Mi Frankenstein 2 (Furry/Yaoi)

Cap 46

El sonido de las orugas a toda velocidad por la tierra arenosa impedía concentrarse en sus propios pensamientos sobre lo que iba a pasar a continuación, era buena idea o cualquier otro pensamiento que quisieran tener.

Mark: estaremos pronto, debería verse alguna estructura cerca, me indica estar a menos de 900 metros.

El localizador les había estado guiando por al menos 20 minutos pero a pesar de esto lo más probable es que no le ayudará dentro de la guarida de Manu.

Carlos: por aquí no habíamos pasado?

Oscar: sí, esto me suena por alguna razón.

Mark: la zona entera tiene el mismo paisaje, es fácil perderse por el lugar al pensar que ya has pasado por el sitio, de hecho hay noticias de fursonas desaparecidas en esta zona y todas se habían perdido al tratar de ir de paseo o cazar o simplemente querer atravesarlo para llegar a una ciudad más rápido.

De pronto una especie de vieja fábrica apareció tras una colina, la fabrica no era tan antigua como la otra en la que pelearon contra John, pero si se podía ver su antigüedad debido al estado de abandono en el que se encontraba.

Los tres vehículos aparcaron cerca del lugar pero lo suficientemente lejos como para no ser alcanzados por un arma de fuego.

Mark: bien, a partir de aquí voy yo.

Oscar: bien, nosotros os esperaremos aquí.

Carlos: vuelve con nosotros.

Mark: colocar unas cargas de TNT en el transformador de la fábrica, sincronizar el temporizador a 30 minutos de estar listos.

Carlos: crees que la oscuridad en el lugar te puede dar una ventaja?

Mark: creo que la confusión que causará si de repente se va la luz me puede dar tiempo a acabar con unos cuantos si me encuentro en apuros, no os voy a avisar de ellos por lo que tendré que confiar en mis instintos.

Lucía: las cargas de TNT ya están listas, las colocaremos ya mismo, en cuanto encontremos el transformador.

Camila: esto... qué es un transformador?

Samuel: un sitio donde el edificio recibe luz de corriente, si seguís el tendido eléctrico llegaréis allá. No te preocupes, nosotros nos encargamos de esto, vé a salvar a Fran.

Mark asintió antes de dar un abrazo a todos en el vehículo, salir del lugar y adentrarse en uno de los pabellones de la fábrica, rumbo a lo desconocido.

El ambiente frío, tenue y silencioso le hacía pensar que había sido engañado por Manu al este descubrir el localizador y dejarlo en ese lugar a propósito, de ser así el problema se habría hecho más grande, pero no tuvo mucho tiempo para pensarlo cuando un golpe por la espalda lo dejó seco.

Al abrir los ojos vió que estaba atado en una habitación con una fuerte luz y Fran se encontraba delante de él.

Fran: Mark!

Mark: Fra ouch, me duele el cuello.

Fran: los demás han venido también?

Mark: no, solo yo.

Manu: vaya, vaya, vaya, no mentías cuando dijiste que él haría que vinieras. Me has sorprendido, has mantenido tu palabra, sin embargo, yo no mantengo la mía y me da igual si no hubieras venido, te hubiera mandado trozos de tu amigo en ese caso.

Mark: suéltame, acabaré contigo y dejarás de molestarnos de una vez!

Manu: ou, no me digas, entonces -pulsa un botón- no te importará si que ocurra delante de tí.

El lobo vio como ante sus ojos una gran máquina aparecía de la nada, posiblemente estaba guardada en el techo y solo debía dejarla ver, y apuntaba a Fran.

Manu: yo lo llamó el desintegrador modular, deshace los tejidos orgánicos usando un rayo de iones canalizando su energía hacia donde yo quiera, así puedo dividir a tu amigo en dos, tres, cuatro las partes que más me apetezcan.

Mark: eso es demente, usar un rayo de iones es peligroso incluso para tí, perfectamente se puede descontrolar y barrernos a todos sin posibilidad de reaccionar.

El lobo empezó a forcejear para poder liberarse antes de que el zorro decidiera usarlo no con Fran, sino con él.

Manu: inténtalo, estás atado de pies y manos, además de liberarte las manos no te moverás pues también estás atado desde la cintura a esa placa de metal. Ahora, podré usarlo para cortar un brazo?

El zorro activó la máquina que comenzó a ahorrar mucha energía para poder producir los iones necesarios para canalizarlos. Mark vio una oportunidad en acabar con el científico si hacía explotar su propio invento, pues al estar cargado la onda expansiva podría inundar la habitación entera de iones, desintegrando cualquier criatura orgánica. lo único malo del plan es que Manu debía encontrarse en la habitación y dudaba que eso pasara, aún así debía intentarlo.

Poco antes de lanzar su rayo contra Fran se escuchó un sonido estridente y la luz en el lugar se fue, dejando la sala completamente a oscuras.

Manu: qué ha ocurrido?

Agente: el transformador ha explotado, podría deberse al gran consumo de su máquina.

Manu: eso no es posible! ningún transformador explota por eso, un transformador se quema! activar la reserva de emergencia, mi desintegrador necesita funcionar.

Agente: sí señor!

Manu: en cuanto a tu amigo, el cual no te interesa, tendrá el mismo destino, si mis agentes no acaban con el de un tiro en la nuca, los agentes de la C.I.E. no podrán hacer nada para salvarlo. Tú eras su mejor agente, junto con tu amigo, y como ambos estáis aquí y acabaré con vosotros en el día de hoy... no habrá nadie para defenderlo.

Mark: te equivocas, creer que vas a poder con nosotros es sinónimo de derrota inminente.

Manu: a si? bien, dime cómo si tan listo eres y crees poder ganar. Estaría bien saber cuál será tu siguiente movimiento si estás atrapado.

Mark dejo ver como el apagón le había dejado libre de manos y le lanzó su reloj, esperando darle en la cabeza y herirle con suficiente gravedad que debiera abandonar la sala para dirigirse a un hospital para tratar su herida.

El reloj por el contrario no llegó a darle ni siquiera en el pie, no se había acercado tanto como le hubiera gustado al lobo.

Manu: ja! esa es tu gran jugada? qué ridícula.

La luz se restableció de forma normal, dando a entender al cientifico que la red de emergencia ya había sido conectada.

Manu: ha sido un buen intento, pero ahora me toca a mí.

Volvió a presionar el botón para activar la máquina y esta comenzó a cargarse, dejando con pocas opciones al lobo.

Manu: se te acabó el tiempo, lamento ser quien te dé la despedida de este mundo, pero os encontrareis en el otro, cuando haya acabado con los dos!