Salida del cruce de pueblos forestales dolientes. Afueras de ciudad Scromwolt. 10:42 am.
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Utilizando a los Taegorions avanzamos un gran tramo del bosque. Eran bestias agiles que no necesitaban descansar.
Pero no podía llevarlas conmigo eternamente, el embrujo con el que los controlaba había hecho todo su trabajo y matado a los infectados al finalizar el efecto.
Tuvimos que abandonar el carromato destartalado en el bosque y seguir a pie desde ahí, a la esclava se le dificultaba enormemente caminar descalza sobre las rocas y ramas puntiagudas del suelo.
Luego de un rato, finalmente salimos del bosque y hay una gran ciudad bastante cerca, Scromwolt, una enorme ciudad industrial donde se realizan todo tipo de fabricaciones que se exportaban a otros lugares.
--Mira, Sylvie. Es Scromwolt. Ahí podremos conseguir otro transporte y continuar nuestro camino.
--Que... alivio... Amo...
Personalmente no quería tener que contratar otro vehículo, desde que en el pueblo Varidia no me pagaron con dinero, sólo he gastado y gastado para volver. Los viajes en carruaje eran muy costosos y no traía precisamente demasiado dinero...
Sería bueno encontrar a alguien que nos llevara gratis, al menos un par de días más cerca.
La esclava se encuentra visiblemente agotada, sus pies están magullados y me temo por las quemaduras que le recorren esas zonas.
Necesitamos un transporte a como dé lugar...
Usualmente, las personas contratan al conductor del carruaje pagando individualmente su pasaje, además de la mitad del alojamiento del conductor en viajes largos y por seguridad a algunos mercenarios para las bestias mutantes que puedan aparecer.
Fuimos atacados en el bosque y nuestro anterior conductor murió porque no teníamos a ningún mercenario con nosotros y había bajado la guardia al interactuar con Sylvie...
De cierto, nuestro desafortunado accidente en el bosque había sido culpa mía y también de ella...
Tengo una idea.
-- Sylvie, entrégame mi maletín.
--Por supuesto, Amo.
Abro el maletín y de él saco una compacta y discreta sierra quirúrgica, el instrumento resplandeciente tiene una hoja de treinta centímetros de largo y está cubierto de dientes en uno de sus lados. También retiro algunos rollos de correas de cuero y empiezo a usarlas para atarme varias partes de la túnica y hacer que no se vea tan holgada. Me ato la cierra a la cintura y para finalizar me quito mi máscara con forma de pico de ave, para reemplazarla por una simple mascarilla normal de piel.
--¿Qué tal me veo?
--Luce... ¿rudo?
--Perfecto entonces. Creo que tengo una idea para conseguir un transporte, nos haremos pasar por un aventurero y su escudera.
--Entiendo, Amo. Haré lo mejor que pueda para que su plan salga a la perfección.
Una vez tomados nuestros roles, nos adentramos tranquilamente a la ciudad luego de pasar alguna inspección de seguridad en las puertas, empezando a recorrer las calles. Sylvie, quien se veía calmada siguiendo detrás de mí, no podía evitar mover los ojos de izquierda a derecha nerviosamente. No parece estar acostumbrada a estar suelta en la ciudad.
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Teaching Feeling: Sentimientos Apestosos
FantasyLa enfermedad de la peste negra llevaba bastantes años azotando las tierras de Europa, causando una catastrófica cantidad de muertes debido a su alta taza de mortalidad. Un Doctor de la Peste perteneciente a una orden oscura, toma una llamada de ayu...