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Klaus le dio una sonrisa al Señor Swan cuando subió a su patrulla, le había prometido a Lilith que cuidaría de la dulce Andromeda en lo ella se dignaba a despertar de el coma que ella misma se puso...cosas de brujas.
En Forks llovía mucho,a el no le disgustaba el sol llegaba a ser molesto a veces.Como se día,la lluvia enserio golpeaba con fuerza las ventanas de la casa.
Klaus se dispuso a ver la televisión caundo un ruido en el piso de arriba lo alertó. Se levantó confundió y a toda velocidad subió las escaleras,vio la puerta de la habitación en donde habían dejado a Andrómeda y entró a toda prisa cuando vio que no estaba en la cama. No escuchaba su corazón, almenos no en la habitación.
Vio la ventana abierta y caundo se asomo vio a la Andromeda correr directo al bosque.
-Maldición.
La hija de Hera había despertado en una casa completamente desconocida, así que antes de que alguien notará que estaba despierta decido huir.
Aun estaba paranoica, su cumpleaños había sido el peor,la lluvia le dio escalofríos y su mente parecía llevarla una y otra vez a ese momento.
Ella debería estar muerta. Corrio lo más rápido que pudo.
-¿a donde vas?-pregunto un muchacho apareciendo justo frente a ella.
Andromeda soltó un grito aterrado por la repentina aparición y le solto un puñetazo.
-Auch...
Andromeda lo intento volver a soltarle un puñetazo pero el lo paro.
-podemos hablar de esto civilizadamente.
Andromeda se soltó de su agarre y dio un paso atras.
-¡¿Quien mierda eres?!
Klaus ladeo la cabeza y la observó.
-Klaus Corbeanit,un placer.
Andromeda lo observó de la misma manera,ambosque estaban empezados por la lluvia,tenia el cabello negro y la piel pálida,sus facciones era muy atractiva, sus ojos eran de un tono de gris...muy extraño.
Si estuvieran en otra situación Andromeda lo hubiera acercado a ella para exinarlos mejor.
-Klaus Corbeanit esta en el norte durmiendo en contra de su voluntad.
-si,lo estaba,ahora podemos volver a la casa y te explico todo.
La chica dejo que algunas gotas de lluvia cayeran en su cara,su familia,su padre. Toda su vida había vuelto a ser miserable.
Mordió su labio contenido las lágrimas. Que mala suerte tenía.
-no te conosco-susurro abrazandose-¿como se que no me harás daño?
Klaus frunció el ceño.
-no te lastimaria-el se aclaro la garganta-no voy a lastimarte,voy a protegerte,se lo prometí a alguien.
