Cap 47

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Fran se encontraba atado y a punto de ser partido en dos, literalmente, por un arma que desintegraría todo tejido orgánico que este rayo tocase. Manu se desesperaba por usar su arma especial para acabar primero con el revivido y después con su creador, terminando así el Proyecto R y dejándolo para el olvido como una historieta de ciencia ficción. Por otro lado Mark había hecho su último esfuerzo para acabar con el científico, lanzando su reloj a la cabeza a pesar de ni siquiera haber llegado a sus pies.

Manu: tu patético intento no es digno de llamarse último intento, cuando acabe con Fran tú serás el siguiente!

Mark: no deberías cantar victoria antes de tiempo, toda máquina tiene su punto límite en caso de sobrecargarla de energía.

Manu: sí, pero estás atado, no puedes moverte para hacer explotar el rayo, no veo por ningún lado tu...

El zorro comenzó a prestar más atención a una suave melodía que llevaba un tiempo sonando, un ligero sonido que había estado pasando desapercibido para todos y que ahora, por alguna razón sus oídos le estaban prestando más atención como anticipo de algo malo.

Empezó a dejar de escuchar cualquier otro sonido, como cuando en las películas algún personaje deja de escuchar a su alrededor para enfocarse en el sonido que posteriormente causará un desastre. Un leve pero constante sonido, repetitivo, y junto a ese sonido el de sus pulsaciones resonando en su cabeza, acelerándose cada segundo al estar más cerca de ese desastre.

Tic......tac......tic......tac.....tic......tac......

Fue en ese momento cuando decidió mirar hacia abajo y vió el reloj en el suelo, funcionando, estaba de tal forma tirado que el orificio por donde salían los sedantes miraba en dirección a la máquina. El segundero se acercaba peligrosamente a las 12 y cuando lo hizo, fiu! una aguja salió en dirección al control de energía de la máquina, girando la rueda de potencia al máximo.

Manu: NO!!!

En tan solo un nanosegundo los sistemas de control de energía se vieron sobrecargados y dejaron de funcionar para después mostrar en la pantalla un símbolo de error, seguido de un comentario advirtiendo del peligro por explosión de la máquina.

Manu: maldito... no, detente, no explotes!

Por más intentos que hiciera el científico por detener la explosión del invento, los sistemas de seguridad y de control no respondían a sus comandos, ni siquiera la orden más básica pudo ser aceptada por la máquina. Al final solo una de entre todas las órdenes pudo ser aceptada, curiosamente la única de todas ellas la cual parecía estar conectada a un ordenador externo más que al arma.

Ordenador: tiempo aproximado de explosión del desintegrador modular, 7 minutos y 23 segundos

Mark en eso sacó su teléfono del bolsillo, marcó el número de Carlos y le envió un mensaje: 194358. El husky en el exterior recibió el mensaje para palidecer al leerlo, en su mente miles de opciones se habían formado, desde la muerte de su amigo hasta el suicidio para evitar que manu escapara.

Temblando levemente sacó el teléfono viejo de la mochila, tomó aire y marcó número por número el código que su amigo le había enviado, 194358. Ya no había vuelta atrás, si Mark seguía vivo solo quedaban 5 minutos para salir del lugar.

En el interior del edificio Mark trataba de liberarse lo más rápido posible, todavía necesitaba soltar a Fran a pesar de que este trataba de liberarse por su cuenta usando todas sus fuerzas.

Manu: no, detente, no! maldita máquina inutil!

Ordenador: tiempo antes de la explosión 4 minutos y 57 segundos.

Fran fue quien se liberó primero, como el zorro estaba tan ocupado con detener el invento no se dió cuenta cómo sus dos cautivos se liberaron y comenzaban a huir del lugar. Para no llamar la atención de Manu, Mark se bajó el calcetín del pie izquierdo donde tenía escondido un reloj de emergencia en caso que el de su muñeca se dañara o directamente se perdiera (en este caso lo abandonara), se lo puso en su muñeca y calculó un máximo de 2 minutos y 15 segundos antes del impacto del V-2. Esta información no se la dijo a Fran, para evitar que los nervios les hiciera tomar decisiones erróneas o de las cuales se arrepentirían y les quitasen tiempo para escapar del lugar.

Mark: espera, espera, espera!

Fran: ocurre algo? no hay tiempo la máquina-cosa esa va a explotar y sin ser científico no sabemos si aquí estamos a salvo o no.

Mark: ve adelantandote tú, afuera están esperando los demás en los Thiger 2, si para cuando queden 30 segundos no he llegado iros sin mi.

Fran: ni loco te voy a dejar.

Mark: -comienza a programar- hay muchas cosas en este ordenador, cosas peligrosas, debo asegurarme que nada de la información valiosa y peligrosa sobrevive a la explosión y para eso necesito dañar el sistema desde dentro y desde afuera.

Fran: me quedo.

Mark: marchate, si me pasa algo podéis venir a ayudarme, si te quedas no será así.

Dudoso el gran lobo se marchó corriendo del lugar y al poco tiempo apareció un invitado sorpresa.

Manu: vaya, vaya, si es el lobo feroz haciendo cosas indebidas.

Mark: -aprieta un botón- listo, que me dices ahora viejo ladrón?

Ordenador: base de datos dañada, imposible acceder y recuperar la información, información de la base de datos borrada.

El zorro sacó una pistola pero debido a su mal pulso no pudo apuntar bien y acabó dañando al lobo en la pierna. No se quedó conforme con herirle en la pierna sino que intentó volver a dispararle mas en esta ocasión Mark activó su escudo especial y las balas no le llegaron a tocar.

Fuera del edificio el resto del comando empezó a arrancar sus motores para recibir a sus amigos y marcharse del lugar antes de la explosión de la V-2.

Carlos: Fran! donde está Mark?

Fran: dentro terminando un asunto, debemos esperar queda como 3 minutos para la explosión de un arma especial.

Carlos: de qué hablas? la V-2 va a caer en 1 minuto, tenemos que irnos ya! y no nos iremos sin Mark.

El gran lobo se sorprendio de como Mark le había ocultado esta información tan importante, si el V-2 había salido cuando el ordenador dió por primera vez el tiempo restante para la explosión entonces ninguno sobreviviría a la bomba.

Fran: marchaos, nosotros nos quedaremos un poco más, esperaremos a Mark:

Carlos: -ve el V-2- no hay tiempo, debemos irnos, ya!

Los vehículos salieron a máxima velocidad para alejarse del lugar.

En el interior Mark se agarraba la pierna para quitarse la bala antes de apuntar con su reloj y disparar al cuello del zorro.

Mark: despideté de este mundo viejo, eso no es un sedante.

Poco a poco Manu cayó al suelo durmiendo conforme su cuerpo se posaba sobre las baldosas, había sido envenenado y finalmente había muerto.

Ordenador: 2 minutos y 30 segundos para la explosión.

Mark: y al final el maldito zorro consiguió su objetivo, bueno a medias.

Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora