa y recogieron sus cosas, ropa, sábanas, inventos, cuadros, etc. Las metieron en cajas grandes para después llamar a un camión de mudanzas y que les llevase las cosas a su vieja casa.

Esa misma noche, Mark se quedó en el laboratorio a solas, delante de la máquina E, su conciencia debatía sobre si reparar la máquina o en caso contrario desmontarla. Era incapaz de repararla, de la misma manera que era incapaz de desmontarla, tomo una decisión y seguido dijo "sin mirar atrás, sin remordimientos" ante su decisión, abrió la máquina y revisó cada una de las partes para sustituirlas por nuevas y reparar así el invento.

Mark: gracias por haber sido tu último "proyecto", de no ser así no estaría reparándote.

Pasaban los minutos reparando la máquina E mientras le hablaba como si de un furry se tratase, en la puerta se encontraba Fran quien al ver que Mark no subía a la habitación para dormir decidió ir a buscarle y lo encontró en su laboratorio reparando su mayor logro.

Mark: -se da cuenta de que esta Fran- eh? Cuanto tiempo llevas ahí?

Fran: el suficiente para darme cuenta de lo que estás haciendo, te tardabas en subir y decidí buscarte y que es lo que me encuentro? A un lobo de baja estatura que no pudo quedarse quieto con que su máquina estuviera estropeada.

Mark: le debo la vida, literalmente, no puedo dejarla estropeada y si ocurre algo otra vez?

Fran: ahora ya no hay nadie, no nos pueden hacer daño.

Mark: sí, pero los imprevistos pasan y hay que estar preparado.

El gran lobo blanco en eso agarra por la espalda a Mark y lo sube a la altura de su cabeza para darle un beso mientras se dirigen a la habitación.

Mark: me... me trae muchos recuerdos estar de vuelta.

Fran: creemos nuevos entonces para que no te golpee fuerte la nostalgia.

Mark: estoy cansado, ha sido un día muy agotador.

Fran: lo sé –se meten en la cama y se arropan- dulces sueños amor.

Mark: igualmente cariño.

Ambos se durmieron abrazados para despertar y comenzar a vivir su vieja nueva vida, la vida que 18 años atrás vivían y que ahora acababan de recuperar.