No puedo creer que haya tenido que tener esta conversación con Luis. Me apena porque se que se sintio mal después de que le dije que un hombre no es hombre cuando se aprovecha de la situación en la que se encuentra una mujer.
Lo observo mientras conversa con uno de los chicos que me presento anteriormente. Se despide y se dirige hacia la mesa donde me encuentro. Desvio la mirada porque no quiero que me descubra espiándolo.
- Angie... de verdad lo siento, yo...
- Luis, ya te has dispulpado mil veces, no te preocupes.
- Lo se, esta bien... ¿Quieres que nos vallamos?
- Si. Salgamos de aqui - Sonrió.
Nos dirigimos al auto y al llegar me abre la puerta para que entre. Rodea el auto y se sienta a mi lado. Enciende el motor e inmediatamente nos ponemos en marcha. Nos envolvemos en un silencio incomodo. Solo unas canciones que suenan en la radio llenan el ambiente.
Llegamos a casa y aparca justo delante de la puerta del edifio para asi no tener que atravesar el parqueo sola y caminando. Agradeci internamente porque no creo que los tacones me lo hubieran permitido.
- ¿Quieres que te acompañe arriba?
- No, puedo sola, estoy bien.
- ¿Segura? Mira que hace un rato estabas mareada y en el ansensor te puedes marear mas.
- Puedo sola. No te preocupes. Ahora, ve que no quiero que tu mama te reproche por llegar muy tarde.
- No creo pero esta bien - Sonrie. Toma mi rostro entre sus manos y se acerca para despedirse depositando un sonoro beso en mi mejilla. - Cuidate.
- Tu igual - Bajo del auto y entro al edificio. Es en estos momentos cuando agradesco que hay ascensor y aunque paso tal como dijo luis, hasta casi me caigo, no me importo mucho porque peor hubiera sido tener que subir todas esas escaleras.
Entro al apartamento y me dirijo a mi habitación. Debi de parecer un zombie por la manera en que caminaba. Ahora mismo mi cuerpo se encuentra tirado sobre mi comoda cama y mi cara hundida en la almohada. No entiendo porque pero desde que llego a casa es que siento todo el agotamiento que no sentia cuando me encuentro en las fiestas. Siempre he pensado que es por la idea de saber que estas a unos cuantos metros de tu cama. Okey, estoy loca. Pero es una suposición..
No llevo ni cinco minutos y escucho unos leves toques en la puerta. Alice se adentra como loca a la habitación sin ni siquiera haber movido mi rostro de la almohada para decirle que pase. Definitivamente esta tiene que ser una costumbre de los hermanos Moroe.
Levanto mi rostro justo cuando veo a Alice frente a la cama, sonrie y corre hacia mi para tirarseme encima. Estoy muy cansada como para forsejear pero cuando me falta aire, me remuevo y cae justo al lado mio. Tomo la almohada y la golpeo con ella. Alice rie como niña enmocionada en su primera pijamada y se queda recostada sobre la cama mientras yo me siento cruzando los pies. Imita mi posición y procede con el interrogatorio.
- ¿Como te fue? ¿Fue divertido? ¿Estas ebria? Quiero que me cuentes con lujo de detalle.
- Alice estoy muy agotada ahora mismo. Si quieres mañana en la temprano te cuento todo lo que quieras con "lujo de detalle". Y no, no estoy ebria. Solo un poco mareada..
- Oh Dios. Ya veo.. pues me voy - Dice levantandose de la cama haciendo un puchero. Yo rio al verla caminando con toda la desgana del mundo.
- Cierra la puerta, por favor.
- Aja - Suelta un suspiro. Yo vuelvo a reir - ¡Cierto! - Exclama volviendo hacia mi. - No solo venia a eso. Te venia a avisar que mañana tengo que ir a una casa en la playa a una despedida de soltera de una amiga. Te quiero lista las dos.
ESTÁS LEYENDO
¿Mi objetivo?
AdventureMe llamo Angie, y toda mi vida me la he pasado haciendo lo mismo. Mis días no eran mas que una rutina. Tonta y aburrida. Después de finalizar mis estudios, tanto del instituto como de la universidad, sentía que no había mas nada que hacer, aparte d...