14. Bellas palabras

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--¿Y por qué se le llama "fantasía" si es real entonces?

--Porque antes realmente no existían, en aquel tiempo no eran más que la invención de escritores, locos y juglares.

--Ohh... ya veo.


Eran elevadas horas de la mañana, una pequeña esclava bien vestida y sentada junto a su amo tenía en sus manos un libro de cuentos fantásticos. Hablaba sobre alargados dragones serpentinos y criaturas femeninas aladas que hechizaban a los marinos con sus cánticos. Aunque actualmente dichos monstruos mitológicos podrían ser considerados una verdad absoluta.

--Cuando el brote de La Peste surgió por primera vez en las barbáricas regiones orientales, se dice que un chamán maldijo una ciudad para desatar una plaga de ratas y moscas carnívoras. Creó una epidemia que no solo mató a las gentes, también envenenó la tierra e hizo mutar a los animales infectados, trayendo a la vida muchos de los monstruos e infiernos de estos libros.

Al doctor relatar esto, le enseñó a Sylvie una verdad que ella felizmente ignoraba. Ya conocía las secuelas de La Peste, claro que sí. Pero saber cómo funcionaban y dónde se originaba traía consigo un sentimiento desolador de soledad irresistible.

Sylvie había estado de lo más entretenida mirando las graciosas ilustraciones de princesas risueñas, magos barbudos y caballeros con armaduras pesadas enfrentando duendecillos verdes y dragones furibundos, oyendo al doctor enseñarle las diferencias en la fonética de esas formas llamadas letras.

--No lo sabía.

--Hay demasiadas cosas en el mundo como para saberlas. Si quieres aprender más deberás leer libros de historia, aunque para comprenderla también tienes que saber sobre artes, ciencias y matemáticas, pero primero tienes que aprender a leer.

--Amo, usted es realmente inteligente como para saber todo eso.

--Con tiempo puedes dedicarte a aprender muchas cosas, tú eres muy joven aún, solo no dejes de estudiar.

--¿También de los libros aprendió a ser un doctor? ¿Es posible que yo también aprenda, amo?

El doctor meditó por un segundo su pregunta, ciertamente aunque tuvo que leer docenas y docenas de diferentes materiales (algunos en varios idiomas), inicialmente no contaba con ningún recurso cuando comenzó con esta extraña "profesión", si se le puede llamar así.

--¿Te interesa la medicina?

A Sylvie le sorprendió un poco esta pregunta, si bien se la podría haber esperado en respuesta de su propia pregunta, ni siquiera se lo había planteado a sí misma. No lo había pensado realmente.

Pero eso no significa que haya hablado solo por hablar.

--Yo... a mí me gustaría poder ayudarlo, amo, asistirlo. Serle de utilidad en todo lo que pudiera.

--Pero si ya me eres de utilidad, la casa no había estado en mejor aspecto ni cuando recién la adquirí.

--No me refiero a solo limpiar y ordenar...

Claro que el doctor sabía lo que estaba diciendo. Extendió una mano y tomó un libro robusto de mal aspecto que tenía al alcance, una investigación sobre la anatomía humana hecha por un brujo infame.

--Así se ve una persona bajo su piel.

Abrió la tesis en una de los principales índex, había una pequeña ilustración sobre el papel y un número al pie de página. Al pasar las páginas, encontró el principal tema de la investigación.

Teaching Feeling: Sentimientos ApestososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora