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Andromeda observo curiosa como Alexander se alimentaba de ella sin ninguna incomodidad. Le parecia bastante graciosa la manera en la que le basto solo una noche al bebé para saber como acomodarse para tomar la leche.
A diferencia de sus hermanas Alexander comía mucho mas.Al principio le había dolido alimentarlo. Aún le dolia un poco en especial por que el comía como si fuera a ser la última vez.
—¿Mis bubis se caerán?—preguntó Andromeda hacia Lilith.
—No,dale las gracias a los génesis sobrenaturales. No estrías,no bubis caídas. Todo se quedará en su lugar.
—Benditas sean ustedes—dijo Venus comiéndose un chocolate acostada en el sillon—¿y si me convierten en vampiro para que mis bubis no se caigan?
—Tus bubis están bien por ahora,Venus.
Dijo Andromeda mientras Alexander dejaba de comer. La rubia lo coloco para sacarle el aire y Lilith la ayudo a cubrirse.
—Es un mini Klaus—susurro Venus—físicamente.
Andromeda sintió un nudo en su estómago ante la mención del original, le estaba costando respirar cuando el no estaba a su lado.
—Y bebe número dos también tiene algunos rasgos de el—continuo Venus—la única que se parece a ti es bebe número tres.
—¿Ahora llamas a mis hijos por números?
—En el orden en el que salieron de ti.
La rubia nego divertida,Lilith se encargo de alimentar a la bebé pelinegra,lastimosamente la más pequeña no se alimentaba directamente de Andromeda.
Era muy prematura y le daban de comer con un aparato especial. Y se la pasaba mucho tiempo en la encubadora,por ejemplo en ese momento no estaba ahí con sus hermanos.
La puerta se abrió y por esta entro Sofia. Lucia demasido sería.
—Andy—llamo—¿Crees que podríamos hablar?
La rubia la miro a los ojos. Amaba a Sofia,sabía que ella se quedaría a su lado sin importar que. Entonces la mirada preocupada de su amiga la preocupo un poco.
—Claro—contestó Andromeda saliendo dr la cama aún con Alexander en brazos —quisiera ver a mi otro bebé. Venus,¿cargas a Alexander?
La castaña la miró con los ojos muy abiertos y después al bebé,después otra vez a su amiga y eso a Helena le saco una risa.
—¿Yo?
—Venus,no muerde.
—Aun—interrumpió Lilith.
—¿Y si se me cae?
La rubia le sonrio con cariño y le pasó a Alexander con cuidado. Y pensar que ahora tenía miedo de cargarlos cuando hace unos meses se ofreció a ser el Padre del bebé si Klaus huía. Algo improbable en realidad.
