Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)

Cap 36

Los días pasaban con tanta velocidad que en apenas un pestañeo pasaron de estar en invierno a verano, el curso escolar estaba dando su final y los chicos realizaban sus examenes finales para poder pasar un verano tranquilo después de un primer año escolar lleno de sorpresas.

Camila: menos mal ya hemos terminado, estaba ansiosa por terminar de una vez.

Samuel: sí, menudo año, quién hubiera imaginado que nuestro tutor sería un agente de la CIE?

Oscar: y que nos metería en una especie de equipo B para ayudarle a derrotar a un viejo loco?

Lucia: y que hemos creado a Max?

Max: y que.... no sé qué decir, ha ocurrido algo más?

Oscar: sí, que me enamoraría de ti, por ejemplo jeje.

Los cinco rieron al unísono mientras esperaban fuera de la universidad al siguiente examen la proxima hora, Max esperaría a que terminaran el examen pero mientras tanto debía quedarse solo sin poder hablar con nadie pues no conocía a ninguno de los estudiantes, salvo a los que ya conoce.

El tutor de los jovenes se dió cuenta de esto, asique invitó al tigre a un café en la cafetería de la universidad, sin más remedio Max aceptó su oferta y siguió al lobo de baja estatura hasta la cafetería.

Max: terminarán pronto?

Mark: eso depende de cada uno, Oscar suele tardar en terminar su examen, otros tardan menos y hay unos que necesitan mucho más tiempo para acabar.

Max: entonces estaré solo mucho tiempo.

Mark: no necesariamente, Fran esta libre, si quieres puedes pedirle que te enseñe movimientos o haceis un entrenamiento exprés.

El tigre pareció ser convencido por el lobo con bastante facilidad, nada mas terminar el café fue dirigido a la pequeña cancha de baloncesto en la que en un pasado tuvieron una pequeña pelea, el tigre salió vencedor en ese entonces asique puede que en este nuevo intento no sea así.

Mark: espero te diviertas y hagas tiempo para no aburrirte esperando a Oscar y sus amigos.

El pequeño lobo se fue del lugar dejando a ambos revividos en el lugar, por un tiempo reinó el silencio pues ninguno sabía qué hacer, tal parece, por cómo se prolongaba la situación, ambos habían sido engañados para tener esa reunión pero... qué esperaba Mark de este encuentro? tal vez desea una revancha por parte de Fran? o quizás es improvisado este encuentro? Las preguntas quedarían para más tarde.

Fran: pareces algo perdido, puedo ayudar?

Max: Mark me ha traído para entretenerme mientras Oscar termina sus exámenes finales.

Fran: sí, ya me ha contado sobre eso.

A Max esto le causó sorpresa, no habían hablado con anterioridad acerca de esto ni mientras caminaban para el lugar, cómo podría saber sobre este encuentro? muchas preguntas y las respuestas llegaban casi al instante.

Fran: creo recordar lo ocurrido hace unos cuantos meses en este mismo lugar.

Fue en ese momento cuando comprendió todo, y lo que pasaría a continuación lo dejó más claro.

Fran: me debes una revancha, y qué mejor lugar para la revancha que el mismo lugar donde uno perdió y el otro ganó.

La situación se volvía cada vez más tensa, ambos se pusieron en posiciones para pelear, el tigre no iba a darle el gusto al lobo de cobrar su revancha de aquella vez.

Max: acepto la revancha, pero debes tener cuidado, ahora también estoy entrenado como tú.

Fran: si, pero eso puede no servirte de mucho.

Ambos furrys se abalanzaron el uno contra el otro pegándose puñetazos, patadas, embestidas y todo tipo de movimientos con el fin de derribar a su contrincante. Fran recibía bastantes puñetazos y patadas pero para sorpresa del tigre en ningún momento se sintió mal o dejó ver que estos le estaban afectando. Max agarró del brazo a Fran y lo lanzó contra el suelo con todas sus fuerzas pero no pareció importarle en absoluto pues seguía como si nada.

Ahora era el turno del contrario que lo lanzó contra una de las paredes, aunque esta no se rompió ni dejó marca alguna, causándole un gran dolor en la espalda quedando fuera de combate por unos instantes.

Fran: te felicito por llegar hasta aquí, pero creo -le pone un pie en el hombro- has perdido.

Tal vez hubiera sido suerte, confianza, despiste u otra cosa inexplicable pero Max tuvo la oportunidad de agarrarle de la pierna para lanzarlo lejos con las pocas fuerzas que todavía le quedaban. Fran se quedó sorprendido ante este movimiento pues no imaginaba que fuera todavía capaz de hacer algo así, la pelea siguió por el mismo camino, errores del lobo le llevó a recibir unos cuantos y dolorosos golpes.

Rematando la faena, Max lo lanzó contra una de las canastas para practicar baloncesto que lo dejó K.O., en este segundo intento el resultado ha sido el mismo, un poco más difícil y duradero pero a fin de cuentas ha terminado igual.

El timbre de la universidad sonó para indicar el fin de los exámenes finales y Max se apresuró a reunirse con Oscar y contarle lo ocurrido. Mark por el contrarió entró en la cancha para encontrarse con su marido tumbado en el suelo sin poder moverse.

Mark: -suspira- que voy a hacer contigo Fran.

Se acercó a su cabeza y comenzó a acariciarla hasta que despertó de su sueño express.

Fran: -despierta- eh! Mark? qué haces aquí? donde estoy?

Mark: digamos que no ha salido tal y como tú querías.

Fran: he vuelto a perder.

Mark: así parece -le besa la frente- no hay dos sin tres, cierto? jeje.

Fran: no necesito que me rías las gracias.

El lobo de baja estatura siguió acariciando la cabeza de su marido mientras este seguía mirando al techo pensando en qué había salido mal para volver a perder. Entrenaba más, era más hábil, tenía más habilidades y sabía dar mejores golpes pero eso no ha sido suficiente para ganar, solo ha dado más fuerza a su vieja derrota.

Fran: me estoy haciendo viejo, ya no soy lo que era.

Mark: nos hacemos viejos, que te haya revivido no te da la inmortalidad ni la juventud eterna, los años pasan para otros, podemos tener más experiencia, la tenemos, eso nos permite ganar peleas, pero nos hacemos viejos y por ello la experiencia compensa todas nuestras carencias de habilidad por la vejez.

Fran: pensaba que ibas a decirme "no eso no es verdad" pero con lo que me estas diciendo me haces sentir mas viejo de lo que soy.

Mark: -le besa la frente- deja de decir sandeces, levantate y vamonos a casa, van a cerrar la universidad y yo, a pesar de ser profesor, no tengo llaves.

De mala manera se levantó del suelo y siguió a su esposo hasta llegar al coche para irse a casa.