𝗣𝗢𝗪𝗘𝗥 𝗢𝗩𝗘𝗥 𝗠𝗘 | 𝗣𝗝𝗢

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 11

Andrómeda corrió tan rápido como pudo, esquivando a las personas que iban al recorrido, intentó buscar a sus amigos, pero lo único que alcanzó a ver era como Kate la perseguía como si fuera divertido.

Presa y cazador.

Andrómeda odiaba ser la presa, sentía el miedo recorrer su cuerpo como una enfermedad, miró el letrero rojo, escaleras de emergencia, no dudo en abrir la puerta de golpe encontrándose con un montón de escaleras. 

Fue como si sus sentidos fueran más agudos. 

—Sé que puedes escucharme Andrómeda —dijo Kate, segundos después la puerta se abrió con rudeza—ding, ding, te encontré Rapunzel.

Pronunció con asco en apodo que antes su abuela decía con amor y cariño. Andrómeda sintió una descarga eléctrica recorrer su cuerpo tirándola al suelo, fue imposible contener un grito. 

—Ups—dijo Kate fingiendo pena—¿te molesta que te llame Rapunzel? 

Andrómeda levantó la vista mirándola, tenía una vara de más o menos cuarenta centímetros que daba descargas eléctricas. Volvió a chocar la vara con el cuerpo de Andrómeda, esta vez sus ojos se volvieron de color dorado. 

—No te preocupes, es bueno que la idiota de Elena esté muerta. Aunque fue divertido ver como rogaba por un día más. ¿No dirás nada? 

—Púdrete —susurro Andrómeda, Kate la levantó del suelo y la empujó hacia una de las paredes de cemento.

El sonido de su cuerpo al chocar hizo un ruido seco. 

—Creí que esto sería más divertido— susurro Kate — ya sabes, la gran abominación, el trihídrico. 

Andrómeda la vio con confusión y Kate sonrió.

—Oh, pero tú no lo sabes o ¿sí? 

Andrómeda guardó silencio y Kate soltó una carcajada 

—¿Tu padre no te lo dijo?— preguntó al ver la confusión en Andrómeda—hay dios, claro que no te lo dijo, eres un cachorrito perdido justo ahora. ¿No te dijo por qué te queremos muerta? ¿Aún siente culpa por lo que pasó? 

—Por ser hija de una Diosa —contestó Andrómeda aún pegada a la pared. 

Lo que estaba pasando la asustaba, quería a sus hermanos ahí, que algún adulto le dijera que todo estaría bien.

—En parte, claro que siendo nieta de una bruja. Y lo que tu padre hizo para protegerte 

—Estás loca — escupió Andrómeda