Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)

Cap 11

Mark caminaba hacia la sala de profesores rodeado de alumnos que iban entrando en sus aulas.

Helena: Buenos días, como fue lo del sábado?

Mark: Buenos días, por qué no mejor se lo preguntas personalmente a él.

Juan: -entra en la sala- buenos días.

Mark: como te fue, tigre?

Juan: -sonrojado- c-como sabes eso?

Mark: tú mismo me lo dijiste, estaba hablando con David pero tuvo que irse a atender a los clientes, para no quedarme solo entonces llame a Fran, él te vio con un tigre subirse en un Porsche negro con naranja y me dijo que un toro y un tigre se habían subido al coche, el toro se le hacía familiar. Yo le dije que era mi jefe y pues eso.

Helena: vaya, has pegado un buen braguetazo.

Juan: Erick no es para un braguetazo!

Mark: nuestro toro se ha enamorado, y de un tigre muy bien formado.

¿?: Toc-toc!

Juan: Erick? Que haces aquí?

Erick: alguien paso una buena noche que se le olvidó la ropa interior –le da sus calzoncillos- y dicen que cuando uno la pierde es que la noche no fue un desperdicio.

Mark: lo veis? Cuando alguien pierde la ropa interior es porque ha pasado una gran noche, y tú decías que era por la borrachera.

Helena: vale, te creo.

Juan: gracias cariño, ahora tengo clase asique no puedo estar más tiempo contigo –le da un beso en la mejilla- hasta el descanso.

Erick: adiós amor.

Mark: cariño? que me he perdido?

Juan: bueno, luego de esa noche me pidió ser su novio y bueno... me atrae el chico asique le dije que sí.

Helena: ya tienes novio!

Mark: te dije que en ese bar se podía ligar. Me voy a mi clase, luego nos vemos.

Juan: es muy detallista, el sábado por la mañana me llevó a un restaurante carísimo para desayunar, luego me compro un reloj de marca analógico bañado en oro y con agujas de plata con números de diamantes.

Mark: pero eso que es un reloj o un diamante de la corona de Luis XIV?

Juan: yo no le pedí nada de eso, es tan mono y tierno conmigo...

Mark: se nota que te encanta, tu cara de felicidad te delata.

En clase

Oscar: no entiendo la razón para esperar a más adelante! Hay que llevarlo a cabo ya!

Samuel: entiendo que te sientas impacientado, pero te recuerdo que según los documentos y por lo que dijo el profesor, se necesita mucha energía para revivir a alguien así.

Camila: y no sabemos de dónde la vamos a sacar.

Mark: buenos días alumnos, antes de que se me olvide, esta noche se va a desencadenar una potente tormenta con mucha intensidad eléctrica asique mejor no salgáis a sitios altos o estéis cerca de árboles que puedan ser objetivo de estos rayos.

Oscar vio su oportunidad en esta tormenta para poder llevar al fin su proyecto. El día se le hizo muy pesado y lento para el husky que se impacientaba porque la tarde llegara.

La campana de salida de la universidad sonó y en menos de cinco segundos el perro atravesó la puerta de la clase en dirección a la salida.

En la casa

Camila: oh, estás aquí.

Lucia: ya sabía yo que no te podías estar quieto luego de escuchar eso.

Samuel: pero has pensado como vamos a usarlos?

Oscar: atamos una cometa a la máquina y la mandamos a volar.

Camila: claro, que gran idea, tienes una cometa?

Oscar: sip, y está lista para volar, solo necesitamos la tormenta y listo.

Los cuatro se quedaron mirando por la ventana mientras, conforme avanzaba la tarde, el cielo tomaba un color muy oscuro y progresivamente se desataban los rayos en el cielo.

Samuel: son las siete y seguimos esperando.

Oscar: -se escucha un fuerte trueno- creo que ya va siendo hora.

Los chicos ayudaron al perro a introducir el cuerpo de Max en el tanque para después llenarlo de un líquido viscoso que no sabían exactamente lo que era o lo que hacía. Encendieron la máquina y esta comenzó a cargarse de energía proveniente de la corriente de la casa.

Camila: la cometa ya está volando, en un rato deberían de impactar.

Los rayos se desataron y como era de esperar, además de haberlo buscado, empezaron a impactar en la cometa. La máquina empezó a sacar alguna que otra chispa debido a su antigüedad, asustando a los cuatro jóvenes que pensaban que en cualquier momento iba a explotar.

Samuel: va a estallar! creo que no es una buena idea seguir con esto.

Camila: Oscar, apágala!

Oscar: NO! Esto va a funcionar, estoy seguro, solo hay que esperar un poco más.

Lucia: yo creo que no ha sido una buena idea esto de revivir.

Rayo tras rayo impactaban en la cometa y su energía era conducida a la "máquina E" que se sobrecargaba de esta tras cada descarga. Llegados a un punto la máquina registró su máxima carga posible, aunque aún le faltaba un poco más para registrar la misma cantidad que cuando cierto profesor y padre crearon a un gran lobo blanco diecisiete años atrás.

Oscar: activa el conversor, ese cacharro de ahí.

Samuel: -activa el conversor- esto no lo veo, no lo veo.

El husky esperó un minuto más y bajó la palanca para que la energía acumulada llegara al cuerpo. La luz en el lugar empezaba a apagarse por la sobrecarga que tenía la corriente. De repente la luz se fue en la casa y en la ciudad, como el sistema de corriente paralelo seguía activado, la luz regresó al lugar en medio minuto.

Oscar: drenar el tanque, acercarme la toalla.

Las chicas hicieron lo pedido y nada más abrirse se acercó al cuerpo para tomarle temperatura, en un inicio no pensó que había funcionado pero se sorprendió cuando pudo notar que el corazón del tigre estaba latiendo.

Oscar: está vivo!

Samuel: -sorprendido- que?

Oscar: -feliz- está vivo, respira, su corazón late!

Lucia: no puede ser.

Cuidadosamente envolvió al animal en la toalla y comenzó a secarlo, en eso le dio un cálido abrazo al tigre el cual lentamente le agarró por la espalda para devolvérselo aunque un poco torpe, pues temblaba al hacer un poco de fuerza como mover el brazo.

Camila: creo que lo hemos subestimado, le ha cogido más cariño de lo que pensábamos.

Lucia: por lo menos ya sabemos quien lo va a cuidar y se va a hacer cargo de él.

Oscar: bien, entonces avisaré a mis padres de que no voy a dormir y me quedo cuidándolo.

Los jóvenes se marcharon cada uno a su casa con excepción del husky.