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Andrómeda estaba completamente triste y aunque no necesitaba estar en la enfermería, gracias a que su gen de mujer lobo, pero había decidido no ir a la cena. Entonces fue cuando vio a Castor y Pólux entrar con una charola de comida.
—¡¿Cómo estás, futura esposa?!—saludo en un grito Castor y Andrómeda le indico que bajara la voz —¿cómo estás, futura esposa?—repitió en un susurro.
—Estoy bien—susurro con algo de tristeza.
—No estés triste, Andy—dijo Pólux dejando la charola en una mesita—te trajimos la cena.
—Aunque queríamos que comieras en el comedor—dijo Castor dejando un beso en su frente—todos quieren saber si ya estás bien. Además, tu amigo cíclope está ahí y necesita amigos.
Andrómeda sonrió de lado.
—¿Cómo saben que es mi amigo?— preguntó
—Porque no deja de hablar el Ángel especial...
—Con una belleza inimaginable — completo Pólux
—Y superamable—dijeron ambos al mismo tiempo.
—No hay nadie así en este campamento más que tú—dijo Castor — ahora, ¿cenas aquí?
Andrómeda suspiró, estaba molesta por lo de Quiron y si veía a su remplazo podría perder el control. Aunque darle un susto no sonaba nada mal.
—Bien, vamos — contestó levantándose y dándole una mirada a su hermano mayor.
Michel era un buen luchador y rompía con el estereotipo del hijo de Afrodita, era algo que le encantaba de su hermano.
—Voy a ir a cenar, Mich—susurro acercándose a él y dejando un beso en su mejilla—no te vayas a mover de aquí.
—Qué graciosa — susurro Michel adormilado.
Se había roto una pierna y tres cosillas después de que un toro lo aventara por los aires.
—Te amo—dijo Andrómeda poniendo la charola de comida que Pólux había llevado y dejándola en la mesita que estaba alado de su hermano— les traeré flores mañana.
Les informó los de la enfermería. Castor la guio fuera con Pólux detrás.
—Ahora Andy—comentó Pólux—tal vez el remplazo de Quiron no te agrade mucho.
—Yo digo que lo matemos mientras duerme—dijo Castor
—Es inmortal— recordó Pólux—¿no?
—¿De quién hablan?—preguntó Andrómeda.
Se paró de golpe cuando a la distancia miró al remplazo de Quiron. Tántalo, había matado y cocinado su hijo, después se lo ofreció a los dioses como castigo, lo mandaron al Hades, sin beber ni comer durante toda la eternidad. Algo justo.
