Cap 34

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Fran se dio la vuelta y tras esto pegó un puñetazo a la puerta tan fuerte que no solo la desencajó de su lugar sino que la lanzó unos cuantos metros al interior del edificio. Al instante el guarda de seguridad apareció junto con dos toros y un oso polar dispuestos a neutralizar a los intrusos, Mark seguía cubierto por su capucha por lo que al estar a la luz de las lámparas tampoco pudieron reconocerle, Fran por el contrario llevaba unas gafas para que no se le reconocieran además de un peinado especial junto con un traje muy poco usual para hacerle ver diferente y dificultar su reconocimiento.

Leopardo: acabad con ellos!

Fran: yo me encargo.

Oso: yo voy por el pequeño.

Mark: grave error.

La pequeña escaramuza terminó con todos los guardias abatidos en cuestión de minutos, no sin antes Mark haberse dejado ver lo que hizo que los guardias se sorprendieran y pudieran ser derrotados más fácilmente.

Mark: sí así pensaban recibirme, ya sé lo que pasa ahí dentro.

Fran: por qué no mejor lo averiguamos de una vez?

Mark: después de ti.

El gran lobo echó la puerta abajo dejando ver el interior, una gran mesa con un maletín negro sobre ella, una comadreja sorprendida y un zorro bien vestido con los ojos como platos y unos nervios de que la policía le hubiera pillado haciendo algo ilegal que se le notaba desde lejos.

Los guardaespaldas que estaban en el lugar, un pastor alemán y un perro akita inu dieron un paso atrás cuando Fran les dirigió una mirada fulminante advirtiéndoles que no se metieran en el asunto o quedarían muy mal.

Hypper: q-que estás haciendo aquí?

Mark: no, nada, solo venía a recoger mi paquete. Dónde está mi pedido?

Hypper: -nervioso- t-todavia no lo tengo listo, ya he reclamado que debía haber estado preparado para hace un par de semanas pero todavía no lo tienen.

Mark: -serio- oh, en serio?

Zorro: -nervioso- bueno yo creo que me voy –agarra el maletín y se lo lleva-

Mark: registra el maletín

Fran detuvo al zorro en su intento de irse con aquél misterioso maletín y que nada más arrebatarle el objeto y abrirlo pudieron descubrir que era un reloj.

Mark: con que no lo habían terminado, eh?

Hypper: n-no es lo que parece Mark, deja que te explique.

Mark: -saca el reloj y lo mira- no hay nada que explicar, todo está aclarado, te pido un favor, te pago la mitad por adelantado, espero pacientemente y pensabas venderlo al mejor postor?

Zorro: m-mejor me voy

Fran: lo detengo?

Mark: no, él no tiene nada que ver –se sienta en la silla subiendo los pies a la mesa- qué voy a tener que hacer Hypper, te pedí un simple favor y no solo no me has dicho nada sino que pensabas vendérselo a otro, hice bien en desconfiar de ti y avisar a la fábrica de que me avisara cuando estuviera todo preparado.

Fran sonrió maléficamente al saber qué era lo que ocurriría después.

Hypper: vale quédatelo, de todas formas tengo...

Mark: -extiende la mano- los planos.

Hypper: que?

Mark: quiero los planos de vuelta.

Hypper: pero si me los diste!

Mark: te los di hasta que lo tuvieras hecho, tras eso los tendría de vuelta, parece que no leíste la letra pequeña.

Hypper: no dijiste nada de eso! Tampoco tenemos un contrato o algo así!

Mark: entonces puedo encerrarte cuando quiera, es tu palabra contra la mía un delincuente como tú no convencería a nadie.

Hypper: tengo el productor de mi lado, podrás decir lo que quieras pero dos fursonas tan distantes no pueden coincidir en lo mismo.

Mark: acaso no te enteraste? Murió en un accidente mientras trabajaba, varios coches se estrellaron y el suyo fue expulsado de la carretera con tan mala suerte que se precipitó al vacío por un puente.

Hypper palideció ante esto, no sabía de este suceso y mucho menos que hubiera fallecido.

Mark: es tu palabra contra la mía, yo que tu no me arriesgaría a ser encarcelado si te niegas a mis peticiones.

A la comadreja no le quedó más remedio que aceptar las condiciones y entregarle los planos del reloj sin mediar palabras, algo que el lobo de baja estatura recibió y guardo en su bolsillo luego de haberlo doblado varas veces.

Hypper: bien, ahora que estamos y tienes lo que quieres debes pagarme lo que te falta.

Mark: se puede tener más cara que espalda? Después de tratar de vender mi dispositivo a otros, mentirme y querer hacer más sin mi consentimiento, de verdad crees que voy a pagarte? Sí, claro que voy a pagarte –chasquea los dedos-

Tras esto a Fran se le dibujó una sonrisa en la cara y prosiguió a tronarse los nudillos, para posteriormente golpear a la comadreja y dejarla tirada en el suelo.

Hypper: -muy adolorido- m-maldito, s-si estuvieras tú solo no hubieras llegado a hacer nada.

Mark: cállate –le dispara un sedante- que molesto, la próxima vez lo hago yo mismo en vez de encargárselo a otros.

Ambos comenzaron a irse del lugar ante la atenta mirada y caras nerviosas y con miedo, ninguno de ellos se atrevía a hacer nada para evitar que se fueran, ninguno se atrevía a enfrentarles por lo que le habían hecho a su jefe, ni siquiera los guardas de la entrada a los que tuvieron que enfrentarse y sedar que ya habían despertado y se habían liberado de las cuerdas que los ataban, nadie hacía nada.

Al salir por la puerta que previamente habían derribado, Fran entró de nuevo al lugar para poner la puerta en su sitio, encajada nuevamente y como se la encontraron, salvo por la gran abolladura provocada por el puñetazo y algún otro desperfecto.

Se subieron en su coche y comenzaron a conducir hasta su casa donde ya abrieron el maletín y Mark se puso el reloj.

Mark: es bonito, parece un reloj de lujo, es bastante grande y algo pesado pero servirá.

Fran: semejante cacharro para ver la hora, lanzar dardos y tener un radar?

Mark: no es como que no haya llevado otros del mismo tamaño, pero este es así porque es más moderno, dispara con más precisión, tiene el R.D.A.R. incorporado y un sistema de lanzamiento automático, cosa que no tenían ninguno de los otros modelos.

Fran: pero para lo que lo vas a usar es lo mismo, ver la hora y lanzar dardos sedantes y cargas del suero H.

Mark: mejor vamos a la cama, estoy agotado de tanto entrenar y después de nuestra "aventura" en aquella fábrica.

Ambos prepararon la cena y tras cenar subieron al piso de arriba, donde estaba su dormitorio y se acostaron en su cama, durmiéndose ambos en cuestión de segundos.

Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora